Manejar impresoras 3D para tocar la ingeniería

Cogitise cede impresoras 3D a institutos para despertar el interés por la ingeniería entre los alumnos sevillanos

14 may 2018 / 08:00 h - Actualizado: 14 may 2018 / 08:00 h.
"Tecnología","Educación","Innovación","Ingeniería"
  • La decana de Cogitise, Ana María Jáuregui (izq), con alumnos y profesores del instituto Murillo. / El Correo
    La decana de Cogitise, Ana María Jáuregui (izq), con alumnos y profesores del instituto Murillo. / El Correo
  • Salón del instituto Murillo durante la clase magistral de impresión 3D. / El Correo
    Salón del instituto Murillo durante la clase magistral de impresión 3D. / El Correo

La profesión de nuestros hijos seguramente no está inventada aún. Eso dicen los gurús tecnológicos, que sí concretan que la realidad virtual, el Internet de las Cosas, la impresión 3D o la programación estarán íntimamente ligadas a las profesiones del futuro. Por eso los estudiantes de hoy deben acercarse a conocimientos técnicos lo antes posible. Y por eso los estudiantes del Instituto de Educación Secundaria Murillo de Sevilla son los primeros en trabajar con impresoras 3D gracias a una novedosa iniciativa del Colegio Oficial de Graduados en Ingeniería de la rama Industrial, Ingenieros Técnicos y Peritos Industriales de Sevilla (Cogitise).

Se trata de una iniciativa dirigida a los estudiantes de ESO y Bachillerato que cursan la asignatura de Tecnología. A ellos se les ofrece la oportunidad de aprender a manejar una impresora 3D que el Colegio cede al centro.

Y el objetivo no es sólo poner a disposición de los alumnos conocimientos y medios técnicos, sino ofrecer «formación práctica» a los profesores, según explica Manuel Moreno, miembro de la junta de gobierno de Cogitise. «La tecnología avanza día a día y los profesores no pueden tenerle miedo, por ejemplo, a la impresión 3D o a Arduino porque son conocimientos básicos que deben tener todos los alumnos. No es complicado», defiende.

«El problema es el salto generacional», apostilla. Y es que a veces el alumno sabe más que el profesor de tecnología.

Durante el mes de abril tuvo lugar la presentación del proyecto con una jornada de formación teórico-práctica en el IES Murillo a la que asistieron 90 alumnos del último curso de ESO acompañados por la vicedirectora del centro, Chelo Martín, el profesor del departamento de Tecnología que ha apoyado y trabajado esta iniciativa, Juan Antonio Pérez, así como la decana de Cogitise, Ana María Jáuregui y los miembros de la junta de gobierno, Manuel Moreno y Beatriz Antúnez.

Moreno fue el encargado de impartir una clase magistral ante los estudiantes para enseñarles las pautas básicas del uso de la impresora y del modelado, así como de la utilidad del 3D en el campo de la innovación y la ingeniería. Moreno, que subrayó el papel fundamental que juegan las impresiones 3D en la bautizada como industria 4.0 por su versatilidad y efectividad en multitud de campos de la industria y la ingeniería, explicó que la primera fase del aprendizaje se basó en el modelaje.

«Bajarse algo de internet para imprimirlo en 3D no tiene gracia», ironizó para añadir que al principio captaron la atención de los alumnos haciendo llaveros con sus nombres. «Después –prosiguió– hicieron concursos entre ellos para elegir la pieza creada por ellos más interesante para imprimir». Y no sólo eso. También se embarcaron durante el trimestre en la fabricación de un brazo robotizado.

«En próximos cursos queremos llevar a los institutos de Sevilla iniciativas prácticas como esta relacionadas con la realidad virtual y el Internet de las Cosas», adelantó Moreno.

Por su parte, Ana María Jáuregui resaltó la importancia de acciones como esta, que «acercan a los jóvenes al mundo de la ciencia, en aras de fomentar las nuevas tecnologías y animar a los alumnos a cursar estudios de ingeniería».

Dada la grata acogida de esta actividad, de cara al próximo curso escolar, Cogitise ya plantea ampliar esta iniciativa incrementando el número de impresoras 3D a disposición de los estudiantes, con el objetivo de que sean accesibles al máximo número de colegios e institutos sevillanos para que la formación se extienda durante todo el año académico. Tras el Murillo, en el próximo curso le tocará el turno a otros centros, como el instituto Herrera y el colegio San Juan Bosco, según apuntan los organizadores.