Pirotecnia, la pesadilla mortal de las mascotas

Uno de cada tres perros sufre pánico cuando explotan cohetes o petardos. La pesadilla de las mascotas durante estas fiestas puede llevarles incluso a la muerte por un paro cardíaco ya que no pueden racionalizar la ansiedad como los humanos. En Sevilla tirar petardos está sancionado hasta con 600 euros y sólo está autorizado 4 días al año y en determinadas franjas horarias.

Lo que para algunos es un divertimento, para otros puede causar la muerte. Un estudio de la Universidad de Bristol ha determinado que al menos la mitad de los perros que hay en las ciudades sufren síntomas a causa de la pirotecnia, aunque hay estudios que apuntan que el porcentaje de perros que sufren miedo irracional ante las detonaciones se eleva al 74%. Los petardos, cohetes y demás artefactos explosivos que se venden especialmente en navidad causan ataques de pánico en los perros sobre todo, que son las mascotas que más sufren estas explosiones, pero también hay otros animales que sienten miedo antes las detonaciones, como aves, gatos y otros mamíferos pequeños.

Ansiedad, taquicardia, hiperventilzación y hasta paro cardíaco, son algunos de los efectos que causan en los perros los petardos y cohetes. La pesadilla de las mascotas cuando empiezan a producirse las explosiones los sume en un ataque de pánico que les lleva en muchas ocasiones a tratar de huir, por lo que es en estas fechas cuando se producen más pérdidas de mascotas, según indican desde diferentes centros de asistencia a animales domésticos. Los que no huyen tiemblan de pavor en los hogares ante la mirada impotente de sus amas o amos. Lo sabe muy bien el actor Dani Rovira, quien ha subido estas navidades a la red social Twitter un vídeo de su perro aterrorizado ante los petardazos de la calle y en el que el actor, conocido por su defensa animalista, dice “ojalá nunca te tiemble de miedo un ser querido de tu familia”. El tuit del actor ha obtenido más de 11.000 ‘me gusta’ y ha sido compartido en Twitter más de 5.000 veces, además de recibir comentarios de sus seguidores que también han mostrado los efectos de la pirotecnia en sus mascotas.

Para los humanos, lo más parecido que sufren los perros en estas fechas es un trastorno de ansiedad denominado ligironfosia o fonofobia: el miedo irracional ante ruidos fuertes, que causa ataques de pánico. Para los animales sin embargo, la situación es más grave ya que no pueden racionalizar esa ansiedad, con lo que se produce una escalada de la misma que, precisamente por ello, puede llevar a la muerte.

Pero las explosiones de petardos y cohetes afectan muy gravemente también a las personas que padecen Trastorno del Espectro Autista (TEA), ya que perciben los ruidos de manera aumentada a causa de esta dolencia. En ellos, como en las mascotas, los ataques pueden ser muy graves.

La falta de empatía con por parte de los que tiran petardos se argumenta en la mayoría de los casos a la “tradición” de sus pueblos, como sucede en Bollullos de la Mitación (Sevilla), donde el sólo hecho de quejarse en las redes sociales por parte de algunos vecinos produce airadas, insultantes y hasta xenófobas respuestas de algunos de los defensores de la pirotecnia, como puede leerse en ‘Mejoremos Bollullos’, un grupo ciudadano y ajeno a vinculaciones con partidos políticos de la red social Facebook, de alto impacto social en el pueblo con más de la tercera parte de la población mayor de edad de esta localidad como seguidores. La ‘guerra del petardo’ en Bollullos está por estallar después de que la plataforma ciudadana Bollullos Asociación Defensa Animal (BADA) haya logrado que todos los grupos municipales aprueben una moción para regular la pirotecnia en el pueblo, algo que ya dividía a la población en redes sociales con defensas vehementes de ambas posturas.

Mientras en Bollullos de la Mitación -en espera de que se regule el uso de la pirotecnia- los cohetes se oyen aún en cualquier fecha del año, en la capital, Sevilla, está prohibido hacer explotar cualquier tipo de pirotecnia salvo en 4 días del año y en determinadas franjas horarias. Hacer explotar un petardo fuera de los días 24, 25, 31 y 1 de enero, los únicos que el Ayuntamiento autoriza la pirotecnia salvando además dos franjas horarias: entre las 3 y las 11 y las 15 y las 18 horas, puede costar hasta 600 euros de multa. El Ayuntamiento de Sevilla reguló en 2014 la pirotecnia en la Ordenanza Municipal contra contaminación acústica, ruídos y vibraciones.