Las lagunas de Sevilla también existen

La Junta de Andalucía rectifica da marcha atrás y abre la vía para incorporar las lagunas de Sevilla Este en el el Inventario de Humedales de Andalucía

Ricardo Gamaza

Las lagunas de Torreblanca, El Sapo y Buena Esperanza han estado abandonadas desde hace décadas hasta el punto de convertirse en espacios degradados, con escombros y hasta incendios. Un abandono que dista mucho del valor esencial que tienen estos espacios naturales que son ampliamente conocidos por la comunidad científica y se usan incluso como recurso educativo por centros cercanos y hasta por la Universidad de Sevilla.

Precisamente es el valor ambiental y científico el que ha hecho que la Junta de Andalucía diera marcha atrás en el rechazo inicial a incorporar estos sistemas lagunares en el Inventario de Humedales de Andalucía (IHA). El pasado jueves, en la reunión del Comité Andaluz de Humedales que tuvo lugar en la localidad gaditana de Trebujena, Ecologistas en Acción logro que se debatiera in extremis sobre esta demanda. Lo lograron al acudir a la reunión con el aval científico y académico de investigadores de la Universidad de Sevilla y del CSIC, que trabajan desde hace más de dos años en este complejo de lagunas temporales en la periferia de Sevilla.

En septiembre del año pasado la plataforma SAVE! propuso la inclusión en el IHA de este complejo de lagunas temporales en la periferia de Sevilla. Entonces, la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, a través de la Dirección General de Espacios Naturales Protegidos, rechazó la tramitación del procedimiento de inclusión, aunque el Comité Andaluz de Humedales no se había pronunciado al respecto. Ahora, la Junta de Andalucía, tras conocer en la reunión del Comité de Humedales el amplio apoyo ciudadano y científico a la importancia social y ambiental de estas tres lagunas, ha dado marcha atrás y ha abierto la vía para contemplar su inclusión en el IHA.

Formar parte de este inventario de humedales no supone por sí mismo una medida de protección más allá de reconocer que existen de manera oficial. Una existencia que tendría que contemplarse en posibles urbanizaciones como la que ya se planteó en esta zona obviando precisamente la existencia de este sistema lagunar.

El documento más contundente presentado en el comité de humedales, firmado por más de 30 investigadores e investigadoras científicas, indica entre otras cuestiones que “espacios como este se convierten en un oasis frente a las aguas contaminadas con productos químicos y a la presencia de especies exóticas invasoras en la mayoría de los cauces y aguas permanentes de las grandes ciudades”.

El documento, al que ha tenido acceso en exclusiva El Correo de Andalucía, señala que “los aportes no regulados de escombros no han destruido este complejo de charcas temporales, algo que lamentablemente sí ha ocurrido en otros municipios vecinos de la campiña sevillana, como Carmona y Alcalá de Guadaira donde la colmatación y desecación de la mayoría de charcas y lagunas temporales es común”. Según el citado escrito “en el complejo de charcas y lagunas temporales del Este de Sevilla aún existe funcionalidad ecológica; es más, la historia de este sistema lagunar, conformada por las lagunas enunciadas, es paralela a otros Complejos Endorreicos como el de Osuna y la Lantejuela”. Los científicos concluyen que “este sistema lagunar conserva no sólo la memoria genética y ecológica, sino la paisajística e histórica de esta zona de Sevilla, como se puede observar por la vegetación que nace de manera espontánea en toda la zona, especialmente en el vaso lagunar y no solo en la corona perilagunar”.

Especialmente relevante es el hecho de que la comunidad científica asegura que en estas lagunas se encuentra una especie considerada como el invertebrado más antiguo de la Tierra, Triops baeticus, una especie endémica catalogada «en peligro» en la Lista Roja de la IUCN.

Las lagunas del Este de Sevilla son “únicas en su clase”, aseguran los científicos en su escrito y relatan que “no hay una sola ciudad en toda España que tenga una zona tan bien conservada en cuanto a valores culturales y naturales; su rareza y representatividad es extraordinaria en el espacio urbano debido a que se trata de un humedal asociado a asentamientos urbanos”. En este sentido recuerdan que estas lagunas “son el recuerdo de la zona sobre la que se desarrolló nuestra ciudad, que hicieron nuestra tierra próspera y de la que quedan imágenes relícticas en las lagunas del Esta de Sevilla”, para concluir finalmente que “mirar este paisaje es mirar la historia de la ciudad y una oportunidad para acercar a la ciudadanía al patrimonio natural de Sevilla”.

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