Nueva radiografía del estuario pero sin medidas paliativas

Tras más de cuatro años de estudios y 1,9 millones de inversión del Puerto, universidades y CSIC presentan sus informes e indican que en tres años propondrán acciones para mejorar el río

13 jun 2018 / 18:14 h - Actualizado: 14 jun 2018 / 11:03 h.
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  • Varias embarcaciones en el curso del río Guadalquivir a su paso por la localidad de Coria del Río. / Jesús Barrera
    Varias embarcaciones en el curso del río Guadalquivir a su paso por la localidad de Coria del Río. / Jesús Barrera

En 2010 vio la luz el mayor estudio hasta el momento del estuario del Guadalquivir de la mano del profesor Miguel Ángel Losada, quien lo comparó con un enfermo terminal. Ocho años después se han presentado los trabajos de más de 40 investigadores de las universidades de Sevilla, Málaga, Cádiz y Huelva y del CSIC, informes encargados por el Puerto de Sevilla en mayo de 2013 con un presupuesto de 1,9 millones de euros. Pues bien, habrá que esperar tres años más para que los científicos aporten «un protocolo con medidas de actuación» ante los problemas de siempre. Uno de ellos, la turbidez. Se conoce mejor el estado del río, sí, pero apenas hay recomendaciones. Y, eso sí, el proyecto del dragado de profundización de la Autoridad Portuaria sigue «descartado».

«Fue abandonado como proyecto hace un año. El antes y el después lo marcan estas conclusiones, queda mucho trabajo por hacer», comentó el presidente de la Autoridad Portuaria, Manuel Gracia, quien destacó que, en los últimos cuatro años, el Puerto ha invertido en investigación 3,5 millones de euros y que su intención es seguir invirtiendo.

José Carlos García-Gómez, catedrático de Biología Marina y director del departamento de Zoología de la Facultad de Biología de la Universidad de Sevilla, aseguró que el dragado de profundización «está parado, descartado totalmente». «Estamos en la línea exclusivamente medioambiental».

El también coordinador de estos trabajos explicó a los periodistas que «en tres años» tendrán «un protocolo de medidas de actuación» y que, tras esta primera fase, hay que hilvanar flecos que se quedaron sueltos.

«Lo que más me preocupa es identificar y cuantificar el origen de la turbidez porque no es normal. Es uno de los ríos más turbios del mundo y eso genera muchos problemas». Incluso contó la anécdota de que durante este lluvioso invierno tuvieron que comprar un equipo de medición en Holanda porque no tenían ninguno que midiera niveles tan altos.

«El estuario es muy sensible a los cambios», dijo tras añadir que «la fotosíntesis, la vida, está mermada por la turbidez», lo que provoca incluso episodios de mortalidad masiva de peces. Así, García-Gómez aseguró que en una segunda fase harán propuestas para, por ejemplo, aplicar «una agricultura de conservación en la zona».

El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta, José Fiscal, coincidió con Gracia en que estos informes marcan «un antes y un después» y que deben ser los científicos quienes digan cómo está el estuario para lograr «la sostenibilidad de las actividades que se desarrollen en él». «El desarrollo debe estar basado en el rigor», defendió el consejero tras reivindicar que la comunidad debe recuperar las competencias en el río Guadalquivir.

Diez veces más boquerones

¿Y qué dicen los informes? El Puerto de Sevilla destaca algunas conclusiones, como que la gestión ambiental de los vaciaderos terrestres –zonas donde se deposita el material extraído en los dragados de mantenimiento– incidirá «de forma positiva» en la biodiversidad, que el conocimiento de la onda de marea con mayor precisión ha optimizado la navegación y ya pueden entrar barcos con más tonelaje gracias a los 20 centímetros ganados de calado (hasta llegar a los 7,2 metros), que en los estudios de los dragados de mantenimiento «no se han apreciado afecciones significativas desde el punto de vista biológico y sedimentológico», que el estuario es la principal zona de cría del Golfo de Cádiz y la densidad del boquerón es hasta diez veces superior a la observada en otros estuarios.

Esa es la parte positiva, también hay muchas sombras porque la situación del estuario sigue siendo crítica. Según los investigadores de la Universidad de Huelva, la tasa de sedimentación muestra valores muy altos: una media de seis milímetros por año y superando en algunos momentos un centímetro por año (como referencia, en la ría de Huelva la tasa de sedimentación es inferior a tres milímetros por año). «Estos altos valores de sedimentación están relacionados con la elevada turbidez del estuario (gran cantidad de partículas en suspensión), la cual induce procesos de saturación que propician una mayor sedimentación», indica el informe.

El trabajo de las universidades de Cádiz y Sevilla también indica que «el efecto de la turbidez dificulta la detección de presas y la depredación de las especies» y resalta «la baja diversidad de especies en el lecho del estuario, excepto en la desembocadura».

«La pobreza y bajo nivel de estructuración de las comunidades bentónicas de estos fondos, más allá de las condiciones naturales de los estuarios, debe encontrar explicación en el fuerte hidrodinamismo del cauce principal, la alta turbidez, el flujo irregular de agua dulce debido a la regulación del cauce, la pérdida o escasez de llanos mareales que aportan heterogeneidad al medio, entre otros aspectos».

Además, los científicos han abordado la salinidad que tanto afecta a los arroceros. «La cuña salina, entendida como el lugar donde la salinidad disminuye más rápido, se sitúa a unos 30 kilómetros de la desembocadura. El valor de salinidad S=5 psu, otra medida de la cuña salina, se ubica a unos 35 kilómetros. Ambos son valores promedio para descargas normales, que fluctúan seis kilómetros debido a la marea», reza en los documentos.

En cuanto al trabajo del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), señala que deben implementarse en el futuro acciones de protección y reintroducción de vegetación riparia autóctona. Las márgenes del río más degradadas se encuentran muy desprovistas de vegetación, facilitando los procesos de erosión. La especie invasora Spartina densiflora es el taxón vegetal dominante, en detrimento de otras especies nativas como Spartina maritima, Arthrocnemum macrostachyum y Sueada vera. «Sería recomendable plantearse en el futuro varias acciones en pro de la vegetación riparia: control de Spartina densiflora; disminuir la presión ganadera en las zonas aledañas a las márgenes más erosionadas y, en tercer lugar, mantener las zonas inundables cercanas a la ría ya que constituyen un hábitat fundamental para multitud de especies animales y vegetales.

Ausencias, pactos y un nuevo evento portuario en Sevilla

El acto de presentación de los informes científicos encargados por la Autoridad Portuaria tuvo el respaldo de la Junta, pero se echó en falta la presencia de los responsables de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). Además, el coordinador de los estudios se limitó a leer un texto resumen pactado con el Puerto, un discurso encorsetado quizás para evitar los negativos comentarios que en 2010 vertieron los expertos contra la gestión de las administraciones. Por otro lado, el presidente del Puerto aprovechó para anunciar que en octubre Sevilla acogerá «un evento de referencia mundial para el sector portuario». Bajo el título de Trabajando con la naturaleza, este congreso abordará los retos a los que se enfrentan los puertos para compatibilizar su actividad con el medio natural.a.