Recomendaciones para compensar las carteras vacías

Cómo gastar menos en luz, combustible o comida en la cuesta de enero... y siempre, para comenzar a ahorrar para el próximo año

09 ene 2017 / 15:06 h - Actualizado: 10 ene 2017 / 07:48 h.
"Economía","Cómo vencer la cuesta de enero"
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Si un año más le ha vuelto a coger el toro y ha gastado más de la cuenta entre comida y regalos a final de año, y las deudas se le vienen encima estos días, las organizaciones de consumidores le dan una serie de recomendaciones no solo para ahorrar en enero y llegar a fin de mes más bien que mal, sino también para que no le vuelva a pasar y tenga que recurrir a la tarjeta de crédito, créditos bancarios o rápidos para hacer frente a sus gastos habituales.

Cuesta trabajo pensar en ahorrar en la luz o el gas –que no verá reflejado hasta su siguiente factura si no lo ha hecho antes– si tenemos en cuenta que la tarifa de ambos –y de la bombona– ha subido considerablemente, más en el caso de la electricidad. Aunque siempre se puede gastar menos.

Pero si el dinero lo necesita para ya, recurra a la familia o a la empresa para pedir un adelanto antes de tirar de tarjeta de crédito o del propio banco. Además, para ir tomando conciencia de sus ingresos y gastos, bájese a su móvil alguna de las aplicaciones que le dan la posibilidad de no descontrolar su economía.

Al menos la mensualidad de su hipoteca puede darle un respiro pues el euribor ha acabado el año con -0,08 por ciento, mínimo histórico, que supone un ahorro de aproximadamente ocho euros al mes, que se suma a la eliminación y reembolso de la cláusula suelo, si la tenía. No todo va a ser negativo.

Como última recomendación ahorre. Por muy pocos ingresos que tenga siempre se puede quitar de algún café de más, alguna compra innecesaria o esa moneda de dos euros que cae en su monedero. Guárdelos en una hucha, a ser posible que no pueda abrir para evitar tentaciones. Y el año que viene, por estas fechas, sus quebraderos de cabeza serán menores.

Energía: menos temperatura y ventanas cerradas

Entre los gastos fijos del hogar, la factura de la luz y el gas –o la bombona de butano– es uno de los imprescindibles y que más trastocan el bolsillo, en especial en estos meses de invierno en que la calefacción, ya sea central o con pequeños calefactores, hacen subir bastante la factura. Pues bien, en los últimos años la luz no para de subir. Según explica la organización de consumidores Facua, la factura de la luz es a día de hoy casi un 70 por ciento más cara que hace diez años.

En cuanto al gas, debido al encarecimiento de la materia prima también se ha incrementado la factura el 1 de enero en un 3,3 por ciento, y es la misma causa que ha hecho que aumente el precio de la bombona de butano casi un cinco por ciento desde la última revisión de hace un par de meses, situándose en la actualidad en 12,28 euros.

Para ser más eficientes y economizar conviene que solo se ventile la casa por la mañana cinco minutos, luego cierre a cal y canto las ventanas. Es fundamental que la temperatura media en el hogar se sitúe entre los 19 y 21 grados centígrados ya que cada grado de más supone un incremento del siete por ciento en su factura. Y por la noche, bien tapadito, de 15 a 17 grados basta.

Y si no lo ha hecho ya, no olvide cambiar sus bombillas y ponerlas de LED o cualquier otro sistema de bajo consumo, así como programar la luz exterior.

Transporte: conducir para gastar menos

A diferencia de años anteriores, la gasolina y el gasoil no están ayudando en nada a paliar los efectos de esta cuesta de enero, por lo que las organizaciones de consumidores recomiendan el uso del transporte público, la bicicleta o compartir coche (y de camino el gasto). Pero si no tiene otra opción que trasladarse con su vehículo hasta su puesto de trabajo o a recoger a los niños del cole también ofrecen una serie de recomendaciones para gastar menos que valen para estos días y para siempre: conduzca a velocidad baja y sin acelerones, compruebe una vez al mes la presión de los neumáticos, no cargue el maletero de objetos innecesarios y, en caso de atasco, apague el motor en vez de dejarlo al ralentí. Y si le cumple este mes el seguro, no olvide comparar precios, hay importantes diferencias en coste y prestaciones.

Reciclaje: renovación ‘low cost’

En momentos como estos en los que la cartera está bajo mínimos es poco probable que se le ocurra hacer cambios en casa, pero si es así porque la necesidad obliga recuerde que puede acudir a los establecimientos en los que venden todo tipo de muebles o electrodomésticos –pequeños y grandes– de segunda mano. En el primer caso siempre les puede dar su toque personal, mientras que en los segundos, hay también tiendas que los venden con alguna pequeña tara estética pero que funcionan perfectamente y tienen la misma garantía de dos años. Y si quiere gastar aún menos, puede acudir al bricolaje: una buena mano de pintura a la pared o a los muebles, construir un sofá con palets, espuma de poliuretano y un resto de tela del mercadillo... nada que no pueda hacer una persona (o pareja) mañosa.

Alimentación: vaya a comprar como si estuviera a dieta

Con el estómago lleno, con el firme propósito de Año Nuevo de comer, y por tanto comprar, más frutas y verduras, pero siempre que sean de temporada para que no disparen su exiguo presupuesto. Se acabó el tiempo de comprar delicatessen y alimentos poco habituales que no solo engordan el ticket de compra sino también nuestro organismo, y ha llegado el momento de las sopas desintoxicantes y las ensaladas, menos apetecibles en estos tiempos de frío pero siempre muy necesarias.

Es el momento de los cítricos, desde el pomelo a la naranja, limón y mandarina, también kiwi; sigue habiendo caquis y chirimoyas a buen precio y empiezan a aparecer las fresas y fresones en nuestros mercados. Mucho más amplia es la variedad de verduras que en este mes de enero están en su mejor momento: acelgas, espinacas, alcachofas (alcauciles), todas las variedades de coles, coliflor, brécol y brócoles, berenjenas, puerros, así como las que están todo el año en el mercado: lechugas, rábanos, remolachas... en cualquier caso mucho más económico y ecológico que la carne y el pescado, aunque no hay que prescindir de ellos. Solo reservarlos para uno o dos días a la semana. También son muy económicas las legumbres, pastas y arroces, perfectas para combinar con los platos de verduras. Fíjese siempre en los precios por kilo o por litro y procure llevar dinero en efectivo, gastará menos que con la tarjeta.

A quién pedir dinero: familia, empresa, plazos sin interés ... no acudir a los microcréditos

Si ve que pese a todas las medidas puestas en marcha para ahorrar, incluyendo hacer un presupuesto de ingresos y gastos previstos en el mes, sigue teniendo dificultades acuda a lo que tiene más cercano antes de volverse loco pidiendo uno de esos atractivos microcréditos que le anuncian en la televisión y que no hacen sino incrementar una deuda pues paga unos intereses desmesurados. La primera opción antes de endeudarse suele ser algún familiar o amigo, aunque no siempre se encuentran en mejor situación económica que usted, por lo que, si tiene trabajo, la siguiente opción sin ningún tipo de interés es pedir un adelanto a su empresa. Dependiendo del convenio colectivo vigente, puede solicitar un anticipo de en torno al 25 por ciento de su nómina, y en tres o cuatro días debe tenerlo disponible en su cuenta. Algunas empresas ponen un día fijo para el pago de adelantos, pero en cada caso es distinto. Esto puede aliviarle enero, pero le impedirá recuperarse en febrero con normalidad.

En el caso de que, por ejemplo, se le rompa la lavadora tiene dos opciones: o acudir a alguno de los centros comerciales que a menudo dan la posibilidad de comprar este tipo de artículos a largo plazo sin intereses si es a tres meses, o con intereses muy bajos; o usar alguna tarjeta de crédito que debe tener fondo porque no lo ha usado hasta ahora. Es esta su principal utilidad, no la compra habitual que es más recomendable hacerla con dinero en efectivo o tarjeta de débito que automáticamente le restan el dinero en su cuenta o las tarjetas que le cobran el dinero a final de mes, cuando ya ha cobrado su nómina.

En cualquier caso, las organizaciones de consumidores instan a que no se acuda a créditos rápidos y si finalmente tiene que acudir al banco a pedir dinero, no se quede con la primera oferta. Compare, contraste, asesórese, recomienda Adicae, ya sea con un profesional cercano o con alguna de las organizaciones de consumidores existentes. Además, es recomendable que si acude a una entidad bancaria cuente previamente con los gastos de gestión para que el dinero pedido sea el menor posible, así como cada una de las letras. Es recomendable que tenga seguro que va a mantener su trabajo para evitar posteriores incidencias y que podrá hacer frente al 100 por 100 de lo solicitado.

Rebajas e internet: más barato pero con prudencia

Sin duda las rebajas son una buena ocasión para comprar, claro, siempre que haya tenido la precaución de ahorrar algo de dinero en los meses anteriores para adquirir, por ejemplo, un abrigo que jubile ese que tiene de hace taitantos años, ropa de cama nueva o un frigorífico con un importante descuento, por poner solo tres ejemplos de lo que puede adquirir en estos casi dos meses que le quedan de rebajas, hasta el 28 de febrero. Es muy importante que haga previamente una lista de lo que verdaderamente necesita y procure no saltársela. De nada le serviría poderse ahorrar unas decenas de euros si para hacer frente a ellos tiene que tirar de la tarjeta de crédito.

Otra forma de ahorrar tanto en las rebajas como en las compras del resto del año –aunque especialmente ahora– es internet. Cada vez son más quienes se adentran en el mundo online para adquirir todo tipo de productos por las facilidades y por la garantía que ofrece el sistema. En este caso, como en el tradicional en los establecimientos, lo fundamental es saberse controlar. En las páginas de compras más conocidas, como en la de los propios centros comerciales y muchas de las tiendas de ropa o informática, por ejemplo, en estos días suelen incluir precios ventajosos respecto a lo que ofrecen en sus habituales puntos de venta, aunque no siempre es así, pero es verdad que se ahorra las bullas y las dificultades de aparcamiento en torno a los centros comerciales, aunque si quiere que se lo entreguen en casa le cueste un poco más. En todo caso, vigile bien que el ahorro sea significativo y que no vaya a tener dificultad alguna en caso de que no esté satisfecho con lo recibido o traiga cualquier desperfecto.

52 semanas de ahorro: un propósito cumplible

Puede que no sea fácil, sobre todo conforme avanzan las semanas, pero el resultado es harto complaciente. Primer paso: cómprese una hucha que no pueda abrir cuando avanza el mes –salvo casos de fuerza mayor, que puede tirar de abrelata– y luego, con un calendario que puede encontrar fácilmente en internet propóngase ahorrar un euro por cada número de semana del año. Es decir, un euro la semana una, dos la segunda semana, tres la tercera... y así sucesivamente hasta los 52 euros la última semana, con lo que a lo largo de un año y sin demasiada dificultad puede ahorrar 1.378 euros, una cifra perfecta para tomarse unas vacaciones, o hacer frente a ese gasto del hogar para el que nunca hay dinero suficiente y que no estamos dispuestos a pagar a plazos y tener con ello una letra más que sumar a los gastos fijos ya bastante altos.