Porque el parto es para «disfrutarlo»

Unas 300 futuras mamás visitan al año el área maternal del hospital Macarena para reducir la ansiedad

07 may 2016 / 21:00 h - Actualizado: 07 may 2016 / 22:28 h.
"Salud"
  • Nerea, una matrona residente, da unas explicaciones a varias madres y padres dentro del paritorio. / El Correo
    Nerea, una matrona residente, da unas explicaciones a varias madres y padres dentro del paritorio. / El Correo

«Hay que disfrutar el parto aunque te duela porque es tu parto, es tu momento, y es una experiencia que vas a tener una o dos veces, tres heroicamente, en la vida». Son palabras de Vicky Carvajal, anestesista del Virgen Macarena y uno de los profesionales que el hospital pone a disposición de las gestantes que de forma periódica visitan el centro sanitario como paso previo al día D.

Unas 300 futuras madres y unos cuantos padres, que también son bienvenidos al año tienen la oportunidad de completar su preparación al parto con esta sesión de más de dos horas que tiene como finalidad reducir la ansiedad y el estrés propios del evento, para lo cual se desarrollan charlas informativas y una visita guiada –ahora que están tan de moda– por las distintas dependencias del área maternal: desde la consulta de triaje hasta la habitación puerperal pasando por la sala de dilatación, el paritorio y la de observación postparto.

Se trata de una iniciativa puesta en marcha hace dos años por la Unidad de Obstetricia del Virgen Macarena en colaboración con Atención Primaria siguiendo las directrices de Salud. Arancha Escalante, jefa de Obstetricia y Ginecología del hospital, es la encargada de recibir a estas futuras mamás en grupos reducidos de no más de diez personas. «Se trata de reducir los nervios ante una situación nueva, estresante, ya que no sabes a lo que te enfrentas», explica a varias gestantes antes de recalcarles que «no sé si se puede aprender a parir; es como montar en bicicleta, hasta que no estás encima de la bici no sabes lo que es, pero da mucha tranquilidad conocer el medio en el que vas a dar a luz y a los profesionales, que te dan confianza».

En estas charlas se les ofrecen consejos prácticos y se les indican errores evitables: que sólo hay que acudir al hospital cuando se tienen contracciones cada cinco minutos durante una hora; que no hay que avisar a la familia desde el minuto 1 porque nunca se sabe cuánto puede durar el parto o que al entrar al hospital, pese a los nervios, sólo hay que llevar encima «la cartilla, el DNI, unas chanclas y una gomilla para recogerse el pelo».

Además, se les brinda información sobre las distintas fases del parto, los distintos métodos de analgesia para aliviar el dolor, la conveniencia de la lactancia materna, la identificación del recién nacido o la donación del cordón umbilical, ya sea de forma altruista o particular, una opción que gana adeptos.

Epidural sí o no

A las gestantes se les entrega en esta charla el documento llamado Plan de parto y nacimiento, una cartilla donde se les explican sus derechos y reflejan sus deseos sobre cuestiones tales como: postura durante el parto, uso de material de apoyo, participación activa de la pareja, higiene del bebé, lactancia y, por supuesto, la siempre controvertida gestión del dolor. Vicky Carvajal les asesora sobre métodos naturales (balones de pilates, acupuntura, relajación, duchas con agua caliente, masajes...) y les cuenta los pros y contras de la epidural lumbar, «el método más eficaz, seguro y controlado» a su juicio tras 18 años de experiencia.

Por último, se realiza una visita a todo el área maternal, guiada en este caso por las matronas Juana Macías y Nerea Ramos, que les recalcan algunos consejos y disipan dudas. La visita al paritorio, donde se les muestra la estructura flexible donde tiene lugar el momento estelar y la silla para parto natural, «cada vez más demandada», acaba de poner a las gestantes en situación... y a disparar su imaginación sobre un día que termina siendo recordado, pese a todo, «como el mejor de la vida».

«TE DAN INFORMACIÓN MUY ÚTIL, MERECE LA PENA»

Laura (29 años) y José Daniel (32) ya están en la recta final de su proyecto más importante, que deberá ser realidad el 18 de mayo y que llevará por nombre Emma. Aunque lo normal es que estas visitas se hagan entre las semanas 30 y 32 del embarazo, en este caso se ha postergado porque ella trabaja en Cádiz, donde residen pese a que ambos son sevillanos. «La experiencia ha sido muy buena; la verdad es que relaja ver la confianza con la que te hablan los médicos», explican. No es que les hayan anulado el miedo, «totalmente no», pero ayuda «ver el medio» y recibir «información adicional a la de los cursillos, muy útil. Merece la pena venir», afirman tajantes tras asegurar que se han «reafirmado» en la epidural y la donación del cordón.