La Ronda Urbana Norte recibirá un nuevo asfalto contra el ruido

La nueva capa, que reducirá el sonido entre seis y nueve decibelios, se aplicará antes de final de año

Iñaki Alonso @alonsopons /
05 may 2018 / 22:38 h - Actualizado: 05 may 2018 / 23:20 h.
"Tráfico"
  • Imagen aérea donde se muestra la cercanía de los vehículos a los bloques de viviendas de Pino Montano. / Jesús Barrera
    Imagen aérea donde se muestra la cercanía de los vehículos a los bloques de viviendas de Pino Montano. / Jesús Barrera

Una capa antirruido permitirá amortiguar, al menos en unos cuantos decibelios, la tortura que sufren desde hace años los sevillanos que viven prácticamente sobre la Ronda Urbana Norte (RUN). El Ayuntamiento va a tirar de la bolsa de los fondos europeos destinados para la zona Norte y Macarena para adoptar la primera medida paliativa frente a los ruidos en una vía por la que transitan más de 72.000 vehículos diarios. La idea, por parte del Consistorio, es aplicar el asfalto fonoabsorbente antes de que concluya este año, lo que permitirá rebajar entre seis y nueve decibelios el ruido.

La Ronda Urbana Norte ya se sometió hace cinco años a una capa antirruido por valor de 500.000 euros, aunque el anterior gobierno municipal se quedó a medias y aplicó la medida en un tramo donde no había apenas viviendas afectadas por el ruido, que es el comprendido entre el nudo de la Gota de Leche –el cruce de la SE-30 con Kansas City– hasta la rotonda del Berrocal –justo a las puertas de los bloques de viviendas de Pino Montano–. Además, su durabilidad era escasa: seis años. La actual concejal del Distrito Norte, Myriam Díaz, se comprometió hace un año en pleno a completar la capa antirruidos desde el punto en el que lo dejaron sus predecesores hasta la glorieta Olímpica, aunque con el único plazo de tener «disponibilidad presupuestaria». La búsqueda terminó con los fondos europeos (Edusi), por los cuales el Ayuntamiento percibirá 15 millones de euros en los próximos años y que recoge una línea específica de «lucha contra la contaminación acústica y mejora de la calidad ambiental».

El coste exacto todavía no ha trascendido. Sí esta garantizado que se aplicará el nuevo pavimento fonorreductor en el tramo que se quedó fuera de la anterior actuación, aunque no se descarta ampliarla al resto del trazado de la Ronda Urbana Norte a la vista de que la capa esparcida en 2014 tiene la fecha de caducidad muy cercana. Sobre esto último, los técnicos han buscado un componente de más durabilidad, para que el asfalto fonoabsorbente se mantenga durante al menos diez años.

Pese a esa acción, desde el gobierno local son conscientes de que esta medida ayuda pero no deja de ser un «parche» para acabar con las molestias que sufren desde que la obra de la SE-30 quedara a medias y se tuviera que recurrir a este tramo urbano como alternativa –iba a ser provisional– para que llegara a tiempo de cara a la inauguración de la Expo 92. Es más, saben que la única opción viable es acordar con el Estado la generación de itinerarios de tráfico alternativos a la Ronda Urbana Norte. Esa petición se incluyó –y aprobó– en el último pleno dentro de un paquete de demandas donde se exigía al Ministerio de Fomento que le transfiriera la SE-20 (Ronda Supernorte) al Ayuntamiento y se desarrollara el convenio, valorado en diez millones, para impulsar la remodelación del enlace entre la autovía de Madrid (A-4) y la SE-20.

Pero esa resolución, aunque esté reflejada en los presupuestos generales del Estado, todavía queda lejos, sobre todo para la paciencia de unos vecinos que demandan ya medidas urgentes. Al respecto, el Consistorio ha puesto en marcha medidas disuasorias, sobre todo en el tránsito de vehículos de alto tonelaje, cuya circulación está prohibida en la Ronda Urbana Norte. A las señales de mayor tamaño que se colocaron el año pasado para advertir de la no circulación de camiones de más de 12 toneladas se suma también la presencia puntual –al menos una vez por semana– de la Policía Local, realizando controles justo a la altura de la glorieta del Berrocal.

Pero, más allá de las medidas coercitivas, el Consistorio busca alianzas con los camioneros. Están trabajando con la Asociación de Parques Empresariales de Sevilla (APES) en itinerarios de entrada y salida de camiones que «esquiven» este trazado urbano. Los técnicos van más allá y están diseñando una aplicación móvil que incorpore todas estas rutas.

Además de ahuyentar los camiones, toca la metamorfosis de la vía. Aunque sea a largo plazo, la idea pasa por reconvertir la ronda en bulevar, con masa verde en la mediana –que amortiguaría algo el ruido– y carriles más estrechos para reducir la velocidad de los vehículos.