-
El costoso acuerdo de intervención arquitectónica en las Atarazanas lo han escenificado los implicados en el mismo edificio. / I. G. C.
Seguramente ningún otro asunto sobre arquitectura y patrimonio había hecho correr más ríos de tinta, desde los primeros compases de la Torre Pelli, que la recuperación de las Reales Atarazanas de Sevilla. Ayer, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y la Asociación para la Defensa del Patrimonio (Adepa) alcanzaban un acuerdo sobre el proyecto de intervención arquitectónica en el histórico astillero de la ciudad que han dado a conocer esta mañana. Las partes implicadas han consensuado por fin un texto de acuerdo que asegura los aspectos jurídicos, técnicos y patrimoniales del proyecto y que pasa por la retirada interpuesta por Adepa contra la Junta para parar el primer proyecto original.
Contenido relacionado:
PDF | Acuerdo sobre las Reales Atarazanas de Sevilla
Ahora, las instituciones implicadas encargarán un nuevo borrador de la intervención al arquitecto implicado, Guillermo Vázquez Consuegra, y se espera que todos los trámites que todavía han de superarse permitan el comienzo de las obras en el plazo máximo del primer trimestre de 2019. Así las cosas, se calcula que a comienzos de 2021 podría abrir sus puertas al público el histórico edificio. Mediará en ello la inyección económica que tendrá que hacer La Caixa, estimada en doce millones ochocientos mil euros.
«Todos los implicados hemos sido flexibles para dar luz a un proyecto de síntesis entre dos visiones de la conservación del patrimonio», ha asegurado, en rueda de prensa, el consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, quien acompañado por el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, y otras personalidades fundamentales en la puesta a punto del edificio, se congratuló por este «regalo de fin de año» que se anuncia a la ciudad.
No parece posible ya que las Reales Atarazanas vuelvan a sufrir un nuevo revés en el camino hacia su reapertura; estando de acuerdo todas las partes en que la intervención en este monumento declarado Bien de Interés Cultural se realizará atendiendo a criterios, metodologías y técnicas que garantizarán en todo momento la conservación, restauración, rehabilitación y uso público.
Un relato, el de Atarazanas, que tomo actualidad cuando en el lejano 2008, Vázquez Consuegra redactó un primer borrador de intervención. «Esto es un éxito de todos; la ciudad conoce poco este edificio pero lo quiere mucho, es una especie de mito de la ciudad», expresó en la presentación del acuerdo Andrés Joaquín Egea, de Adepa. «Esta es la Catedral civil de la ciudad, unidad al Hospital de la Caridad y mirando al Guadalquivir; un espacio construido en 1252 y en el que confluyen muchos siglos de historia», detalló.
«Este acuerdo es la manifestación de la voluntad de todos nosotros de que la ciudadanía pueda disfrutar cuanto antes de este espacio cultural que está destinado a ser uno de los emblemas de la ciudad de Sevilla», según Miguel Ángel Vázquez. Su explotación se llevará a cabo a medias entre la Junta y La Caixa, que ubicará aquí un nuevo centro cultural. No está cerrada aún el coste que tendrá para el público acceder a las Atarazanas, aunque el consejero recordó que la política de la administración para el acceso a los conjuntos monumentales es de gratuidad, debiendo abonar 1,50 euros los ciudadanos de países no comunitarios. «Ahora lo importante es que vamos a darnos la mayor prisa posible buscando que los plazos sean los mínimos; trasladando esta urgencia a todos los actores implicados», concluyó.
POSIBLE CASA DE AMÉRICA
Los contenidos que tendrán las Reales Atarazanas no están definidos todavía. Pero tanto la Junta como el Ayuntamiento de Sevilla y La Caixa han expresado su interés en que el espacio no pierda la conexión con América, toda vez que este recinto fortificado fue utilizado durante décadas para asentar oficinas, talleres y almacenes, siendo Apostadero de la Carrera de Indias.
UNA INTERVENCIÓN BASADA EN CRITERIOS DE «PULCRITUD»
El objetivo es conseguir «la mayor pulcritud» en la intervención, según Adepa. Para ello, Vázquez Consuegra tendrá que rearmar el proyecto teniendo en cuenta que la excavación «ha de priorizar la comprensión y puesta en valor de la zona de encuentro entre la muralla, la torre, la puerta acodada y las antiguas pescaderías». También se realizará un refuerzo de la cimentación. Esta excavación será modulada de manera que posibilite una recuperación de la escala del edificio del siglo XIII. El proyecto contempla a su vez el mantenimiento de la integridad visual de las naves; para ello la colocación de escaleras no distorsionará la visión de estas. «En ningún caso podrá darse uso a este espacio de las naves que dificulte la visión integral de las mismas», según recoge el documento firmado. Del mismo modo ha quedado descartado la instalación de una cafetería en la planta superior.
Se ahondará en el mantenimiento de la direccionalidad de las naves, paralelas y orientadas hacia la ribera. Sí que se mantiene la apertura, inicialmente prevista, a la calle Dos de mayo, facilitando el acceso secundario al inmueble por esta vía. Se mantendrá, de la misma forma, el espacio unitario de la Real Fundición, así como de su primitiva cubierta, la Sala de Armas y de Mando. La intervención respetará las dos edificaciones exteriores, la antigua biblioteca y el cuerdo de guardia, así como el conjunto de fachada y dependencias a calle Temprado. El tratamiento de los cuerpos altos sobre las cubiertas y de la luz del edificio también se observará escrupulosamente. Se creará, a tal efecto, una comisión de seguimiento.