Pasajes de la historia de Sevilla

Lo que no sabes del Puente de Triana

El puente de Triana, o de Isabel II, que tiene su particular y propia historia así como un antecedente y muchas singularidades que hoy te contamos.

03 mar 2023 / 04:10 h - Actualizado: 03 mar 2023 / 04:11 h.
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Curiosamente se dice que fue obra de insigne Eiffel y su celebérrima Torre en Paris pero no, la verdad es que Eiffel no tuvo nada que ver en su construcción. El puente es obre de los ingenieros franceses Fernando Bernardet y Gustavo Steinacher.

Cuenta que se encontraban trabajando en El Puerto de Santa María, en los puentes de San Pedro y San Alejandro cuando se les propuso la magna edificación del mismo. Presentaron varias propuestas al consistorio sevillano, uno de piedra, otro colgado y otro de hierro colado con dos pilastras centrales aunque las opciones que más peso ganaron son aquellas que ya tenían una referencia clara -pues estaban construidos en otro punto- como el Puente de Austerlitz y el Puente de Carrousel en París.

Lo que no sabes del Puente de Triana

En 1844 se aprobó la construcción del mismo el cual sería de hierro con los pilares sobre el río y con un precio de doce millones de pesetas. Curiosamente el Puente de Isabel II sería una «copia» del desaparecido puente de Carrosuel en París sobre el río Sena del ingeniero francés Poloceau de 1834.

El puente de Triana es de mayores dimensiones que el francés e incluye técnica adicionales. La primera piedra del puente se colocó sobre el Guadalquivir, en la orilla este, el 12 de diciembre de 1845.

Como dato curioso decir que tiene 27.248 piezas de metal, de 19000 quintales de peso y que fue realizado todo ello en la fundición San Antonio. Quedó inaugurado el 23 de febrero de 1852.

Lo que no sabes del Puente de Triana

Su antecedente histórico

Los almohades buscaban sus propias señas de identidad, dejaron de mirar a Oriente para crear su propio estilo, su propia filosofía, su propia idiosincrasia. Una de las raíces más fuerte queda rota en este periodo: los gobernantes almohades no se consideraban descendientes de los jeques yemenitas sino ya por conquistadores marroquíes o andaluces.

Benarrumía, sevillano él, estaba al mando, sin tener relación genealógica pura con Omeyas o Abbadíes de Damasco. Así la personalidad y el carácter quedan impresos como inherentes en los almohades que llegan con un impulso creador, no destructor –si bien los árabes se posicionaron siempre en enriquecer la tierra que conquistaban-.

Lo que no sabes del Puente de Triana

Emprenden obras arquitectónicas, favorecen la industria y el comercial, enriquecen culturalmente, rejuvenecen las instituciones... Sevilla comienza a destacar nuevamente en el plano cultural.

Se construye el puente de barcas en el 1171 que comunicaba Sevilla y Triana así como su fortaleza en el Aljarafe sevillano. Esto hizo que comercialmente Triana creciera pues ante no dejaba de ser un arrabal con algunas chozas dispersas, esto hace que comience la construcción de casas e incluso se comenzara a pensar en una fortaleza al otro lado del Guadalquivir.

Sevilla gozaba de una gran mezquita ubicada en El Salvador, la mezquita de Adabás, pero que se quedaba ya pequeña y se dispuso la construcción de otra mezquita propia de una ciudad como la hispalense, una gran mezquita que albergara a todos los fieles y que fuera la “envidia” del mundo musulmán... El historiador árabe Aben-Sahib Asala dijo: “no fue superada esta mezquita por las construidas por ninguno de los anteriores monarcas”; fue obra del matemático Gerver y junto a ella iba a estar uno de los monumento señeros de la ciudad: la Giralda. Una de las épocas de mayor esplendor sin dudas y cuyo legado es desde hace siglos parte de la Historia.

Son las curiosidades que tiene el mítico “Puente de Triana” que es tan sorprendente como mágica la vista que se tiene desde el mismo.