Estar ante ella te lleva a otro mundo, a otro tiempo, realmente es un conjunto de dos tumbas que está en la Sala Capitular de este magno edificio,

La tumba de Catalina de Ribera es un retablo en mármol. Falleció el 13 de enero de 1505 y es una obra de arte sin igual de Pazze Gazini, tal y como firma en la parte interior de una de las columnas. Fue traída a España tras tallarla en Génova.
La importancia de Catalina de Ribera para la ciudad es muy alta pues era hija de Per Afán de Ribera, conde de Los Molares y el III Adelantado Mayor que había en Andalucía, y de doña María de Mendoza. Se casó en 1474 con Pedro Enríquez de Quiñones, Señor de Tarifa y, a la postre, IV Adelantado Mayor de Andalucía.
Madre de don Fadrique Enríquez de Ribera, marqués de tarifa y conde de Los Molares entre otros títulos, y también de Fernando Enríquez de Ribera o Pedro Enríquez. Fue ella quien, en 1500, siendo ya viuda, funda el Hospital de las Cinco Llagas, el más grande del mundo en du día tras una bula pontificia, para que fuera hospital de la caridad de los pobres.
Su tumba es una proeza, labrada primorosamente en mármol, con brocados, adornos, volutas, imágenes de santos como San Sebastián, San Agustín o San Jerónimo o con partes tan significativas como el Juicio Final o una de las estaciones del Vía Crucis con Cristo camino del Gólgota.
También Santa Elena, Santa Catalina o Santa Bárbara que escolta el cuerpo, magníficamente labrado de la dama.
No menos primoroso es el de Pedro Enríquez de Ribera, del mismo autor. Fallecido el Señor el 8 de febrero de 1492 tras regresar de Granada. Se dice que su hijo Fadrique fue la persona que idea la Semana Santa de Sevilla tras «crear» el Vía Crucis de la Cruz del Campo tras regresar de un viaje de peregrinación a Jerusalén.
Labradas las imágenes de San Pedro, Santiago o San Juan Bautista así como diferentes escenas de la vida de Cristo o el «no me toques» de Jesús de Nazaret a María Magdalena tras la Resurrección.
También se encuentra San Bernardo de Claraval con sus vinculaciones a la Orden del Temple en Sevilla, San Esteban o San Francisco de Asís.
Dos monumentos en mármol que debe visitar y admirar en el corazón de la Cartuja. ¡No se lo pierda!