Sociedad

Mario Niebla del Toro, dieciséis años de periodismo social

Este empresario sevillano ha conseguido mantener el éxito de la revista de vida social Escaparate durante más de tres lustros

14 sep 2022 / 13:53 h - Actualizado: 14 sep 2022 / 15:02 h.
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  • Mario Niebla del Toro.
    Mario Niebla del Toro.

Licenciado en Ciencias de la Información y especializado en protocolo y relaciones públicas, este empresario sevillano ha conseguido mantener el éxito de la revista de vida social Escaparate durante más de tres lustros. Hoy en día icono del periodismo social dentro y fuera de Andalucía y con una capacidad de convocatoria líder en Sevilla que adquiere proyección nacional con cada edición de los Premios Escaparate, que se celebran cada año con motivo de su aniversario fundacional

Siendo un adolescente, tuviste claro el proyecto Escaparate y lo pusiste en marcha. ¿Cuáles fueron las claves que te empujaron a emprender?

Sevilla es una fuente constante de inspiración. Sevilla es y ha sido musa a lo largo de la historia y cuna de poetas, pintores, músicos, emperadores romanos, reyes, príncipes de la Iglesia, pero también célebres locos, toreros y hemos puesto nombre a más óperas que ningún otro lugar del mundo. Sevilla es creatividad, espontaneidad y arrojo. Yo quería hacer algo que me gustase, como la propia ciudad que me parió, y me hiciese crecer como persona y conocer a personas de todos los ámbitos, de toda condición. Siempre he sido extrovertido y nunca me ha dado miedo emprender por lo que en mis inicios esa capacidad para perder la vergüenza y echarme a vender a la calle, desde cero era mi principal aval. De pequeño jugaba a hacer apuestas de carreras de caballos en la playa, me vestía de policía y multaba a los mayores en los bares de mi barrio, fundé con 12 años un equipo de fútbol y en mis fines de curso hacía un discurso para mis compañeros de clase que estoicamente me aguantaban aquella fantasía. El periodismo nunca ha vivido una época boyante conocida por los de mi quinta al menos. Escaparate era un poco de todo eso. Una revista de Sevilla. Sevilla debía estar en el centro. No había una revista de vida social, que contase lo que se cocía desde dentro y yo quería sumergirme y contar el día a día del sevillano activo socialmente, comprometido y que hacía.

“Los periodistas somos necesarios en esta sociedad que es la más conectada de todos los tiempos y la que menos se escucha de todas las épocas”

Mario Niebla del Toro, dieciséis años de periodismo social
Uno de los eventos de la revista Escaparate.

Dieciséis años al frente de la Revista Escaparate... ¿Cómo se consigue mantenerse en la cima?

Yo sigo sintiendo que estoy empezando. Mi vida podría decirse que es un continuo empezar. Los vaivenes que los de mi generación hemos vivido nos ha hecho fuertes y todo terrenos. Hay una cosa que no he perdido a lo largo de estas 187 ediciones y es la ilusión. Fue la primera palabra, de hecho, que escribí en la primera página en aquel octubre de 2006 con más ilusión que medios. Muchos me invitaban a no seguir con la iniciativa. Con el tiempo me di cuenta que no hay cosa que más me motive que un “no se puede”. Hoy todos esos profetas del no son los que se presentan como mis descubridores, los que creyeron en mí. Eso es bonito y te hace sacar una sonrisa cómplice a la vida, como un guiño, y forma parte de esta sociedad que a veces es empalagosa y besucona y otras caínica. Sevilla te quiere a rabiar o no te quiere ver ni en pintura. Sevilla es excesiva y comprenderla lleva una vida entera. El mantenerse, como en el toreo, yo creo que tiene mucho de vista, de constancia, de no volverse loco y de ser como soy, porque soy hijo de currantes , un luchador que pelea como un jabato por mis metas y mis sueños. Sigo teniendo esas ganas de comerme el mundo, sin comerme a nadie, porque la vida nos acaba poniendo a dos riendas y nos damos cuenta que es ella y las circunstancias las que nos amoldan y dan el sosiego que con dieciséis años no puedes alcanzar a comprender.

“Sevilla te quiere a rabiar o no te quiere ver ni en pintura. Sevilla es excesiva y comprenderla lleva una vida entera”

Este año entregáis los XVI Premios Escaparate. El hito social más esperado del año. ¿Qué nos puedes adelantar de esta gala?

La Gala de los Escaparates se han convertido en un reencuentro de Sevilla con Sevilla misma y en una excusa para redescubrir rincones históricos de la ciudad, mientras llamamos la atención de los medios nacionales al tiempo que premiamos la excelencia de distintas disciplinas y el compromiso de personas que son aspiracionales para el resto de la sociedad. Este año la temática es “todo al rojo” y tiene mucho que ver con la forma que tengo de entender la vida. Arrojo, capacidad de lucha y de decisión, el no miedo a equivocarnos. Esos son matices de todo aquel que lucha por hacer, crear, construir, aspirar. El mundo es desde luego de los valientes, de los que dicen que dan todo al rojo o al negro en la ruleta de la vida. Alguien erróneamente nos metió en la cabeza que deberíamos ser invictos, que no nos permitiésemos el error. Por eso hay tanto jóvenes viejos que quieren el confort de lo seguro, aun renunciando a lo que realmente soñaron. Nosotros somos hijos de nuestras decisiones. Criaturas de los caminos que un día cogimos. Nuestros premiados son personas que decidieron, eligieron y en algún campo de la vida fueron victoriosos y ejemplo para una sociedad que vive con los bolsillos enclenques de valores.

Mario Niebla del Toro, dieciséis años de periodismo social
Uno de los eventos de la revista Escaparate.

Además de la dirección de la Revista Escaparate, eres un experto en eventos y protocolo. ¿Estamos en un momento de esplendor de estos formatos?

Pienso que no, sin entrar en detalles. Hay grandes profesionales del protocolo desde luego y buenísimos relaciones públicas. El problema es que hay mucho intrusismo y que el mundo se ha vulgarizado en general. Vamos al rápido consumo, a salir del paso. Se hacen pocas cosas para que perduren, para que queden. Hay muchas personas que viven de las relaciones públicas sin saber manejar los códigos de sociedad, sin formación alguna, ni interés en recibirla, sin ganas de pulirse o sin tener una buena agenda que es fundamental en un buen relaciones públicas. Un relaciones públicas sin agenda es como un torero sin valor. El que lleva una lista de una discoteca se hace llamar relaciones públicas. Para mí relaciones públicas a los que de lejos me gustaría parecerme son personajes y profesionales de la altura del desaparecido Jean Louis Mathie, de Carlos Martorell o de mi querido Tomás Terry, con el que he tenido ocasión de trabajar y tratar en mis actos con relativa familiaridad. Sus consejos, siempre a petición mía, son oro y formación absoluta.

“Un relaciones públicas sin agenda es como un torero sin valor”

Y más allá del papel, empezaste tu incursión en televisión en Canal Sur ¿Te seguiremos viendo en la pantalla?

A mí la televisión me gusta, porque tampoco tengo mucho miedo escénico a decir verdad y en televisión despierto a afines y detractores a partes iguales. Los que no me conocen sacan una imagen de mí que en absoluto lucho por cambiarla. No tengo que pedir perdón por existir o por pensar con la libertad con la que lo hago. Pensar y ser libre es una osadía en ciertos círculos de poder. Quien me conoce sabe quién hay detrás de la imagen que sin forzarlo proyecto. Soy muy sensible, me crié con mucho cariño y las corazas protegen de tanta fealdad de valores que hay en el mundo cotidiano. La radio me apasiona y sé lo que pasa en el mundo a través de ella. Me parece el medio más íntimo, más auténtico. No tiene tanto “show off”. Lo que realmente me gusta es escribir. Cuando sea mayor es a lo que me dedicaré y dejaré tanta vida nocturna que, si no tuviera tres hipotecas, es en lo que gastaría gran parte de mi tiempo. Siempre que no me quieran disfrazar de lo que no soy me tendrán en televisión.

Como periodista profesional y con una larga experiencia ¿Cómo ves el futuro de la profesión?

Los periodistas somos necesarios en esta sociedad que es la más conectada de todos los tiempos y la que menos se escucha de todas las épocas. Vivimos rodeados de medios para comunicarnos y no tenemos comunicación, ni con nuestros padres, hermanos, vecinos, amigos, parejas... Vivimos en una sordera escalofriante que pone el vello de punta. Vivimos sordos y ciegos y con la culturilla, en el mejor de los casos, de veinte minutos de periódico con el café. Los periodistas somos un bálsamo para el mundo de nuestro tiempo. Tendríamos que ser más corporativistas y luchar por hacer más contenido de calidad, incluso en el entretenimiento que ennoblezca el oficio del periodista que comunica, forma, salvaguarda los valores solidarios y humanos y de compromiso con el mundo actual.