Murillo se engalana por su aniversario

Vandalismo y agentes ambientales han generado alteraciones en la escultura de la plaza del Museo

19 feb 2018 / 09:36 h - Actualizado: 19 feb 2018 / 09:39 h.
"Cultura","Escultura","Bartolomé Esteban Murillo"
  • La escultura de Murillo se someterá a una intervención durante tres meses. / Javier Díaz
    La escultura de Murillo se someterá a una intervención durante tres meses. / Javier Díaz
  • El pedestal sufre los efectos de los agentes ambientales. / E.C.
    El pedestal sufre los efectos de los agentes ambientales. / E.C.
  • El bronce se limpiará y se protegerá. / E.C.
    El bronce se limpiará y se protegerá. / E.C.

La escultura de Bartolomé Esteban Murillo, que desde 1864 preside la Plaza del Museo, se someterá a una intervención coincidiendo con la efemérides que en su honor celebra la capital hispalense. En concreto, y tras distintas pruebas, la Gerencia de Urbanismo ha decidido intervenir la estatua para eliminar la corrosión, consolidar el pedestal y restituir los volúmenes perdidos con el paso de los años.

Y es que la «insistencia» de los agentes ambientales –lluvia, polvo, viento– así como el vandalismo o alguna intervención que a la postre no ha obtenido los resultados o comportamientos esperados, han propiciado que el monumento al pintor sevillano necesite ser restaurado pues están produciendo «un menoscabo o alteración en la obra». Así, y tras conseguir la aprobación de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico el pasado 18 de diciembre, Urbanismo ha sacado a licitación los trabajos, que tendrán tres meses de duración y cuentan con un presupuesto de 30.000 euros.

Para la intervención, la Gerencia, que participa de esta forma en el Año Murillo, ha redactado un proyecto de conservación de la obra de Sabino de Medina. Tras varios estudios, el informe concluye que, aunque la pieza presenta deficiencias de conservación tanto en la base como en la propia escultura, los problemas de mayor envergadura se localizan en el pedestal, que fue un añadido a la pieza de bronce cuando el Consistorio de la época decidió que su ubicación final –prevista inicialmente para la Plaza Nueva– fuera el Museo.

Así, los trabajos en esta zona, que además de coloración por la lluvia o la suciedad presenta plantas que han surgido en las pequeñas fisuras generadas con el tiempo, consistirán en una limpieza superficial, un tratamiento biocida, una limpieza química, el sellado de las fisuras, el cosido de fragmentos, la reintegración de la cartela que sobre voluta debería existir en la zona trasera, la consolidación general y un tratamiento hidrofugante.

En la pieza de bronce se acometerá una limpieza superficial; una limpieza mecánica para eliminar las costras que la contaminación ambiental ha producido en los huecos de la figura; una limpieza química para suprimir los restos de un producto empleado en la última restauración (2009); un tratamiento de eliminación e inhibición de la corrosión; y se aplicará una protección en todas las superficies de la escultura.