Los vecinos piden controlar los negocios ilegales de las Tres Mil

Creen «necesaria» su legalización para contribuir a normalizar la barriada Martínez Montañés, donde son los únicos ingresos para muchas familias

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
07 sep 2015 / 19:23 h - Actualizado: 07 sep 2015 / 20:52 h.
  • Los vecinos piden controlar los negocios ilegales de las Tres Mil

Constituyen el método de obtención de ingresos –para muchos los únicos– de algunas familias del Polígono Sur, aunque no gozan de la reglamentaria documentación y de las autorizaciones que regulan el sector del consumo en Andalucía. Se trata de los comercios ilegales que proliferan sin licencia en los bajos de edificios o bien en precarias construcciones prefabricadas habilitadas para tal efecto en el acerado de la barriada. Desde la asociación de vecinos Martínez Montañés se reclama a las autoridades competentes que «se legalizan de una vez» estas tiendas de alimentación y demás quioscos con el objetivo de «controlar los productos» que allí se dispensan a los residentes.

La entidad vecinal deja claro que la solución no es erradicarlos, como hicieron en todo el Polígono Sur hace unos años la Empresa Pública del Suelo de Andalucía (EPSA) y el Comisionado. «Su clausura supondría arrebatarle el medio de vida, el pan de algunas familias que tratan de salir adelante en el entorno de Martínez Montañés», aclara el representante vecinal, Rafael Pertegal, que ha contabilizado hasta una treintena de este tipo de negocios en el conjunto residencial de Martínez Montañés. «Solo en la calle Arquitecto José Galnarés hay al menos cinco establecimientos, entre tiendas de alimentación y quioscos», ha señalado Pertegal, quien ha insistido en que «hay que legalizar y controlar todas estas tiendas clandestinas para que cada uno no venda lo que quiera y haya un reglamento general para todos».

Y es que desde la asociación de vecinos se defiende que la legalización de estos negocios «contribuiría a la normalización de la vida» en esta barriada desfavorecida, que no cuenta en la actualidad con un tejido comercial contundente ni con bares en los que reforzar la convivencia entre los vecinos, un paso fundamental para iniciar la anhelada transformación de esta zona de las Tres Mil. «Hay que trabajar con las familias en serio y luego construir o reconstruir todo. Creo que se ha hecho algo, pero quizás no en el sitio donde hacía falta. Los trabajadores sociales han de trabajar desde dentro y no a distancia, desde los despachos», ha defendido el portavoz vecinal.

En 2007 EPSA y el Comisionado clausuraron una veintena de comercios ilegales en el Polígono Sur. Entonces, hubo un compromiso de adjudicar los establecimientos con las licencias de apertura una vez que se fueran restaurando los edificios del barrio en función de lo previsto en el Plan Integral.