Un sentido, sincero, extenso, profundo y trabajado alegato sobre todo el enorme potencial social y económico que tiene Andalucía fue el argumento del discurso de ingreso de Manuel Marchena, catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Sevilla, en la Academia Andaluza de Ciencia Regional. Con gran éxito de público –y gran fracaso de la megafonía–, Marchena dejó bastante patente que quien siembra, recoge. Pocos antes de que comenzara el acto académico, la sala de la casa de los Pinelo en la que se celebraba el acto académico se había quedado pequeña ante el gran número de amigos del catedrático que quisieran estar presentes en el acto. Marchena, que fue uno de los principales asesores del exalcalde socialista Alfredo Sánchez Monteseirín –también presente en la sala– y llegó a ocupar puestos de relevancia como director de la Oficina del Plan Estratégico, gerente de Urbanismo y consejero delegado de Emasesa, pudo disfrutar la fría mañana de este domingo de un buen número de amigos de todo el espectro político así como de importantes empresarios de Sevilla y provincia de todos los sectores.
Su discurso de ingreso, que desde este lunes se puede consultar íntegro en la página web de la Academia Andaluza de Ciencia Regional (acacr.es), llevó por título ¿Cómo se comporta Andalucía en la globalización del siglo XXI?, y a lo largo de tres grandes capítulos Marchena fue desgranando poco a poco, con vehemencia, verbo fácil y un léxico culto que siempre estuvieron dedicados a la memoria de su maestro, Gabriel Cano García, las bondades y desgracias de esta región ubicada al sur de Europa. Así, destacó que goza de una afortunada posición en el globo terráqueo al estar entre el Atlántico y el Mediterráneo y ser llave entre continentes. Esto provoca una constante llegada de pueblos y un gran mestizaje cultural a los que hay que añadir una extraordinaria dotación de recursos naturales y culturales.
Tristemente, todas estas ventajas no han sabido ser aprovechadas a lo largo de la historia por los andaluces. El catedrático Marchena lamentó que Andalucía sea una de las regiones con más desempleo de Europa pero al mismo tiempo sea una de las primeras en «la tasa de satisfacción», dijo con fina ironía, «¿Cómo con la globalización se han visto mutadas y perturbadas las condiciones seculares de una posición de Andalucía en el mapa, aparentemente muy positiva, pero realmente nunca suficientemente aprovechada?», preguntó el académico.
Para que Andalucía sea un motor económico potente y sea capaz de explotar todo el potencial que tiene, Marchena abogó por dar todo el apoyo posible a las empresas consolidadas así como a los emprendedores y restar importancia a aquellos que únicamente buscan una renta para poder sobrevivir. No olvidó Marchena la labor de los medios de comunicación, a los que también pidió que den más cancha todavía a las empresas y resten importancia y aparten un poco la presencia de los políticos en los medios de comunicación.
Por último, para cerrar su intervención no olvidó tampoco la figura del recién investido presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de quien dijo que será el causante del fin de la globalización por carácter egoísta y su idea fija de cerrar las fronteras.