El empresario onubense José Infante Ramos, nacido en Cartaya y vecino de La Palma del Condado, ha sido marino mercante durante dieciséis años. En 2019 dio a la luz su novela Trafalgar II, que bien daría para un guión cinematográfico. Un hombre polifacético y buen conocedor del negocio de elaboración de brandys de alta gama, así como de espumosos, destilados y vinagres. Bodegas Infante es un ejemplo de empresa familiar con sello de calidad empeñada desde hace más de 25 años en la tarea de rescatar especialidades de bodega y viejas técnicas de fabricación -que años atrás dieron fama a la comarca del Condado de Huelva-, mezclando modernas técnicas con métodos clásicos.
P- Trafalgar II es un homenaje a los marinos españoles, hacedores de grandes gestas que dieron prestigio a España. Me imagino que su propia experiencia como marino mercante, que le ha permitido recorrer multitud de puertos de varios continentes, le ha ayudado a escribir esta novela.
R- Sí, quizás ello me ha posibilitado tener una privilegiada perspectiva del tema que trata la novela.
P- El libro aborda una batalla naval que nunca se libró, pero que fue clave para reconstruir la unidad territorial de España. Además, el protagonista, Cayetano Valdés, se ve envuelto en una apasionante historia de amor con una joven belleza andaluza. Me consta que está teniendo mucho éxito entre los lectores.
R- Los que la han leído dicen que es muy fácil de leer y que engancha desde sus primeras páginas, cosa que para una novela es de las mejores críticas que se pueden hacer.
P- ¿Hoy en día uno de los problemas con los que se enfrentan los escritores noveles es el problema es la distribución?
R- Mi novela tiene éxito de lectura, pero es fundamental la distribución para tener notoriedad comercial. Trafalgar II se puede conseguir en cualquier librería bajo pedido, ya que está en el catalogo de Universo de Letras del Grupo Planeta y también en Amazon, que es la mayor editorial a nivel mundial que existe actualmente. En España los grupos editoriales están en manos de Planeta y de la inglesa Pinguin Random House, que ha comprado muchas empresas españolas como Santillana o Salamandra.
P- Es una novela muy cinematográfica y usted que es aficionado al cine, ¿tiene previsto escribir un guión?
R- Ya la he adaptado a guión cinematográfico. Se podría hacer una película muy interesante con la trama de la novela y el costo no sería alto. A los hermanos Lagares, que recibieron un Goya por el corto de animación "Los Girasoles" y son oriundos de La Palma del Condado, les gustado mucho el libro y vamos a ver si podemos mover este proyecto.
P- Cambiamos de tercio y pasamos de lo literario a lo empresarial. Usted es el dueño de Bodegas Infante, situada en La Palma del Condado, todo un referente en bebidas de calidad, especialmente el brandy de alta gama. ¿Cuál es su producto estrella?
R- El brandy Real 1870. Tiene en su composición vinos muy viejos, de hasta 95 años, datados, ya que los encerró mi abuelo que tenía una pequeña bodega en Cartaya; y holandas de vinos de 50 años y con ellos pude producir este excelente brandy. Otros brandys de gran calidad son el Gran Reserva y Reserva especial.
P- También producen un exquisito vino dulce, elaborado con uvas Pedro Ximenez y Zalema.
R- Así es, se llama PX “ D. Infante” y se utiliza la variedad Zalema, uva exclusiva de Huelva que le aporta frescura y un toque especial. Además fabricamos un gran ron madurado en vasijas viejas de brandy y PX. Sólo importamos los alcoholes de caña, lo demás es todo producto nacional.
P- ¿Ron onubense?
R- Sí, de la provincia de Huelva, hecho en nuestras bodegas de La Palma del Condado. Es un magnífico ron elaborado con alcoholes de caña importados y envejecido en España. Se llama Ron D. Infante Gran Reserva y lo más importante es la vasija donde se envejece.
P- ¿Qué producto es el más demandado por sus clientes?
R- Los brandys son lo más demandados. Tenemos clientes en España y en el extranjero. Yo soy fabricante de brandy desde hace muchos años, donde prima la calidad. No obstante, el consumo de esta bebida va decayendo ya que los consumidores españoles prefieren otras bebidas importadas y admiten todo lo que viene de fuera antes que lo español. En mis bodegas fabricamos ginebra y vinos espumosos, además de un buen vermut, el Onuba Reserva, cuya elaboración sigue una antigua receta de la zona, mezclando los vinos dulces “D. Infante” con diversos botánicos, que junto al Ajenjo conforman el característico bouqué de este gran aperitivo. Los políticos llevan diciendo desde hace 40 años que el alcohol es malo, pero permiten las botellonas con productos elaborados con alcohol ilegal de baja calidad. Sorprendentemente sólo estamos controlados las empresas legales, nuestra clase política en economía 0.
P- ¿La gente prefiere consumir más cantidad y menos calidad?
R- Sí. Las empresas que nos sustentamos en la calidad del producto y en una clientela fiel, como es mi caso, no podemos competir con las marcas comerciales con gran publicidad ya que no es rentable. Nuestras ventas se diversifican, por ejemplo a través de Internet y de Amazon de donde ya tenemos un buen porcentaje de pedidos.
P- ¿Los bodegueros españoles están en manos de los distribuidores mundiales?
R- Con el negocio de las bebidas ocurre algo similar al de las distribuidoras editoriales. Está en manos de cuatro distribuidoras extranjeras. Por ejemplo, los ingleses se cargaron a las grandes distribuidoras españolas y sólo apuestan por la ginebra y el whisky, ya que también son productoras de grandes marcas de estos productos.