«El barrio da miedo. Cada vez va a peor. Ya están en todas las calles: hay peleas y tráfico de droga en las narco esquinas. Se llama a la Policía, viene un patrullero pero se avisan unos a otros y rápidamente se esconden». Los vecinos de la barriada de Begoña están hartos del problema de inseguridad y de venta de estupefacientes en la vía pública. Han elevado numerosas quejas y denuncias ante el distrito Macarena y a la Policía Local y Nacional. Exigen a las autoridades responsables mano dura y «una vigilancia permanente» para frenar el deterioro de esta zona del distrito Macarena.
Uno de los principales focos se localiza en la calle Brenes. Allí se concentran a diario grupos de traficantes de drogas a pequeña escala y delincuentes de la zona, que se llevan en la vía pública desde la mañana hasta bien entrada la madrugada. Los vecinos y comerciantes del barrio de Begoña aseguran que las personas congregadas en este lugar «trapichean a cualquier hora del día» y con total impunidad. «Lo venden de mil maneras distintas. Esto está muy bien organizado. Es una especie de clan bien comunicado, que se dan unos a otros la voz de alarma y se dispersan nada más reparar en la llegada de la Policía», describen los vecinos afectados, que en sus escritos de denuncia han marcado las conocidas ya como «narco esquinas» del barrio.
Advierte además que estos puntos son «altamente peligrosos», por lo que mueven a su alrededor. «Hay negocios que llevan 55 años en la barriada y la gente no quiere ni ir a comprar, porque tienen cerca un punto de menudeo. Esto no hay quien lo aguante», subrayan otros comerciantes de la zona, que temen a dar sus nombres o el tipo de local que regentan por «miedo a represalias». Y es que, señalan los vecinos, se trata de grupos organizados que llegan a emplear la violencia. «Lo peor son las peleas que hay entre ellos. También luego cuando se ponen a dar botellazos, que llevan a alcanzar las terrazas de los pisos».
Los vecinos aseguran que el incivismo y la inseguridad se impone cada noche en la barriada Begoña. «Tiran mesas, sillas, se golpean... los fines de semana hasta las tres de la madrugada y entre semana hasta la medianoche más o menos. La gente tiene miedo», confiesan los vecinos, que dicen que a todos estos problemas se suma también la suciedad que dejan en la vía pública. «Los toxicómanos realizan sus necesidades y están consumiendo alcohol hasta altas horas de la madrugada. Lo dejan todo perdido. En la avenida de la Barzola han hecho un basurero en una obra que se ha prolongado en el tiempo».
En su desesperación, los vecinos vuelven a plantearse movilizaciones o endurecer sus denuncias para recuperar la «tranquilidad que siempre ha tenido el barrio». Para ello, insisten en desplegar «una vigilancia permanente» porque «que pase un patrullero de vez en cuando, eso no sirve».