- David González Romero, en la Feria del Libro de Sevilla, en Plaza Nueva, donde su editorial El Paseo participa con una caseta que muestra todo su catálogo de 125 títulos editados a lo largo de 7 años, y con presentaciones de libros y firmas por parte de numerosos autores.
«La vena romántica de editores y libreros ha de incluir la vena empresarial para que sea rentable»
David González Romero. Fundador de El Paseo Editorial. Tras 20 años de experiencia en el sector, en 2016 decidió emprender su propio camino como editor de libros y desde Sevilla está logrando valiosas aportaciones al sector, con un catálogo de obras que incluye tanto el fomento de autores actuales y temas andaluces como la divulgación de literatos y pensadores internacionales.
Hasta el 5 de noviembre tiene lugar la Feria del Libro de Sevilla 2023. En tanto que reflejo de la actividad editorial, literaria y librera de la capital andaluza durante todo el año, propicia la interacción de la ciudadanía con autores, editores y libreros que a diario cultivan el jardín de las palabras impresas para que habiten estanterías hogareñas en cualquier destino, para que ilustren el espíritu de cualquier persona, se defina a sí mismo o no como lectora. Uno de los focos cualitativamente significativos del panorama libresco sevillano es El Paseo Editorial, la personal iniciativa de David González Romero como editor y animador de la vida cultural desde Sevilla.
¿Cuáles son sus coordenadas biográficas?
Nací hace 53 años en Aracena. Mi padre trabajó siempre como ejecutivo de banca y tuvo muchos destinos por las provincias de Jaén, Córdoba y Sevilla, por lo que en mi infancia he vivido muchas mudanzas. Mi madre ha ejercido como ama de casa, soy el cuarto de los cinco hijos. Resido en Sevilla desde que me trasladé para comenzar a trabajar como periodista, carrera que empecé a estudiar en Madrid. Mi pareja es profesora de Lengua en un instituto, tenemos dos hijos, vivimos en Sevilla junto a la ronda histórica.
¿Cómo fueron sus comienzos en el periodismo?
Lo primero fue trabajar en Diario 16 Andalucía, donde me consiguió una beca el profesor y escritor Julio Manuel de la Rosa. Después estuve en Radio América, me fichó el periodista y escritor Juan Bonilla, que estaba al frente del grupo de redactores que tenía Jesús Quintero. También hice trabajos dentro de su equipo de guionistas para sus programas de televisión. Me marché en 1994, me cansé del periodismo porque las alternativas que veía para trabajar en otros medios no permitían hacer algo creativo y de calidad. Me atraía el ámbito de los libros y de la literatura, y surgió la oportunidad cuando Rogelio Delgado me llamó para montar una editorial, que fue RD Editores. Ahí empecé, y en el año 2003, Manuel Pimentel me ofreció formar parte del equipo fundacional de Editorial Almuzara, ahí estuve 13 años, de los que en 8 años estuve dirigiendo su sello literario, al que se le puso el nombre de Berenice. Así aprendí profundamente todas las claves del oficio de editor. No solo lo concerniente a producir un libro sino también todas las vertientes de su distribución y comercialización. Con José María Toro, su director comercial, ya fallecido, aprendí muchísimo.

David González Romero, con los tres primeros libros que publicó desde El Paseo Editorial: de Silverio Lanza, de L. Frank Baum y de Julio Muñoz Gijón ‘Rancio’.
¿Cuándo decide montar su propia empresa como editor?
En el año 2016. En Almuzara se había alcanzado un intensísimo ritmo de producción, y estaba perdiendo el sentido del esmero por la edición de cada libro, para que salga perfectamente madurado, es lo que más me gusta por vocación y por oficio, y requiere cierta lentitud. Llegué a un acuerdo con Manuel Pimentel, que siempre se portó muy bien conmigo y me permitió trabajar con total libertad, y decidí salir de Almuzara para fundar El Paseo como una iniciativa muy personal.
¿Por qué le puso ese nombre a su editorial?
El Paseo es el nombre coloquial con el que los habitantes de Aracena denominan a la principal plaza del pueblo, donde yo lo pasaba bien en los veraneos de mi infancia. Y 'El paseo' es el título de un libro de Robert Walser, escritor suizo, que es una de mis debilidades, lo leí en mi juventud y me impactó. Tenía una foto del último paseo que dio Walser y mi pareja, Asun, hizo una acuarela muy bonita, con la imagen del caballero que va andando con bastón, y de ahí sale la imagen para el logotipo. También elegí ese nombre para sugerir que la editorial sea un paseo que permita hacer conexiones. Que el catálogo de libros sea muy dispar, y pueda servir como itinerario de búsquedas.
¿Cuál es el factor más decisivo desde el punto de vista empresarial para sustentar un proyecto editorial de este tipo?
El de la distribución de los libros. Con los 20 años de experiencia que ya tenía en el sector, llegué a un acuerdo con UDL, que es la principal distribuidora en España para pequeñas y medianas editoriales. Rafael Rodríguez Haro me abrió las puertas de UDL y me ayudó. Cuando tenía acordada la distribución, tanto por la red de librerías como en la venta por internet, a partir de ese momento puse en marcha la editorial. Otros factores eran más fáciles de resolver, como acuerdos con imprentas, con expertos en traducción, en corrección, etc. Y hay que destacar la labor de Javier Alés en el diseño gráfico de todos los libros.
¿Qué títulos eligió para la puesta en marcha de El Paseo?
'Historias mágicas de Oz', de Lyman Frank Baum, traducido por Oscar Mariscal, un libro con el que iniciamos una línea de libros de narrativa para todas las edades que retoman una dimensión mucho más amplia de lo que hoy se acota como literatura infantil y juvenil; la estupenda sátira 'Noticias biográficas acerca del Excmo. Sr. Marqués del Mantillo', de Silverio Lanza, brillante escritor de finales del siglo XIX, al que dediqué mi tesis doctoral; y la novela 'Un hombre lobo en El Rocío', de Julio Muñoz Gijón 'Rancio', quien decidió por amistad publicar sus obras a través de mi editorial, tras darlo yo a conocer desde Almuzara, y siendo ya un autor de éxito con notables cifras de ventas. Su generosidad en ese sentido ha sido una gran ayuda.

David González Romero está afrontando desde El Paseo Editorial la publicación al completo de los siete tomos de ‘A la busca del tiempo perdido’, de Marcel Proust, una de las cumbres de la literatura. En la imagen, junto a Mauro Armiño, traductor, y Marie Grangeon-Mazat, directora del Instituto Francés de Sevilla.
¿Cuántos libros edita cada año?
Una media de 15 novedades por año, y ya tenemos un catálogo de 125 obras editadas. Son muy diversas, y las tiradas iniciales pueden ser desde un mínimo de 700 ejemplares a 5.000. Hoy en día para cualquier editorial, con la digitalización de la impresión, es más asequible el coste. En España, el acuerdo de distribución con UDL incluye la gestión de la devolución de ejemplares no vendidos. En cambio, en los que exporto a América no admito devolución, porque para una editorial pequeña no es posible gestionar bien eso en un mercado tan grande y complejo.
¿Qué autores vivos le han reportado más satisfacción?
Por supuesto, Julio Muñoz Gijón 'Rancio'. Su propuesta a los lectores me parece muy honesta, muy divertida, con un mensaje claro para su público. También estoy muy agradecido a autores como los historiadores Manuel Jesús Roldán y Rocío Plaza, que confiaron en mí, han escrito tanto en clave local como nacional y tienen ventas muy considerables. También Paco Aguado, que es hoy en día uno de los mejores escritores sobre toros. Y un personaje muy singular, con un talento formidable como escritor: Juan Carlos Aragón, ya fallecido. Conocido por sus creaciones para el Carnaval de Cádiz, estoy orgulloso de haber publicado su única novela, 'El pasodoble interminable', que es mi 'best seller' en El Paseo, ya roza los 20.000 ejemplares vendidos.
¿Algún ejemplo de libros que haya promovido escribir?
Uno que acaba de llegar a librerías, 'Cara de ángel', novela biográfica sobre Luisa Roldán, conocida como La Roldana, extraordinaria escultora sevillana del siglo XVII. Se la propuse a Manuel Jesús Roldán, es un proyecto que se ha trabajado durante dos años. Una novela muy seria, muy bien documentada, con gran ambientación histórica. Es perfecta para todo tipo de públicos. Estoy muy satisfecho de su resultado.
¿De qué obras clásicas se siente más orgulloso editarlas?
Tenemos una colección que ya alcanza la cifra de 35 títulos, y el mayor reto está siendo editar al completo 'A la busca del tiempo perdido', de Marcel Proust, traducido, revisado y analizado por Mauro Armiño. Acabamos de editar el cuarto de sus siete tomos. Otra gran satisfacción es haber sacado adelante algo que tenía mucho riesgo: editar el 'Glossarium' del intelectual y jurista alemán Carl Schmitt. Son sus diarios desde 1947 a 1958, traducidos por Fernando González Viñas, con un gran esfuerzo de edición, de anotación, y componen un libro de 700 páginas. Es un proyecto que podía haber sido una ruina, y, sin embargo, ha superado todas las expectativas, hemos vendido 1.700 ejemplares de un libro muy difícil, es de los más exportados a América Latina.
¿Cómo se calcula la proporción entre costes de producción y consecución de rentabilidad?
En el caso de los libros que requieren traducción, ese es el factor que impacta más en los costes. Nosotros, en cualquier faceta (traducción, corrección, diseño, etc.), no estamos fomentando la precariedad profesional. Un proyecto tan difícil como el de los 'Glossarium' de Carl Schmitt supuso un coste de 20.000 euros. Si hubiéramos vendido menos de 900 ejemplares, el balance económico hubiera sido deficitario. El Paseo lo sostengo yo como único trabajador a tiempo completo, tengo a una persona trabajando a media jornada para la comunicación y promoción por redes sociales, y una red de 15 personas que trabajan regularmente para la editorial. Con la pandemia covid se dispararon las ventas de libros, muchas personas intensificaron su hábito de lectura durante los meses de confinamiento. Ya estamos en ventas a niveles de prepandemia.
Las editoriales andaluzas, ¿qué respaldo tienen como industria cultural?
Desde hace 14 años el respaldo institucional andaluz nos ha abandonado. No somos competitivos respecto a otras comunidades autónomas como Aragón, Extremadura o La Rioja, que tienen programas de ayudas y subvenciones a las editoriales, de apoyo a su promoción internacional, de asistencia a ferias internacionales, de compras de ejemplares para destinarlos a las bibliotecas públicas. No puede ser que la producción editorial que se hace en Andalucía no llegue a las bibliotecas andaluzas. La industria del libro es en el sector cultural la más importante pero en Andalucía no tiene ninguna línea de ayuda. Ojo, a mí no me interesa que el negocio se estructure en función de las subvenciones. Pero es una realidad que estamos en franca desventaja respecto a las demás comunidades autónomas.

David González Romero, a la derecha de la imagen junto al periodista y escritor José María Rondón, y a Luis Méndez, director general de Cultura y Patrimonio de la Universidad de Sevilla, en la presentación del libro de Rondón sobre Antonio Núñez de Herrera, periodista y escritor que en tiempos de la Generación del 27 fue autor de un libro que sigue siendo de referencia: ‘Sevilla: Teoría y realidad de la Semana Santa’.
¿En qué Ferias del Libro participa El Paseo?
En las de Madrid, Sevilla y Granada. La de Madrid es fundamental porque te da una visibilidad enorme a tu catálogo de libros, es una gran oportunidad de promoción porque en la caseta ve rápidamente la diversidad de nuestra gama de títulos, las diversas colecciones, y así la identidad de la editorial alcanza una dimensión mejor. La de Sevilla también es importante para nosotros, por ser una editorial sevillana y tener muchas conexiones con el ámbito cultural sevillano. Y la de Granada es una cita muy agradable, con buen nivel de visitas y de ventas, porque su Feria del Libro es una cita especialmente valorada en el calendario anual de la ciudad.
En Sevilla, ¿el público de la Feria del Libro es tan heterogéneo como su catálogo de libros?
Sin duda. Hay personas que se interesan por libros de temáticas locales o de autores locales, al igual que hay muchas personas que buscan temas totalmente distintos. Con las dimensiones que tiene Sevilla, es una ciudad con público para todo. Como evento, en los últimos tres años está yendo hacia arriba. Formo parte, como vicepresidente, de la Asociación Feria del Libro de Sevilla, y estamos satisfechos de que se consiguiera cambiar su celebración a otoño, funciona mucho mejor que en primavera. Tenemos que conseguir incrementar el porcentaje de población sevillana que la considere una cita ineludible y sienta la necesidad de ir a la Feria del Libro.
¿Cuál es su punto de vista sobre el panorama actual en Sevilla de la producción editorial y, por otro lado, de la situación de las librerías, tras el reciente cierre de varias de ellas?
Sevilla está viviendo un momento editorial muy dulce. Y no lo digo por El Paseo. Hay editoriales históricas como Renacimiento, que lleva 40 años y quizá está ahora en su mejor momento. Y hay nuevas iniciativas editoriales muy ilusionantes. Se está haciendo desde Sevilla muy buena traducción, muy buena edicion con distribución internacional, con la calidad de las ciudades punteras. En cambio, la situación del sector librero es rarísima, porque no entiendo que con la población que tiene Sevilla esté tan en retroceso su mapa de librerías. Algo se está haciendo mal. A Sevilla le hacen falta más librerías, ahora solo hay diez de referencia. Han cerrado cinco en los últimos meses. Muchos barrios grandes no tienen ninguna. Creo que en Sevilla aparecerán dos o tres nuevas, confío en que se planteen con mejores criterios de gestión para que consigan su viabilidad.
¿Cómo alcanzar ese objetivo?
El ámbito cultural de los libros es bello, y el de las librerías es especialmente atractivo. Pero, como cualquier otra forma de producción cultural, de puertas adentro es indispensable que esté sustentado con parámetros de negocio, y adaptado a los nuevos formatos de comercialización. La vena romántica e idealista de una librería es maravillosa. Pero también tiene que tener una vena empresarial para que sea rentable y perdurable. Como ya vimos en el año 2010, la verdadera revolución para la venta de libros era el desarrollo de los canales punto.com y hay que aprovecharlos, aprendiendo a trabajar con ellos.
En El Paseo recibirá muchas propuestas de quienes quieren que le publique los libros que ha escrito. ¿Cuál es el nivel actual de los autores literarios?
Lo primero que subrayar es el alto porcentaje de autores andaluces que protagonizan la actividad de las principales editoriales españolas que lideran el sector desde Madrid y Barcelona. Es muy elevada la proporción de nuevos creadores que han salido del Sur, no solo desde Sevilla. Es una pena que Andalucía no haya creído en sí misma como industria, porque somos grandes generadores de contenidos a nivel individual. Tan cierto como que abunda el talento en nuestra tierra, es cierta otra dimensión: Es enorme la cantidad de propuestas que nos llegan para que publiquemos libros, es una avalancha ingobernable. Es increíble la cantidad de originales que le llegan a una editorial de nuestras dimensiones. Alucino. No puede ser que todo el mundo piense de sí mismo que es un creador. Para mí, la creatividad está sobrevalorada, y en cambio está infravalorada la formación. Muchas veces aconsejo: Menos escribir y más leer.