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El padre y el marido de Rocío en una protesta a las puertas del hospital. / Jesús Barrera
La investigación por el accidente mortal en un ascensor del hospital de Valme, en el que perdió la vida Rocío Cortés Núñez, continúa aunque no tan rápida como inicialmente se esperaba. Los informes que la Policía Nacional había solicitado a las empresas relacionadas con el elevador siniestrado y al centro hospitalario se van a retrasar al menos un mes. Homicidios remitirá por ello en breve su atestado al juzgado que investiga el caso, tras finalizar con la toma de declaraciones.
Según confirmaron fuentes policiales, los agentes que llevan las pesquisas de este caso ya han concluido con la toma de declaraciones de los testigos, entre ellos, el celador que portaba la camilla en el momento en el que el ascensor empredió la marcha con las puertas abiertas, y técnicos y responsables tanto de las empresas que fabricaron el ascensor como la encargada de su mantenimiento. Sin embargo, aún no pueden contar con los diferentes informes que solicitaron a estas empresas sobre las causas que pudieron provocar el incidente y también al centro hospitalario. Las mismas fuentes señalaron que estos documentos se demoraran al menos un mes.
Por ello, Homicidios está ultimando el atestado para poder remitirlos la semana próxima al Juzgado de Instrucción número 1, sin esperar a los informes como inicialmente era su intención. Una vez que el juez tenga en sus manos el atestado policial podrá decidir si comienza a tomar declaraciones o si bien espera a contar con toda la documentación solicitada.
El accidente ocurrió el pasado domingo 20 de agosto sobre las 14.30 horas. En ese momento, Rocío Cortés, de 25 años iba a ser trasladada a una habitación de la tercera planta tras haber dado a luz por cesárea a su tercera hija. La joven, madre de otras dos niñas de cinco y cuatro años, había salido del despertar y se encontraba en ese momento en la segunda planta. El celador introdujo la camilla, pero al ver que el ascensor no cerraba las puertas decidió salir y fue en ese momento cuando se puso en marcha, quedando Rocío atrapada entre el suelo y el dintel. Su familia ya ha denunciado a la empresa fabricante, a la de mantenimiento y al hospital. Las deficiencias de este ascensor habían sido denunciadas hasta en siete ocasiones, pero el centro recuerda que el verano pasado se hicieron mejoras.