Las previsiones de lluvia no son suficientes para dejar a los Reyes Magos en casa. A pesar del elevado riesgo de precipitaciones que existe para el próximo 5 de enero, el Ateneo ha confirmado que no se plantea, «bajo ningún concepto», cambiar su día de salida, como ha ocurrido en localidades cercanas a la capital hispalense. Así se expresó el director de la Cabalgata, Manuel Sainz, en declaraciones a este periódico y aseguró que la organización mantendrá el plan previsto.
«No tiene sentido adelantar o atrasar el día de salida», afirmó Sainz, aunque reconoció que, llegado el caso, se podría retrasar la hora de salida o darle más ritmo a la comitiva real. En este sentido, Sainz explicó que la entidad maneja partes favorables que podrían dar una tregua al regio desfile. «Lo que vemos es que hasta las 20 horas podría caer alguna llovizna», detalló el responsable de la organización del evento. Asimismo, Sainz recordó que la Cabalgata del Ateneo «nunca ha faltado a su cita en cien años. Este no iba a ser menos».
En esta línea se expresó el delegado municipal de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, quien confirmó que el Gobierno local mantiene el operativo de seguridad previsto para el correcto transcurrir de la Cabalgata. El edil socialista explicó que «se prevé que el frente afecte más a la costa que al interior» y no dudó en afirmar que «la Cabalgata sale aunque llueva, nieve o ventee».
Por su parte, el director artístico de la Cabalgata, Jesús Corral, también confirmó que el séquito de sus majestades saldrá a las calles de Sevilla. Además, Corral aseguró que las carrozas de sus majestades y el resto de la comitiva «están preparadas» para soportar el agua, aunque reconoció que la lluvia desluciría este día tan importante.
Desde la entrada del nuevo siglo, el riesgo de lluvias ha amenazado a la Cabalgata en varias ocasiones, si bien solo se cumplieron dos. En concreto, se trata de los años 2001 y 2003, en los que los paraguas tuvieron que plegarse en su forma natural –y no al revés para recoger más caramelos– a causa de la lluvia. Asimismo, se manejaron partes meteorológicos adversos en 2010, 2011 y 2016, no llegándose a cumplir ni uno de ellos. En este último, la comitiva partió del Rectorado de la Universidad con media hora de retraso para salvar una llovizna puntual. Ninguna de estas circunstancias impidió que Sevilla se llenara de magia e ilusión.