Llevar la periferia al corazón de Sevilla. Ese es el objetivo de las portadas del Corpus de este año en la Plaza de San Francisco, que son un homenaje al 75 aniversario de la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, santo y seña del Cerro del Águila. «Mejor no se puede representar el templo de los Dolores», expresó el párroco Alberto Tena este jueves durante la presentación del proyecto en el Ayuntamiento de Sevilla junto al delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, y el hermano mayor de la hermandad del Cerro, José Anca.
«¿Esto me lo puedo quedar?», preguntaba insistente el sacerdote señalando al panel que ilustraba el proyecto. Tal era su admiración por el resultado, que tuvo un lapsus cuando mencionó la fecha de la erección canónica de la parroquia: «Fue un 3 de febrero de 2043 (sic)». No era para menos, pues el propio Tena explicó que el templo cerreño «es la seña de identidad» de un barrio que mantiene «las características y la personalidad de lo que significa ser un pueblo dentro de la ciudad», señaló el sacerdote, que destacó que los tres pilares «para entender la vida y la historia del Cerro son parroquia, barrio y hermandad».
«Que sea la parroquia del Cerro la puerta por donde va a hacerse significativo el Corpus Christi de Sevilla», concluyó Tena tras agradecer la «generosidad» del Ayuntamiento al unirse con la parroquia para celebrar su 75 aniversario. En este sentido, cabe destacar que la propuesta de que la parroquia del Cerro protagonizara las portadas del Corpus se ha antepuesto incluso a otras efemérides como el del Año Murillo, indicó Cabrera.
Para el hermano mayor de la hermandad de los Dolores, el gesto de dedicar las portadas a la parroquia del Cerro va más allá de la simple instalación de unas construcciones efímeras, ya que «no es solo una portada de madera y tubos de hierro». El responsable de la corporación del Martes Santo explicó que «representa todo el sentimiento y todo el espíritu de un barrio obrero que se despierta todas las mañanas para luchar y pelear por sus casas y su ciudad», señaló Anca.
Juan Carlos Cabrera detalló que el cuerpo principal de las portadas recrearán la fachada de ladrillo visto de la parroquia del Cerro y estarán decorados con los motivos propios de las pinturas del altar mayor del templo, así como con el escudo de la hermandad de los Dolores, si bien se echa en falta –al ser un homenaje a la parroquia– el escudo de la hermandad del Rocío, que también tiene su sede en la parroquia. Además, las portadas tendrán una altura de 14,70 metros y una anchura de 9,70 metros, mientras que los arcos centrales tienen unas dimensiones de 6,50 metros por 3,50 respectivamente. Para la construcción de las portadas se invertirán 1.500 horas de trabajo y se utilizarán 4.500 metros lineales de tubos y un total de 480 metros cuadrados de revestido de aglomerado de madera.
Aunque el actual templo data del año 2002 –la bendición del templo coincidió con la coronación canónica de la Virgen de los Dolores–, la parroquia se erigió en 1943 en una capilla de la avenida de Hytasa. Diez años después, en 1953, se trasladó al interior del barrio, en el solar que ocupa actualmente en la calle Afán de Ribera. El edificio que diseñó Aurelio Gómez Millán padecía graves problemas arquitectónicos y tuvo que ser derribado en 1996.