Unos 400 niños de la provincia de Sevilla cuyas familias no cuentan con recursos económicos recibirán regalos de Reyes Magos mediante la iniciativa ‘Elfos y calcetines sur’, que este año cumple su cuarta edición.
Se trata de una idea en la que trabajan desde que termina el verano un grupo de personas coordinadas por Rafael y Carlos Emperador (padre e hijo) , que han concretado que el año pasado llegaron a 347 niños, y este año aumentará en unos 50, aunque el plazo sigue abierto para que participen los “elfos” que quieran ser parte de la idea.
La forma de trabajar de la idea señala que en la asociación se hacen con las cartas que los niños escriben “por arte de magia de los elfos”, y las hacen llegar a sus colaboradores, con la condición de que cada elfo tiene que elegir un solo regalo de la carta, con un precio máximo de 30 euros.
Cuando se tienen todas las cartas listas es el momento en el que hay que empezar a trabajar intensamente, ya que hay algunas que llegan a los elfos a finales de diciembre. La magia sigue en ese punto porque entra en juego la confianza ciega de los elfos jefes en los elfos colaboradores. Con todo coordinado, los regalos comienzan a llegar a los puntos de transferencia. Con las cabalgatas de Reyes en la calle se termina el reparto.
Con el tiempo justo
En ese momento, los elfos han terminado su labor con éxito. Parece mentira, pero cuando acaba la campaña de entrega de los regalos, no se queda ni uno en los almacenes, y ni una carta se ha quedado sin respuesta. La magia de los elfos es total en ese sentido.
El “elfo” se compromete a comprarlo, envolverlo y llevarlo a lo que se denomina ‘Punto Elfo’, un lugar en el que, mediante un código que garantiza la privacidad del niño, se gestiona que los Emperador terminen el trabajo, para que esté en la casa del niño la mañana del 6 de enero.
Una idea que, aunque se comienza a trabajar en ella aún en los meses de calor, se acelera en estos días, cuando se apuntan los últimos voluntarios, “y siempre llegamos a las últimas casas cuando están las cabalgatas en la calle, con el reloj en la mano”, explican.
La idea ya reúne a más de 3.500 voluntarios en toda España, tras nacer en Galicia en 2012, y llegar a Andalucía, de forma autónoma, en 2015.
Sus promotores recuerdan que “un calcetín es un niño que vive en una familia en riesgo de exclusión social, por lo que por su casa no pasarán ni Papá Noel ni los Reyes Magos, pero para eso estamos los elfos”.
La idea es llevar la iniciativa a nuevas provincias andaluzas y lograr, con más y nuevos elfos, que ningún niño se pregunte el 6 de enero por qué los Magos de Oriente no pasaron por su casa.