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Procesiones especiales de la Virgen de los Reyes

La primera advocación fue de Santa María de Sevilla, lo mismo que la Iglesia Mayor y su Altar Mayor

12 ago 2017 / 08:43 h - Actualizado: 12 ago 2017 / 08:46 h.
"Hemeroteca El Correo"
  • Procesiones especiales de la Virgen de los Reyes
  • A la izquierda, grabado de la entrada en Sevilla de Fernando III (1248). A la derecha, Alfonso X el Sabio. / Fotos: Archivo Francisco José de Jesús Pareja
    A la izquierda, grabado de la entrada en Sevilla de Fernando III (1248). A la derecha, Alfonso X el Sabio. / Fotos: Archivo Francisco José de Jesús Pareja
  • Imagen de la devoción popular por la Virgen de los Reyes.
    Imagen de la devoción popular por la Virgen de los Reyes.
  • Libro de Pedro Rodríguez Bueno.
    Libro de Pedro Rodríguez Bueno.
  • La Historia escrita por Juan Carrero.
    La Historia escrita por Juan Carrero.
  • Chalet ‘Santa María de Sevilla’ (1979).
    Chalet ‘Santa María de Sevilla’ (1979).

El próximo martes, día 15, festividad de la Asunción de la Virgen María, los sevillanos celebramos la festividad de la Patrona de la ciudad y la archidiócesis, Nuestra Señora de los Reyes. El origen de esta advocación se pierde en la noche de los tiempos, pero no fue la primera que le dedicaron los sevillanos de los siglos XIII-XV, al menos. El historiador máximo de la Virgen de los Reyes publicó en 1989 la historia hasta entonces más completa, actualizada en 2010 con una segunda edición publicada por la Fundación Real Maestranza de Caballería de Sevilla.

Nosotros recuperamos en 1979 la advocación primitiva de la Virgen, que fue llamada en el siglo XIII de Santa María de Sevilla, nombre dado a nuestro hogar en Colina Blanca (Camas). Esta información la tuvimos por una alusión del ateneísta Enrique Barrero González en 1978, y desde entonces tratamos de documentarla.

Pero no lo logramos hasta 2007, gracias al profesor Manuel González Jiménez, y poco después a la aportación del presidente del Cabildo de Alfonso X el Sabio, Pedro Rodríguez Bueno, autor del libro En torno a la Sevilla del siglo XIII (2008). Este reproduce una carta de Jofre de Loaysa informando de la muerte del rey Fernando III, en la que dice: «...et fue soterrado delant l’altar de Santa María de Seuilla».

Poco antes, el medievalista y biógrafo de Fernando III y Alfonso X el Sabio, profesor Manuel González Jiménez, pronunció una conferencia en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras sobre el Inicio del reinado de Alfonso X el Sabio, donde explica el entierro de Fernando III, con estas palabras: «El 1 de junio [de 1252], sábado, la fúnebre comitiva trasladó los restos del monarca santo desde el alcázar a la mezquita, trocada desde la conquista en iglesia mayor de Santa María [...] Et fue soterrado delant l’altar de Santa María de Sevilla. Una vez celebradas las ceremonias del enterramiento ante el altar de Santa María, sucedió al duelo la alegría [...]».

Antes consultamos las fuentes básicas de la historia eclesiástica sevillana: la síntesis de Francisco Avella Cháfer (1986), el Marial sevillano de José María Vázquez Soto (1988), la Historia colectiva dirigida por Carlos Ros (1992) y, sobre todo, las dos ediciones de la Historia de la Virgen de los Reyes de Juan Carrero Rodríguez (1989 y 2010). Carrero admite que el primitivo nombre no fue de los Reyes, pero no puede fijar la fecha de su comienzo. Sí admite que fue llamada Santa María Gloriosa (Siglo XV), y de los Ángeles en relación con la fecha del 2 de agosto de 1248, fecha en que se apareció a Fernando III.

La historia de la Capilla Real, escrita por Carrero en sus obras básicas citadas, da nuevas pistas según una memoria de 1636, que informa que en la zona central de la mezquita el rey colocó [en 1248] una imagen de Santa María, a cuya advocación había sido dedicada.

La cronología de las procesiones especiales de la Virgen de los Reyes se abre con la entrada en la ciudad recién conquistada por el rey Fernando III, el 22 de diciembre de 1248, que fue lunes y día en que la Iglesia Católica celebra la traslación de las reliquias de San Isidoro desde Sevilla hasta León.

La cronología de procesiones especiales iniciada en 1248, solo fija un desfile en los siglos XIII, XIV y XV, el antes citado del 22 de diciembre de 1248, y los días 3 de marzo de 1337 y 29 de enero de 1492, respectivamente. Las causas de los tres desfiles extraordinarios, fueron en el primer caso, la conquista de Sevilla por Fernando III; en el segundo, pedir por la salud del rey Alfonso XI; y en el tercero, en acción de gracias por la conquista de Granada por los Reyes Católicos.

Luego aumentó considerablemente el número de procesiones especiales durante las centurias siguientes. En el siglo XVI hubo catorce desfiles extraordinarios; en el siglo XVII, quince; en el siglo XVIII, volvieron a ser catorce; en el siglo XIX, se alcanzó la suma de diecinueve, una marca secular que fue ampliamente superada durante el siglo XX, cuando la Virgen de los Reyes salió veintidós veces en desfiles extraordinarios. En total, ochenta y siete procesiones extraordinarias en ocho siglos.

Sobre la Virgen de los Reyes existen numerosas referencias bibliográficas y hemerográficas, e igualmente la iconografía es muy abundante. La mejor síntesis histórica que conocemos de la Patrona la firmó el analista Juan Carrero Rodríguez en 1989, en un libro publicado por Editorial Castillejo y prologado por el arzobispo fray Carlos Amigo Vallejo, quien escribió lo siguiente: «Todo es buscado y querido, cuando recuerda y acerca a María. Juan Carrero así lo ha entendido y nos muestra, en este libro, hecho de historia y amores a la Virgen de los Reyes, desde la iconografía hasta los ajuares, desde los cabildos hasta los cultos y procesiones, desde la Capilla Real hasta los nombres de las calles sevillanas que se vistieron de gloria llevando el nombre de nuestra Patrona».

La cronología de las procesiones especiales de la Virgen de los Reyes se abre con la entrada en la ciudad recién conquistada por el rey Fernando III, el 22 de diciembre de 1248, que fue lunes y día en que la Iglesia Católica celebra la traslación de las reliquias de San Isidoro desde Sevilla a León. Afirma Juan Carrero Rodríguez que esa fue la fecha elegida por el rey Fernando III para hacer la entrada en Sevilla y recibir del rey musulmán Axataf las llaves de la ciudad.

Esta última escena es la que recoge el grabado que incluimos en nuestra página, datado en el siglo XVII, y que pertenece al coleccionista Ricardo Roldán, junto con otras preciosas iconografías fernandinas. El hecho de la entrega se produjo a la altura del Arenal, posiblemente cerca del Postigo del Carbón, que era la distancia más corta con el Alcázar palatino. Otros artistas han situado el encuentro de los reyes cristiano y árabe delante de la Puerta de Jerez, pero entonces no coincide con el trayecto seguido por la procesión, que Juan Carrero fija desde la Torre del Oro, donde desembarcó la comitiva real, hasta la Puerta de Goles, bordeando la ciudad por la vera del río que es el itinerario más razonable y justifica la presencia de Axataf cerca del Postigo del Carbón para recibir al conquistador al comienzo del desfile. Fernando III entró en Sevilla acompañado de representaciones de sus ejércitos, que tremolaban sus banderas victoriosas al mismo tiempo que las insignias conquistadas al enemigo eran arrastradas. Formaron también en esta primera procesión, siempre según Juan Carrero, caudillos, infanzones, «ricos homes», órdenes militares, seculares y eclesiásticas, arzobispos y obispos y cerrando la procesión, la Virgen de los Reyes, sobre unas parihuelas. Fernando III quiso que su entrada en la ciudad conquistada fuera una demostración de fe y devoción a la Madre de Dios.

La imagen de 1904, sin baldaquino, recuerda la coronación canónica celebrada el día 4 de diciembre, seguida de procesión extraordinaria. La siguiente fotografía es de 1929, cuando la Virgen de los Reyes hizo el itinerario por el paseo de Cristóbal Colón con motivo del Congreso Mariano Iberoamericano, como en 1248.