La democracia es Historia

«Los gobiernos democráticos (1979-2000)», último tema del curso, aparece en la Prueba de Acceso y Admisión a la Universidad y remata la polémica de la materia

12 jun 2017 / 20:14 h - Actualizado: 12 jun 2017 / 21:51 h.
"Educación","Universidad","Universidad de Sevilla","Universidad Pablo de Olavide","Selectividad"
  • El clásico repaso de última hora en la Facultad de Derecho de la US y un aula en la Pablo de Olavide. / Jesús Barrera / El Correo
    El clásico repaso de última hora en la Facultad de Derecho de la US y un aula en la Pablo de Olavide. / Jesús Barrera / El Correo
  • Un grupo de estudiantes empieza su examen de Historia en la primera jornada de la Prueba de Acceso a la Universidad. / Jesús Barrera
    Un grupo de estudiantes empieza su examen de Historia en la primera jornada de la Prueba de Acceso a la Universidad. / Jesús Barrera
  • La democracia es Historia

Nadie lo diría, pero éste es el primer año de las Pruebas de Acceso y Admisión a la Universidad (PEvAU). Nadie lo diría, porque los nervios, la repercusión en el futuro de los estudiantes, las sedes, y hasta la vicerrectora de la Universidad de Sevilla encargada de certificar la absoluta normalidad de la jornada eran los mismos que un año antes, en la última selectividad como tal.

«Nos hemos llevado años de incertidumbre y las pruebas, prácticamente, son muy parecidas a las ediciones anteriores», resumió la vicerrectora de Estudiantes de la Universidad de Sevilla (US), Pastora Revuelta.

Eso sí, el lío normativo ha repercutido en la manera en la que profesores y alumnos de Bachillerato han afrontado el curso. Y todavía quedan, más que flecos, asuntos serios que solucionar. Será para futuras ediciones. Por ejemplo, pocos de los que se estaban examinando era conscientes de que los alumnos que quedan de la LOE –el grueso son de la LOMCE–, no tienen por qué hacer la PEvAU y competirán por entrar en la universidad con su nota media de Bachillerato. Para el resto, esa nota supone el 60 por ciento, puesto que el 40 por ciento restante será el de su calificación en la PEvAU. Hay casos de alumnos que el curso anterior suspendieron la selectividad y que ahora no necesitan presentarse para acceder a la universidad. No es descabellado calificarlo de injusto. Por no hablar de los –es cierto: escasos– alumnos que han cursado un bachillerato internacional no homologado, que serán los últimos en elegir grado, allá por septiembre, por contarlo de manera resumida.

Es probable que la variación más sencilla de explicar sea también las más complicada de entender. Porque el examen de Historia de España, obligatorio para todo el mundo desde este año porque Historia de la Filosofía ha dejado de ser troncal en el Bachillerato Lomce, es diferente al de la antigua selectividad. En lugar de un tema y un comentario a partir de algún documento, los alumnos afrontaron ayer dos opciones con un tema a desarrollar y tres preguntas breves y dobles, cuya puntuación conjunta suma 4,5 puntos. Es decir: que conviene estudiar mucho –nada que decir–, y de memoria: justo lo que la administración educativa lleva décadas denunciando como un sistema obsoleto y que no sirve para formar personas. Por ejemplo, en pocas líneas había que responder a «¿qué reyes efectuaron la unión dinástica en España a finales del siglo XV?» y explicar «brevemente la expansión territorial realizada por dichos monarcas».

La vicerrectora de Estudiantes de la US, Pastora Revuelta, se metió en el jardín de explicar la polémica de Historia de España. «La polémica que ha surgido con Historia de España, bueno, si ustedes recuerdan las pruebas cómo eran en otras ocasiones, los alumnos elegían entre Filosofía e Historia de España. Como siempre hay dos opciones, en Filosofía se preparaban una serie de autores para una opción y otra serie de autores para otra opción». Y ahora llega lo que no gustará nada a los profesores de Historia: «En Historia de España pasaba igual. Tienen dos opciones, y en los centros educativos se preparaba para una de las opciones, pero el temario de Historia de España lo saben completo los estudiantes desde que empezaron el curso. Lo que pasa es que estaban acostumbrados en las ediciones anteriores a que se preparaban la mitad del temario para una de las opciones. Pero el temario es completo». Revuelta concretó ademas que «las matrices que describen cómo tienen que ser las pruebas dicen que los contenidos de las pruebas tienen que contener el 70 por ciento de los descriptos de la materia. Los estudiantes deben estudiarse el cien por cien de los temas, no el 50 por ciento. La polémica es un poquito...»

Por lo demás, pues una jornada crucial para los implicados y, con perdón, más o menos lo de siempre para quienes la miran desde fuera. El árbol de la ciencia de Pío Baroja y un texto del politólogo Miguel Ángel Llamas titulado Los intereses creados en Lengua Castellana y Literatura; la guerra colonial y la crisis de 1898 en la otra opción de Historia y un texto de los signos del Zodiaco en Inglés acompañado de otro del Mannequin Challenge. Y algo menos de dos días para pasar página.