Cancelación de festivales, cierre de salas de cine, prohibición de viajar a nivel mundial... Y todo a la vez. El sector cinematográfico es, junto al de la hostelería, uno de los más afectados por la situación del Estado de Alarma, ya que la paralización de la producción supone, además de pérdidas económicas, un retraso en los estrenos y los rodajes. Según datos de la Andalucía Film Comission (AFM), 119 proyectos audiovisuales han sido paralizados o suspendidos temporalmente tras la declaración del Estado de Alarma.
Ante la situación, la AFM ha abierto un canal de comunicación y ha activado a la Red de Ciudades de Cine de Andalucía con el objetivo de poner en común peticiones de apoyo y seguridad a la industria audiovisual. La importancia de actuar con rapidez reside en evitar las mayores pérdidas posibles con esta situación, ya que los rodajes en Andalucía inyectan en la economía andaluza alrededor de 130 millones de euros anuales y dan empleo a más de 23.000 personas.
Situación de desprotección de los trabajadores
Para evitar el desamparo de los profesionales del sector cultural, el Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto Ley que establece medidas para paliar la situación de aquellas empresas que presentan una alta estacionalidad de empleo o que están ligados a eventos y espectáculos concretos, como es el caso de los sectores del cine, de la música y del teatro.
Sin embargo, las medidas adoptadas por el Gobierno central son insuficientes y dejan a los trabajadores del sector en una situación de “desprotección total”, como afirma Lourdes Palacios, presidenta de la Asociación de Escritoras y Escritores Cinematográficos de Andalucía (ASECAN). Tanto actores como técnicos se encuentran desamparados al presentar contratos temporales que se ajustan al período de la realización del proyecto y, por lo tanto, no cotizan con regularidad. De hecho, un 23% de los afiliados a la Unión de Actores y Actrices se encuentran en situación de desempleo, y el 85% de ellos no tienen derecho a indemnización.
Medidas a corto y largo plazo
Una vez finalice el Estado de Alarma, los inconvenientes principales serán en torno a la financiación de los proyectos, el retraso de la producción, las medidas de seguridad para evitar contagios, la limitación de viajes y de personas en un set, y las sesiones de caracterización con mascarillas y guantes, entre otros. Por ello, los productores del sector audiovisual reclaman a las administraciones y a las televisiones medidas eficaces tanto a corto como a largo plazo, para poder reactivar la economía en cuanto finalice esta situación de excepcionalidad.
Según Agus Jiménez, productora y vicepresidenta de la Asociación Andaluza de Mujeres de los Medios Audiovisuales (AAMMA), los hábitos de consumo del cine han cambiado “radicalmente”, por lo que, a largo plazo, se contempla estrenar directamente en streaming a la par que se realiza en las salas, ante la posible limitación del aforo en los espacios cerrados.
Incertidumbre sobre las salas de cine
La vuelta a la normalidad tardará en efectuarse, pero no solo por las medidas del Gobierno, sino también por el “aspecto psicológico” de las personas, como afirma Olmo Figueredo, presidente de la Asociación Andaluza de Productoras de Cine (ANCINE). El público tardará un tiempo en ir al cine por el miedo a contagiarse en un espacio cerrado, lo que se traduce en un aumento de las suscripciones a las plataformas en streaming para consumir películas y documentales.
En ese aspecto, productores de cine como Olmo Figueredo y Gervasio Iglesias afirman que los que se dedican al sector del entretenimiento están “felices” por poder ayudar en cierta medida a que el confinamiento sea más llevadero gracias a la oferta audiovisual que realizan. De hecho, muchos de los productores han ofrecido a la Consejería de Sanidad que se proyecten películas y documentales andaluces por circuito cerrado para todos aquellos que están viviendo su encierro en una habitación de hospital.
La situación actual del sector resulta preocupante ante tanta desprotección por parte del Gobierno, cuyos presupuestos no se ajustan a la viabilidad de la cultura. Ante ello, Lourdes Palacios afirma que se deben analizar los hechos con datos objetivos e invita a reflexionar sobre la situación: “¿qué habría sido de toda nuestra ciudadanía confinada si no hubiera podido disfrutar de contenidos culturales, de películas, de series, de música, de libros, para poder sobrellevar el confinamiento? ¿Alguien lo habría podido soportar? Debemos dar las gracias a tantos creadores que han donado su obra, y debemos protegerles para que puedan seguir creando”.