Una cabalgata centenaria

La ilusión deja huella

04 ene 2017 / 20:51 h - Actualizado: 06 ene 2017 / 23:28 h.
"Una cabalgata centenaria"
  • Rocío Morera Maldonado, repartiendo caramelos en la cabalgata de 2015.
    Rocío Morera Maldonado, repartiendo caramelos en la cabalgata de 2015.

Por Rocío Morera Maldonado, Estrella de la Ilusión 2015
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n día como hoy, 5 de enero, hace dos años, pude disfrutar uno de los momentos más maravillosos de mi vida al ver a tantas personas llenas de alegría. Fue como una historia de esos cuentos en los que uno no termina de creer hasta que la realidad te demuestra que, cuando algo se desea con todas tus fuerzas, el destino, tarde o temprano, termina poniéndotelo en el camino. Todos los sueños se hacen realidad si se lucha por ellos.

Cuando me confirmaron la noticia de ser Estrella de la Ilusión y formar parte del cortejo real de la Cabalgata de Reyes de Sevilla mi emoción fue enorme. Me sentí feliz de que me dieran la oportunidad de ver desde tan alto la ciudad a la que tanto quiero, para poder divisar la emoción, las sonrisas, a la gente contenta. También agradezco tremendamente la oportunidad de poder transmitir a Sevilla todos los valores que me inculcaron en mi familia de echar muchísimo esfuerzo para conseguir las cosas, sacrificio, ser buena persona, tener buen corazón, ser agradecido y ser generoso. Si nosotros nos llenamos de esos valores, eso va a hacer que nos llegue un futuro bastante mejor. Creo firmemente en que todos los sueños se hacen realidad si se lucha por ellos, y esta creencia es algo que también me ha gustado y me gusta constantemente compartir.

Además de la tarde mágica de la Cabalgata de Reyes que todos conocemos, son numerosos momentos y eventos en los que también se participa desde que te anuncian que eres miembro del Cortejo Real, y cada uno de ellos los guardo en mi memoria con especial cariño.

La presentación del cartel de la Cabalgata; coronación en Capitanía; rueda de prensa y entrevistas con los medios de comunicación; entronización del Niño Jesús; Heraldo Real recogiendo las cartas de los niños por nuestra ciudad; por supuesto la tarde mágica de la Cabalgata de Reyes y el reparto de regalos e ilusión en los hospitales; y la cena final del día 6 realizada por el Ateneo como culminación del acto.

El primer evento, que por orden de comienzo, más llegó a mi corazón, fue la tarde de la coronación de los Reyes Magos en el Salón de Capitanía. El Excelentísimo e Ilustrísimo Ateneo de Sevilla, al cual estoy muy agradecida, me brindó la oportunidad, por primera vez en la historia, de que la Estrella de la Ilusión pudiese dar unas palabras de generosidad durante su coronación. En ese momento sentí que las «estrellas» no sólo brillan sino que tienen voz propia, y que gracias a su apoyo y generosidad, pude traer igualdad a las mujeres en esta nueva era.

Siendo complicado trasladar los sentimientos al papel, gracias a los medios de comunicación he podido rescatar las palabras que mencioné. Siendo el primer discurso para una Estrella de la Ilusión, lo comparto para hacer llegar que no es sólo lanzar caramelos, sino también es lanzar ilusión:

«Mi misión como Estrella es brillar muy muy fuerte para servir de guía a los tres Reyes Magos llevando Ilusión a todos las casas, a todos los rincones, a todas las personas y niños del mundo. Porque la ilusión es universal, no entiende de sexo, edad, clase social, color, religión, nacionalidad; la ilusión forma parte de la palabra inclusión. La ilusión es la fuerza que acompaña a las personas que deciden construir puentes tan grandes y fuertes que les permitan conectar la historia con el futuro, creando un presente que les permitan recorrer el mismo camino juntos para lograr un objetivo concreto, como la mejora permanente del bien común. La ilusión es el vehículo que nos permite transitar al territorio de la bondad.

Ser portadora de la ilusión es una gran responsabilidad que se vive con muchísima pasión. Se refleja más aún, un día como hoy, el día que hasta los más mayores se vuelven niños.

Lloverán caramelos mágicos de la Carroza de la Estrella que simularán los pequeños ladrillos que os ofrezco para construir el gran puente interior, este puente que nos va a ayudar a encontrar el camino de la ilusión.

Recomendad en esta tarde mágica a todos vuestros familiares y amigos que los caramelos que recojan de la Cabalgata los vayan guardando durante el año ya que sus ingredientes serán muy saludables; están elaborados con grandes dosis de humildad, generosidad, esfuerzo y amor.

No hay que preocuparse si al probarlo se siente algo especial, como mariposas en la barriga; eso es porque todos los ingredientes están haciendo efecto en cada uno como si de una fuerte vitamina se tratase. Al comerlos, os puede provocar un efecto secundario. Pero no tengáis miedo, el efecto es positivo, olvidaréis por un momento todo lo malo y sólo sentiréis plena confianza en que los sueños se hacen realidad. Si cogéis más caramelos que los demás, dad a probar; veréis y sentiréis cómo se crea una atmósfera en la que respiremos entusiasmo renovado.

Todos tenemos la responsabilidad de dar lo mejor de nosotros mismos, porque con ilusión, podemos cambiar el mundo todos los días. Todos somos mejores que los demás haciendo algo, y ese algo es nuestro talento por el que mostramos al mundo todo lo que somos capaces de hacer para mejorarlo. Porque si somos generosos con Sevilla, con el Universo, nuestra Sevilla Universal también será generosa con nosotros».

Mi aprecio y agradecimiento lo tienen todas las personas que hacen posible que un día, como éste, Sevilla y el mundo brille con luz propia, y que con su forma de ser ayudan a que esta mirada continúe y se prolongue durante todos los días del año.

Recordad que todos los sueños se hacen realidad si se lucha por ellos. Y, que la ilusión es el motor que cambia el mundo y que con ella, dejamos huella.