«No se le puede decir a un propietario por cuánto debe alquilar su piso»

David Navas, de Stop Desahucios Sevilla, conversa acerca de los desalojos y la regulación del alquiler

Julio Mármol julmarand /
15 mar 2021 / 04:00 h - Actualizado: 15 mar 2021 / 04:00 h.
"Desahucios"
  • David Navas, durante una ponencia.
    David Navas, durante una ponencia.

El 14 de marzo, los españoles dejaron de vivir en el mundo para hacerlo sólo en sus casas. Así pasarían dos meses de confinamiento, y otros tantos de ligeras aperturas seguidas de restricciones. La vivienda era la única constante en un entorno que cambiaba cada día, y se hacía más pequeño e incierto. En cambio, no todos han contado con esta certeza. Según los últimos datos, en los primeros nueve meses de 2020, se han producido 18.138 desahucios, una reducción del 55% respecto al año anterior, en parte debida a la ley anti-desahucios que se activó durante el estado de alarma. En cambio, más de dos tercios de los desalojos están relacionados con el impago del alquiler. Para luchar contra ellos, existen plataformas como Stop Desahucios Sevilla, en la que participa David Navas.

¿Trata su plataforma los desahucios vinculados al impago del alquiler?

Intentamos no entrar mucho en ese aspecto, ya que nos encontramos con la problemática de que si una persona no paga el alquiler y la van a desahuciar, a su vez nos enfrentamos a la cuestión de que ese particular tiene una hipoteca, y si no le pagan el alquiler, pierde la vivienda. Entonces, no entramos por ese conflicto, ya que lo protagonizan dos particulares que tienen algo que perder, y pensamos que el que más tiene que perder es la persona que tiene la hipoteca, porque la que tiene el alquiler puede dejar de pagar, pero el arrendador tiene avales, propiedades y mucho más que perder.

¿Cuántos casos atiende su plataforma?

Telefónicamente, casi veinticuatro horas al teléfono. Tenemos llamadas de todo tipo. Te puedo decir, aunque no las contabilizamos, que la mayoría son sobre temas de alquiler. Menos hipotecario, como antes. El alquiler es la gran estrella que está irrumpiendo ahora en el problema de los desahucios.

Se dice que hoy día hay un máximo histórico de personas que viven de alquiler en España, y que de este grupo, casi un 50% no puede permitirse el comprar una casa. Si siguen subiendo los precios del alquiler y estos no se regulan, y también se hace insostenible el vivir de alquiler, ¿qué posibilidades le quedan a una persona para vivir bajo un techo?

Pensamos que este problema está muy lejos de arreglarse. El problema de fondo es que se utiliza la vivienda como un bien especulativo. Antiguamente, esto no ocurría porque, para un propietario, una vivienda no era un bien activo del que pudiese lucrarse. Más bien era una carga. Ahí tienes las rentas antiguas, que no subían, con gente que pagaba diez o veinte euros al mes. Eso no era un negocio lucrativo, y había casas que se abandonaban porque a los arrendadores les suponían una pérdida económica. En aquel momento, no había un problema de alquiler. El propietario lo era, en muchos casos, porque había heredado una vivienda, y la alquilaba a inquilinos de renta antigua. ¿Qué ha pasado ahora? Que la legislación ha ido actualizándose, y se ha convertido la vivienda en algo similar a un coche, en un activo.

¿Cree que debe regularse el precio de los alquileres?

Es un tema muy complicado, porque es como decirte que si tú tienes un coche, debes venderlo a un precio determinado. Es algo irregular, ya que si la vivienda es particular y propia, nadie puede decirte qué precio debes ponerle. Ahora bien, una vez aclarado eso, para solucionar el problema de aquellas personas que no tiene a su alcance una vivienda, debido a esos precios especulativos, creo que debería haber un parque de vivienda oficial en el que esos precios sí fuesen asequibles. Pero no podemos dejarle la pelota al parque empresarial, porque el parque empresarial va a lucrarse. Tenemos que crear un parque empresarial que cumpla este objetivo. Mientras no separemos una cosa de la otra, esto seguirá ocurriendo. No puedes decirle a un propietario que ha sudado la gota gorda para tener un piso por cuánto tiene que alquilarlo. Eso es irreal.

¿Qué le parece, entonces, la propuesta de incentivar fiscalmente a los arrendadores que alquilen sus pisos a un precio asequible?

Está bien. El problema no creo que sea la desincentivación, sino la falta de confianza, ya que no hay empleo, y todo esto está supeditado a la política del empleo, así que hay miedo a alquilar un inmueble, que después va a pasar manos de una persona que quizá no pueda pagarlo, y no se podrá hacer nada a lo largo de, al menos, un año o año y pico, que es lo que tarda en tramitarse el tema judicial. Es un tema complejo, porque hay muchos problemas secundarios. No sólo se trata de incentivar fiscalmente al arrendador, sino de darle seguridad para que cobre esos meses en los que no está garantizado que vaya a recibir dinero; y a la persona que está de inquilina, darle seguridad para que no pierda el empleo... Hay muchos actores a los que hay que darle seguridad y no se les da. Es imposible que algo funcione cuando en la mesa siempre hay un par de patas que cojean.

¿Hay un déficit de vivienda pública en Sevilla?

Sí, porque no hay, o hay muy poca. Nosotros, de acuerdo con nuestra experiencia, tenemos a EMVISESA, pero EMVISESA se está convirtiendo en una inmobiliaria, con venta de pisos con suelo público. Es algo más barata, pero no deja de pedir unos requisitos difíciles de satisfacer, a los que hay mucha gente que no llega.

¿Cómo se actúa por parte de la plataforma ante un desahucio?

Nosotros hemos evolucionado mucho. Antes, nuestro procedimiento era el típico: acudir a la vivienda antes que se produzca el lanzamiento, activar la presión social y a los medios, etc. Ahora, nos hemos centrado en controlar los procedimientos jurídicos. Nosotros somos activistas, no abogados, pero hemos aprendido muchos procedimientos y otros medios que evitan que tengamos que ejercer presión social. Y lo cierto es que ahora estamos consiguiendo mejores resultados que antes. Paralizamos desahucios durante años, y antes, durante meses. La del control de los procedimientos jurídicos es un arma más silenciosa, pero también más efectiva.

¿Cómo ha sido durante el confinamiento?

Hemos seguido ejerciendo. Estábamos en un centro cívico, que cerró. Hay muchas plataformas que han dejado de ejercer la actividad debido a la COVID, pero nosotros hemos seguido atendiendo con citas.

¿Cree que en las circunstancias actuales se garantiza el derecho a una vivienda digna y adecuada?

No. Aquí no tiene derecho nadie a nada, ni a vivienda ni a trabajo. La vivienda digna viene adecuada a que tú tengas un trabajo digno. Mientras no lo tengas, no podrás mantener una vivienda digna. Sin trabajo no hay vivienda. No puedes costeártela. El problema de empleo no es nuevo, lo hemos tenido desde siempre. Y el no tener trabajo conlleva que haya gente que tenga que vivir precariamente, que no pueda pagar la luz ni el agua, que sufra para pagar la comida, y la hipoteca pasa a un segundo o tercer plano. Es por opciones. La gente no deja de pagar una hipoteca no porque no quieran, sino porque no llegan. Es lo que pasa ahora con los alquileres: Todo el mundo pagaba su alquiler religiosamente, ha llegado la COVID, el paro ha aumentado... ¿Cómo van a pagar estas personas sus alquileres? Eso es imposible. SI dejas sin empleo a una persona, ¿cómo va a pagar su alquiler?.