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Arriba, recreación de la calle Méndez Núñez con el carril reservado para las bicis en sentido contrario. A la izquierda, la céntrica vía actualmente con el espacio reservado para el aparcamiento de motocicletas. / El Correo-Jesús Barrera -
Las bicicletas ganarán espacio para circular en las calles del centro de la ciudad. Y lo harán en algunos casos compartiendo espacio con el tráfico rodado. Esta es una de las directrices recogidas dentro del plan de la bicicleta aprobado el pasado mes de diciembre y que pondrá en marcha el gobierno municipal antes de 2020. Para mejorar la movilidad ciclista en el Casco Antiguo el Ayuntamiento plantea la posibilidad de que los usuarios se desplacen en sentido contrario de la circulación por ciertas vías, algo que venían reclamando asociaciones ciclistas, como Acontramano, hace años.
A diferencia de lo que sucede en el resto de la ciudad, donde se trata de fomentar la movilidad ciclista garantizando la continuidad de los carriles bici, en el centro se descarta la construcción de nuevas vías en la mayoría de las calles y se apuesta por la «coexistencia con el resto de medios y con el peatón, en un contexto de pacificación del tráfico». Este modelo incluye la circulación en contrasentido en aquellos viarios que tengan sentido único y con espacio suficiente para el paso de un carril-bici con el objetivo de acortar algunos desplazamientos en bicicleta que «hoy resultan demasiado largos si se realizan siguiendo los sentidos del tráfico general». Una medida que actualmente trabajan de manera conjunta el área de movilidad y Urbanismo aunque no está entre las primeras acciones a realizar pues el gobierno local baraja esperar al plan estatal de la bicicleta y una posible regulación vial a nivel nacional de la convivencia coche-ciclo.
En cualquier caso, el plan cicista de Sevilla prevé que alguna calle se haga una remodelación más allá de permitir el tránsito en sentido contrario de las bicis, como es el caso de Méndez Núñez. Esta céntrica vía verá mudar su piel de nuevo, aunque parcialmente, para albergar un carril segregado para que las bicis discurran en sentido contrario al tráfico. Esto podría implicar la desaparición de los aparcamientos de motos que se implantaron en la calle en el verano de 2016 en una actuación que permitió habilitar hasta 33 plazas para estos vehículos. Aunque aún el planteamiento está en ciernes, el proyecto contempla la utilización de parte de la calzada para reservar un espacio al paso de peatones y ciclistas en dirección opuesta a la circulación de vehículos separado de la calzada por bolardos. Esta actuación permitiría dar solución a la conexión norte-sur para los usuarios de la bici en el centro de la ciudad. Entre las calles en las que se estudia permitir la circulación en contrasentido están el tramo Cuna-El Salvador y O’Donnell –durante el mediodía, para no afectar la actividad comercial–.
Además, el Consistorio prevé ejecutar nuevos tramos de vías ciclistas en Reyes Católicos –en el contexto de una reforma integral que reduciría la superficie ocupada por automóviles– y en el extremo oeste de Alfonso XII. Ambas intervenciones estarían destinadas a facilitar la entrada de las bicicletas en el Casco Histórico antes de incorporarse al área en coexistencia con el vehículo privado. Algo parecido sucedería en Marqués de Paradas, cuyo carril mejoraría la conexión del centro con el eje de Arjona–Paseo Colón-río.