Faltan siete meses para que la ciudad viva la fiesta de la ilusión, que se celebra cada cinco de enero, y donde los niños son los protagonistas.

La única gran celebración que sí hubo este año fue la Cabalgata de los Reyes Magos, organizada por el Ateneo de Sevilla. Una celebración que congrega a muchísimas personas y que cuenta con otras miles de ellas formando parte del cortejo.

Desde que el coronavirus afectó a las vidas, el Ateneo redobló sus esfuerzos en la vertiente que más tocaba: la vocalía de acción social. Han aportado alimentos, mascarillas y material de protección para los sanitarios, entre otras muchas cosas.

Los actos programados por la institución cultural también se han visto afectados. En estas semanas se celebraría el Premio de Novela, que cumple 25 años y que se ha tenido que posponer al mes de septiembre.

Julio es el mes en el que el Ateno da a conocer a las personas que encarnarán a los Reyes Magos. El presidente de la institución, Alberto Máximo Pérez Calero, ha asegurado que «vamos a intentar dar a conocer a las personas que serán los Reyes Magos en la festividad del Carmen. Quedan siete meses para que salga la Cabalgata a la calle. Yo tengo la esperanza de que no haya brotes importantes en otoño» asegura que Pérez Calero que, además de presidir el Ateneo, es médico de profesión.

El director de la Cabalgata, Manuel Sáinz, y el director de Seguridad, Pedro Lissén, están trabajando en la Cabalgata. «Nos preocupa bastante» asegura el presidente, que tiene puestas muchas esperanzas en que la vacuna para frenar al coronavirus llegue en septiembre.

«Estamos preocupados en el Ateneo. Tenemos que ver qué podemos hacer. Sería una Cabalgata austera, pero digna. Hay que esperar el momento y vivir el día a día. La Cabalgata es una fiesta compleja en la que la ilusión está por medio» explica Pérez Calero a El Correo de Andalucía.

La Cabalgata de Sevilla se empieza a preparar con muchos meses de antelación. «La idea del Ayuntamiento es que se celebre. En lugar de empezar en julio a montarla, empezaríamos en septiembre. Mi preocupación es que pusiéramos todo en marcha y que llegue un brote en noviembre».

Con toda la incertidumbre rondando, el presidente del Ateneo de Sevilla es claro: «Los Reyes Magos van a llegar a Sevilla, de una manera u otra. El Ateneo nunca ha dejado de sacar la cabalgata. También salió con la gripe española. La ilusión es plena. Los ateneístas no podemos venimos abajo. Estamos trabajando en ello, con mucha responsabilidad, silencio y discreción y toda la gente está ilusionada. Es pronto aún para tomar decisiones, pero habrá que recortar esos tiempos de montaje. Nos jugamos mucho. No tenemos el don de la sapiencia por adelantado para saber qué pasará en enero, pero la ilusión la tenemos a toneladas».