La sección de CCOO en la sociedad Transportes Urbanos de Sevilla (Tussam), perteneciente al Ayuntamiento hispalense, ha propuesto que de cara al levantamiento de las restricciones a la movilidad del estado de alarma decretado contra la pandemia de coronavirus Covid-19, sean adoptadas una serie de medidas que reactiven el transporte colectivo, como la obligación de usar mascarilla dentro de los autobuses, "recuperar y ampliar el sistema de prioridad semafórica" para el transporte público, "establecer sistemas de pago mediante tarjeta bancaria o móvil2 o la "anulación temporal de las paradas con menor demanda".
En un escrito dirigido al vicepresidente de la entidad y a la vez concejal responsable de Movilidad, Juan Carlos Cabrera, CCOO señala el nuevo escenario de levantamiento gradual de las severas limitaciones a los desplazamientos y a la actividad económica del estado de alarma implantado contra la propagación del virus, porque "algunas de las medidas que se están planteando pueden suponer un resurgimiento del uso del vehículo privado en detrimento del transporte público, suponiendo ello un sustancial incremento de la contaminación, lo que a su vez puede hacer más grave el posible rebrote de la pandemia en un futuro cercano".
A tal efecto, y mientras las autoridades están recomendando en este momento usar el vehículo privado para los desplazamientos, la sección de CCOO en Tussam defiende "el transporte público como elemento fundamental para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía" y pide "apostar por un modelo de movilidad sostenible desde todos los puntos de vista".
Por eso, en este escrito recogido por Europa Press, CCOO propone una serie de medidas para "equilibrar la necesidad de dar un servicio de calidad" en el transporte colectivo de Sevilla y "prevenir" la propagación del temible virus, comenzando por "exigir a los usuarios, sea cual sea el porcentaje de viajeros que se permita en cada autobús, el uso de mascarillas para poder acceder al mismo.
De momento, y según una circular de Tussam recogida por Europa Press, las directrices estipulan un máximo de 15 viajeros en los autobuses de 12 metros, 20 en los de 18 metros y de 25 en los articulados.
Además, CCOO pide "ofertar un número de plazas muy superior a la previsible demanda, mejorando a la vez las ratios de oferta y velocidad comercial para ofrecer, con los recursos de la empresa, un servicio de calidad que permita que en los vehículos no se aglomeren más usuarios de los aconsejados y que los tiempos de espera se reduzcan a lo mínimo posible".
A tal efecto, recordemos que una semana después de comenzar el estado de alarma, Tussam redujo su oferta de servicios en un 40 por ciento los días laborables y en un 50 por ciento los fines de semana, al haber caído cerca de un 95 por ciento su número de viajeros a cuenta de las restricciones a la movilidad y a la actividad del estado de alarma.
Las propuestas de CCOO, al detalle, incluyen "ampliar la red de carriles bus para que al menos el 75 por ciento del servicio transcurra" por los mismos, que la Policía Local controle que tales carriles están "expeditos" para los autobuses, "recuperar y ampliar el sistema de prioridad semafórica" para el transporte público, mantener medidas ya implantadas en materia de prevención como la prohibición de pagar los trayectos en metálico, "establecer sistemas de pago mediante tarjeta bancaria o móvil, la "anulación temporal de las paradas con menor demanda" y el desarrollo de las líneas de bus de tránsito rápido (BTR) proyectadas en la ciudad.
Para poner en carga tales medidas, el sindicato reclama además "la renovación de todos los contratos eventuales" de la plantilla, sobre la que pesa un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) rotatorio, y "la contratación de todos los compañeros de las bolsas de empleo, tanto de conductores como de ayudantes".