Patrimonio

La Real Maestranza de Sevilla recibirá la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes

El cuerpo nobiliario ha sido distinguido junto a 32 personalidades del mundo de la cultura española el mismo año que celebra el 350 aniversario de su instituto

29 dic 2020 / 15:59 h - Actualizado: 29 dic 2020 / 18:58 h.
"Patrimonio"
  • Casa de la Maestranza en el Paseo de Colón.
    Casa de la Maestranza en el Paseo de Colón.

El Consejo de Ministros, a propuesta del ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, ha concedido la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes a la Real Maestranza de Sevilla junto a otras 32 personalidades de la cultura. Así lo ha anunciado el Gobierno a mediodía de este martes, 29 de diciembre, justificando la concesión en base a “la meritoria labor que desarrolla vinculada a la Tauromaquia como manifestación del Patrimonio cultural inmaterial español”. Hay que recordar que esta distinción se concede anualmente “a las personas y entidades que hayan destacado en el campo de la creación artística y cultural o hayan prestado notorios servicios en el fomento, desarrollo o difusión del arte y la cultura o en la conservación del patrimonio artístico”.

En la propuesta del ministro se destacaba que “además del primoroso mantenimiento y conservación de la Plaza de Toros de Sevilla, que lleva su nombre y tiene la categoría de Bien de Interés Cultural, la Real Maestranza de Caballería de Sevilla desarrolla un completo programa de actividades académicas, culturales y de mecenazgo que trascienden del ámbito específico de la Tauromaquia”. Desde ese punto se destacan los premios universitarios al mejor expediente académico de cada centro de la Universidad de Sevilla; el apoyo a la cátedra Ignacio Sánchez Mejías de comunicación y tauromaquia en la Hispalense; el patrocinio de la Fundación de Estudios Taurinos, de Aula Taurina, el apoyo a las escuelas taurinas andaluzas... Pero la propuesta va más allá al recordar que “en su rico patrimonio bibliográfico y documental dedicado a la Fiesta de los Toros destaca la colección de carteles taurinos, que abraca desde la primera mitad del siglo XVIII hasta nuestros días”.

Tampoco hay que olvidar que el cuerpo nobiliario ha cumplido en este 2020 el 350 aniversario de su instituto aunque la pandemia obligó a cancelar el amplio programa de actos preparado por la institución. Eso sí, no impidió que el rey Felipe VI, Hermano Mayor efectivo del cuerpo, presidiera el pasado 20 de febrero la tradicional entrega de premios taurinos y universitarios –principal escaparate de la Casa a la ciudad de Sevilla- en una inusual y luminosa carpa transparente instalada para la ocasión en el ruedo de la plaza de toros, propiedad de la Real Maestranza. Faltaba menos de un mes para que la expansión del covid-19 hiciera saltar por los aires toda la cotidianidad.

Se trata, en definitiva de la medalla número 28 ligada al mundo de la Tauromaquia aunque, una vez más, no haya recaído directamente en un matador de toros. La lista la inauguró Antonio Ordóñez en 1996 y le siguieron consecutivamente El Viti, Curro Romero, Litri, Pepe Luis Vázquez, el ganadero y rejoneador Álvaro Domecq y Díez, Antoñete, Rafael de Paula, Manolo Vázquez, Ángel Luis Bienvenida, Espartaco, Paco Camino, José María Manzanares, Enrique Ponce, el crítico Manuel Molés, José Tomás, Francisco Rivera Ordóñez, Luis Francisco Esplá, Joselito, Pepín Martín Vázquez, Ángel Peralta, Victorino Martín, El Cordobés, Hermoso de Mendoza, El Juli, Dámaso González y la sastra de torero Natividad González. Hay que recordar que Paco Camino y José Tomás devolvieron las suyas después de que fuera concedida a Francisco Rivera en 2008.

Un poco de historia

Fue Carlos II El Hechizado el que rubricaría la creación del Real Cuerpo de Maestranza de Sevilla en 1670. El objeto de alentar ese flamante cuerpo de caballeros, que tenía algunos antecedentes en una antigua hermandad medieval, pasaba por el adiestramiento de la nobleza en el arte de la jineta para nutrir los cuadros de oficiales del ejército y estar preparados para la guerra, siempre al servicio de la Corona.

Pero la corporación de caballeros hubo de ser reorganizada en 1725 después de algunos años de postración, recibiendo un especial espaldarazo de Felipe V, el primer rey de la casa de Borbón, que pasó una larga estancia en Sevilla para curar su melancolía. En 1729, don Felipe concedió a la Maestranza el privilegio de uso de su vistoso uniforme y estrechó los vínculos con la Casa Real nombrando a su propio hijo, el infante don Felipe, Hermano Mayor de la institución. Eso sí, habría que esperar hasta Fernando VII, que ya lo había sido como infante, para ver la primera testa coronada ejercer de Hermano Mayor.

Se inauguraba así una constante que no se ha interrumpido hasta ahora, incluyendo a don Juan de Borbón y Battemberg –abuelo del actual monarca- que aunque no fue rey de hecho sí lo fue de derecho y mantuvo la condición de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Sevilla –y el maestrazgo de las órdenes militares- hasta su fallecimiento en 1993. Eso sí: desde el momento de su proclamación, el Hermano Mayor de la Real Maestranza de Sevilla es el rey Felipe VI. Su teniente es Santiago León y Domecq desde el primero de julio de 2017.

La plaza de toros

Si el último monarca de la casa de Austria había dado carta de naturaleza al instituto de la Real Maestranza, también fue el primer Borbón el encargado de concederle el privilegio de celebrar fiestas de toros para sostener la corporación. Hay que remontarse hasta 1730, año que marca el comienzo de esa fecunda relación con el mundo de la Tauromaquia. El privilegio real impulsó la construcción de la actual plaza de toros en el antiguo Monte Baratillo, una auténtica escombrera que estaba destinada a convertirse en templo del toreo. El primer recinto, cuadrado, provisional y construido en madera, estaba limitado por el antiguo Convento del Pópulo –actual mercado del Arenal- y el propio monte. El segundo, de forma circular, ya se elevó sobre la antigua escombrera. Pero aún se llegarían a montar otros dos cosos provisionales a la vez que se construyen las primeras dependencias de obra hasta el inicio, en 1761, de las obras del definitivo recinto taurino: la actual plaza de la Maestranza.

Era el comienzo de un largo proceso constructivo que no alcanzaría su primer punto y aparte hasta 1881, cuando el arquitecto Juan Talavera cerró la arquería. Pero el proceso no estaba cerrado: en 1914 la ciudad mudó su piel, preparándose para la demorada Exposición Iberoamericana que acabó celebrándose en 1929. La plaza de la Maestranza no fue ajena a esa marea regionalista que supuso una reducción del inmenso ruedo y, sobre todo, la sustitución de los viejos tendidos de piedra por unos de ladrillo visto que terminaron de otorgar a la plaza la inconfundible fisonomía que ha llegado a nuestros días.

La Real Maestranza hoy

Hay que partir de una premisa: la lealtad inquebrantable al Rey y todo lo que representa en la España constitucional de hoy. A partir de ahí, la acción social y cultural de la Real Maestranza de Sevilla ha sabido adaptarse a los tiempos sin abandonar la fidelidad a sus constituciones. Los caballeros preparados para la guerra y el arte ecuestre mantienen idéntico ese espíritu operando y favoreciendo el mundo de la cultura, las artes, la beneficencia...

Dentro del campo benéfico-social, el cuerpo nobiliario mantiene intacto su compromiso de patrocinio con las Cocinas Económicas de Triana y las Escuelas de la Macarena, fundadas por la propia corporación. Ese mecenazgo, que sería incontable, se hace extensivo a los campos de la sanidad, la asistencia social, la educación, el ámbito de las cofradías, la restauración del patrimonio, las numerosas publicaciones, su apoyo al mundo ecuestre... además de aportaciones puntuales a cualquier causa que lo merezca e iniciativas como los premios universitarios que distinguen a las cabezas de cada promoción desde 1965 que se suman a los trofeos taurinos que se entregan cada temporada. Pero la Real Maestranza de Caballería tiene su auténtico mascarón de proa en el mantenimiento de su plaza de toros, uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad que cuenta con uno de los museos y la pinacoteca más visitados. 350 años después, el espíritu de su fundación permanece intacto.

El resto de reconocimientos

Las Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes correspondientes a 2020 han recaído en 32 personalidades del mundo de la cultura. A título póstumo, la Medalla ha sido concedida al músico Pau Donés , al actor Álvaro de Luna y al diseñador de moda Andrés Sardá. El Consejo de Ministros también ha aprobado la concesión de la Medalla de Oro de las Bellas Artes a los actores Antonio Resines y Carlos Hipólito; al director de escena Emilio Sagi; a los directores de cine Montxo Armendáriz y Álex de la Iglesia; y a las actrices Adriana Ozores y Emma Suárez. También han sido distinguidos los bailarines y coreógrafos Sara Baras, Antonio Canales, Carmen Werner y Teresa Nieto.

En el apartado musical, han sido galardonados Rosario Flores, Manolo García, el compositor y director de orquesta Gustavo Dudamel, el compositor Hans Zimmer y la soprano María Bayo. También ha sido galardonados la coleccionista y mecenas Pilar Lladó, la presidenta del Patronato de la Fundación Federico García Lorca, Laura García-Lorca y el acróbata y payaso Miguel Ángel Fernández . También han sido distinguidos el filósofo sevillano Emilio Lledó, los catedráticos Simón Marchán Fiz y Valeriano Bozal; la restauradora de pintura María Dolores Fuster Sabater; la artista multidisciplinar Paz Muro y la galerista Marga Sánchez además del cocinero Quique Dacosta, la editorial Marcial Pons y la colección de Cine y Derecho de la editorial Tirant lo Blanch.