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Los buzos se han centrado hoy en la zona del puente de la Barqueta. / José Manuel Vidal (Efe)
La zona del puente de la Barqueta es el espacio en el que se está centrando hoy el trabajo de los buzos de la Policía Nacional en busca de los restos de Marta del Castillo. Tanto es así que los agentes están mirando incluso más zonas de las marcadas por el informe de la Armada tras peinar la dársena con un sonar «para no dejar ninguna posibilidad». Por este motivo se ha estado trabajando de orilla a orilla. Ya se han revisado entre siete y ocho sectores de los nueve en los que se dividió el kilómetro y medio comprendido entre los puentes de la Barqueta y el Alamillo, aunque no se ha localizado ningún objeto relacionado con ella.
Según han explicado fuentes policiales, en el día de hoy la tarea se ha centrado en la zona de la Barqueta, donde la profundidad es de unos seis metros, inspeccionando más puntos de los previstos para «no dejar ninguna posibilidad» abierta de que en la zona pudiera haber algún resto de la joven o algún objeto que perteneciera a Marta. Es el tercer día consecutivo de búsqueda de la joven, asesinada el 24 de enero de 2009 por Miguel Carcaño, en esta nueva zona marcada después de que el juez recibiera un informe elaborado por un geofísico y un criminólogo. Un total de doce buzos del Grupo Especial de Operaciones (GEO) están dedicados a esta tarea, divididos en dos turnos con tres parejas cada uno de ellos.
Para realizar las inmersiones, los agentes están trabajando ayudados por boyas que delimitan el espacio a analizar y que van unidas por cuerdas que sirven de guía a los GEO a la hora de moverse por el fondo fluvial. Además, siempre están auxiliados por una zodiac, en la que hay un compañero de seguridad a bordo, por si se produjera alguna emergencia.
Por el momento, la búsqueda no ha arrojado ningún resultado positivo, ya que solo se han encontrado objetos metálicos como una lavadora, vallas separadoras o bloques de hormigón en la zona del Alamillo, que por un momento ayer alimentaron la esperanza de la familia al saber de la existencia de un elemento alargado en el fondo. También se llegó a encontrar un hueso que tras ser analizado por unos forenses que se personaron en el lugar se determinó que no era de procedencia humana, sino que este pertenecía a una vaca, según confirmaron fuentes de la Policía Nacional. El padre de la joven, Antonio del Castillo, se ofreció ayer voluntario para ayudar a los agentes a identificar los objetos que puedan ir apareciendo porque si aparecen «unas llaves o un móvil» él sabría reconocer si son de su hija.
El paseo de Juan Carlos I sigue acordonado, ya que en el mismo se ha desplegado el dispositivo policial, mientras que los GEO tienen su sede en el Centro Especializado de Alto Rendimiento (CEAR) de la Cartuja.