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La Giralda se someterá a un ‘peeling’ en 2017

Los trabajos se iniciarán en la fachada oeste en el mes de febrero y para ello se colocará un andamio que irá desde el suelo hasta la terraza de las azucenas

20 dic 2016 / 19:42 h - Actualizado: 20 dic 2016 / 22:37 h.
"Catedral de Sevilla"
  • Vista de la Giralda desde la Plaza de la Virgen de los Reyes. / Paco Cazalla
    Vista de la Giralda desde la Plaza de la Virgen de los Reyes. / Paco Cazalla

Será un tratamiento más aparatoso que otra cosa, porque, realmente, la Giralda se va a someter a un simple peeling facial, nada importante». Para ello, se cubrirá una de sus fachadas con andamios –en concreto la cara oeste, que da al Patio de los Naranjos– y se procederá a la limpieza de ladrillos y de elementos pétreos.

Una intervención prevista para febrero del próximo año y que, en principio, es compatible con las visitas realizadas a la torre. La duración prevista es de seis meses y la intención del Cabildo es prolongar estos trabajos al resto de las fachadas, de modo que cada año se actúe en cada una de ellas, «pero teniendo siempre presente que la actuación va a tener poca incidencia al tratarse de un tratamiento superficial, básicamente con cepillo, para eliminar pequeños fragmentos de mortero y otros elementos que se hayan podido adherir con el paso del tiempo», señaló Jaime Navarro, arquitecto conservador de la Catedral de Sevilla.

La intervención, a pesar de todo, «no es caprichosa», destacó Francisco Ortiz, delegado de Administración y Patrimonio del Cabildo Catedral. Los andamios serán «muy llamativos» porque partirán desde el suelo y llegarán hasta las terrazas de las azucenas. Estos trabajos se iniciarán cuando se reciba la licencia municipal toda vez que ya cuentan con el visto bueno de la Comisión de Patrimonio y tienen un presupuesto estimado de 300.000 euros para cada una de las caras de la Giralda.

En este sentido, el ritmo de las obras lo irá marcando la evolución que se vaya comprobando en la cara oeste y «en función de la experiencia en esa zona de la fachada se irán reconduciendo las siguientes», declaró Navarro. De todas formas, el Cabildo tiene previsto la ejecución de estas obras de forma «faseada», como subrayó Ortiz, puesto que siempre se realizan en función de la disponibilidad económica y del presupuesto consignado cada año.

La intervención en la Giralda se suma a la realizada este año, enmarcada dentro de los trabajos de limpieza y consolidación, y responde al modelo de gestión del patrimonio que aplican en el Cabildo Catedral. Un sistema basado en dos criterios: la conservación preventiva y la intensidad en las intervenciones, «siempre compatibilizándolas con las visitas y con los cultos. Estamos siempre muy pendientes del edificio», manifestó su arquitecto conservador.

«Tenemos un templo ‘vivo’ y nuestro objetivo es que todo lo que se recibe –buena parte a través de las visitas culturales– se gaste en patrimonio. Funcionamos en la medida que podamos hacer frente a estas intervenciones y ejecutándolas por etapas. Todo ello, sin olvidar que una parte muy importante de esos recursos económico se destina a las parroquias a través de la Archidiócesis», destacó Teodoro León, deán presidente del Cabildo Catedral.

BALANCE

Hasta un total de 14 actuaciones de enorme relevancia en bienes inmuebles se han realizado en el patrimonio catedralicio a lo largo de 2016 y los resultados de cada una de ellas lo hicieron ayer público los máximos responsables en esta parcela.

«No son las únicas pero sí las más representativas», indicó Navarro. Entre esos trabajos más importantes, destaca la rehabilitación de los altos de la sacristía del Sagrario como salón de actos, con una superficie útil de 100 metros cuadrados y capacidad para un centenar de personas, y dependencias parroquiales, que desde el Cabildo esperan que esté finalizado a finales de enero.

La limpieza y consolidación de la fachada renacentista es otra de las actuaciones de «envergadura» y por ello se ha programado en cuatro fases. La primera de ellas, que comprende el tramo que va desde la Puerta de Campanilla hasta el Patio del Mariscal, se estima que acabe en marzo del próximo año.

La Portada del Príncipe, quizá, sea la más llamativa en cuanto al resultado porque a simple vista destaca del resto de la fachada. Sobre esta portada, que es de las que menor antigüedad posee –aun así atesora un siglo de existencia (se hizo entre 1887 y 1895)– se ha practicado una actuación preventiva.

«Las esculturas se habían mimetizado. Obras como la de Santiago El Menor, realizadas en barro, tenía el mismo color que la piedra que la rodeaba», señaló el arquitecto durante su alocución. No ha sido la única portada objeto de intervención. En la Asunción se ha procedido a su limpieza aunque el causante de la patología ya no sea el tráfico sino la presencia continua de aves y las conducciones de agua a través de las piedras.

Navarro destacó también el trabajo denominado galería técnica, que ha consistido en una zanja que alberga un conjunto de seis tubos enterrados que discurre por todas las naves de la Catedral y que van a permitir el cableado, de manera oculta, de todo tipo de instalaciones hasta todos los puntos del templo. Este sistema posibilitará que se eliminen todos los tendidos de cables que actualmente discurren «grapeados por muros y rejas».

En el apartado de bienes muebles, uno de los elementos destacados en el balance de actuaciones patrimoniales ha sido la restauración de dos vidrieras, La expulsión de los mercaderes y La Santa Cena, ambas de Arnao de Flandes, «siguiendo con la labor emprendida en este campo por el Cabildo desde el año 2000», manifestó Anabel Gamero, conservadora de bienes muebles de la Catedral.

El coste final de las intervenciones en el patrimonio este año, según el Cabildo, fue de 2.167.748 euros.

LA CATEDRAL DEL SIGLO XXI

La conservación preventiva o el criterio de prevención de patologías es uno de los principios por los que se rige el Cabildo Catedral en materia de mantenimiento del templo.

Una labor «ejemplar», en opinión de su arquitecto conservador, reconocida en multitud de foros y que demuestra que es un templo habitado y habitable, que se ha ido modernizando con el paso del tiempo, «reconociendo que necesita muchísimos cuidados y, como para todas las cosas, muchos recursos económicos», destacó su delegado de Administración y Patrimonio.

En este sentido, su sistema de gestión, basado en la autofinanciación, le sirvió para que la Unesco lo premiara en febrero de este año por ser una institución modélica en la gestión del patrimonio y fuese puesto como ejemplo en otros encuentros relacionados con este tema, en los que se insiste una y otra vez que se debe entender el patrimonio mundial como un recurso cultural y a la vez un proceso vivo.

Y esta preocupación constante por el mantenimiento y la restauración de la Catedral, con las técnicas más novedosas, la convierte en un templo adaptado al presente siglo y situado a la vanguardia.

Prevención e intensidad en las intervenciones de toda índole practicadas en la Catedral, como indicó Jaime Navarro. Un volumen de obras que, por su envergadura, «precisan de un sistema de gestión y planificación para que los horarios de atención a cada actividad –cultural y de culto– estén perfectamente coordinados y con el reto permanente de compatibilizar la identidad sagrada del lugar con la responsabilidad paralela de mostrar y conservar el patrimonio cultural».

Prueba de ello son algunas de las actuaciones realizadas en este 2016 en el ámbito del patrimonio, como la iluminación del retablo mayor y las capillas de San Pedro y San Pablo.

En estos espacios se ha utilizado tecnología LED, con luminarias alejadas del retablo que eliminan las altas temperaturas y la radiación ultravioleta producida por las actuales lámparas. En la actualidad, se está procediendo a la regulación y programación de los nuevos sistemas, por lo que aún no se encuentran operativas.

En la limpieza y mantenimiento de la caja del órgano –en el lado de la nave del Evangelio¬– se ha dado un paso más porque «nunca antes se había llegado tan alto», subrayó la conservadora de bienes muebles de la Catedral, y esto ha permitido el descubrimiento de unas virutas de madera de los carpinteros que hicieron el mueble.

El futuro salón de actos de la sacristía del Sagrario constituye otro ejemplo de modernización. Este espacio se extiende transversalmente desde la fachada a la calle Alemanes hasta una hendidura dispuesta a un metro, aproximadamente, de la fachada al Patio de los Naranjos, que se protege con una barandilla de vidrio con una doble misión: exponer sobre el muro cuadros y enseres propiedad de la Catedral y, de paso, evitar caídas.

El diseño incluye iluminación de bóveda mediante tiras de luminaria y de zonas expositivas con proyectores usando también tecnología LED en todos los casos.

Estas actuaciones más novedosas conviven con intervenciones mucho más tradicionales. Es el caso del recalce practicado en la biblioteca Colombina para solventar los problemas de fisuras en los muros; la limpieza de aljibes del patio de los Naranjos, en concreto de aljibe oeste; el mantenimiento de cubiertas de Catedral, con tareas de reparación de los pináculos en el patio de los Limones, situado en la capilla Virgen de la Antigua, y las labores de mantenimiento de las diversas campanas de la Giralda.

En el otro extremo se encontraría el Sagrario, que aún sigue con esa visión provocada por la red que cubre la parroquia para evitar, por seguridad, que caigan fragmentos, por muy pequeños que sean estos. En este sentido, desde el Cabildo, según anunciaron en la comparecencia pública, se ha elaborado un plan de análisis y seguimiento para el estudio de las fisuras y grietas que permitirá elaborar una propuesta de intervención, con un importe de 20.000 euros.

Por último, en este balance se han destacado las mejoras efectuadas en las capillas de la Encarnación y la Inmaculada –conocida coloquialmente como la Cieguecita–, y las labores de conservación preventiva de las piezas que han formado parte de la exposición temporal con motivo del Año Jubilar de la Misericordia.