{Luis Rodríguez Caso nació en Sevilla, en la calle Águilas, el día 11 de mayo de 1867, y falleció en nuestra ciudad el día 3 de julio de 1927, con sesenta años de edad vividos con intensidad y resultados excepcionales, como empresario, ingeniero industrial y militar, alcanzando el grado de general de Brigada de Artillería. Fue un sevillano ejerciente, inquieto por el progreso de la ciudad, que participó muy joven en los fastos del IV Centenario del Descubrimiento de América, y que con apenas treinta años fundó y construyó la fábrica de vidrios La Trinidad, con un grupo de amigos socios, que fueron también quienes le apoyaron en 1908 y 1909 en sus proyectos para conmemorar el primer centenario de la Independencia y fundar la Exposición Hispano-Americana, luego Iberoamericana desde 1922. Antes, en 1905, promovió la Muestra Industrial celebrada en los Jardines de Eslava y de Cristina. Promovió también la Academia Politécnica Sevillana.
En 1913 promovió el traslado del recinto de la futura Exposición a Los Remedios, en la zona de Los Gordales, donde ahora se encuentran el Club Náutico y parte de la Feria de Abril. En ese recinto, llamado de la Raza, situaba también el campo ferial con carácter permanente, así como otros edificios emblemáticos del certamen iberoamericano, como la Universidad Hispano-Americana. Su amigo y orfebre Cayetano González dibujó el proyecto de Luis Rodríguez Caso, una lámina valorada hoy como obra de arte y con contenidos urbanos de futuro.
La biografía académica y profesional de Luis Rodríguez Caso refleja su talento y capacidad de trabajo. Ingresó en la Academia de Artillería de Segovia con el número 54 de la promoción y al mes ya tenía el número uno, con el que terminó los estudios. Fue teniente al término de la carrera, capitán (1895), Comandante (1906), teniente coronel (1916), coronel (1921) y general de Brigada (1927). Su trayectoria como fundador y primer comisario Regio de la Exposición, fue un camino de espinas, pero al final le fueron reconocidos sus méritos y además se le dedicó la avenida central del Parque de María Luisa. Esta es en apretada síntesis la vida de Luis Rodríguez Caso, un sevillano ejemplar.
Promovió también la Academia Politécnica Sevillana, y en 1913 el traslado del recinto de la proyectada Exposición a Los Remedios, en la zona de Los Gordales, donde ahora se encuentran el Club Náutico y parte de la Feria de Abril. En ese recinto, llamado de la Raza, situaba también el campo ferial con carácter permanente, así como otros edificios emblemáticos del certamen iberoamericano, como la Universidad Hispano-Americana. Su amigo y orfebre Cayetano González dibujó el proyecto de Luis Rodríguez Caso, una lámina valorada hoy como obra de arte y con contenidos urbanos de futuro.
Las fotografías que acompañan a estas líneas muestran a Luis Rodríguez Caso en dos épocas claves de su vida, en 1909, cuando fundó la Exposición Hispano-Americana que años después se convirtió en Iberoamericana, y en 1926, poco antes de ser ascendido a general de Brigada y cuando ya le fueron reconocidos sus méritos y rotulado con su nombre la avenida central del Parque de María Luisa. Siguen dos vistas de la fábrica de vidrios La Trinidad y una cristalera publicitaria de la empresa, vinculada a la fundación del Sevilla Fútbol Club en 1905, pues en sus dependencias guardaban los palos de las porterías y los balones los primeros jugadores sevillistas, que practicaron el balompié en un solar anexo.
Para conmemorar el primer centenario del 2 de mayo de 1808, Sevilla organizó en 1908 un certamen de homenaje a la bandera de España en el que participaron todas las regiones, en el teatro San Fernando y la plaza de la Real Maestranza.
Durante los días finales de abril y primeros de mayo próximos, se cumplirán ciento nueve años del Certamen España en Sevilla, organizado en 1908 por un grupo de sevillanos para conmemorar el histórico 2 de mayo de 1808, cuando la ciudad protagonizó un heroico comportamiento contra la invasión francesa. El grupo de promotores estuvo liderado por el oficial artillero Luis Rodríguez Caso y fue apoyado por Manuel Rojas-Marcos y por el Ateneo y la Real Maestranza de Caballería.
Desde el día 27 de abril hasta el día 25 de junio de 1905, se celebró en los Jardines de Eslava y en el teatro del mismo nombre, la Exposición Industrial para productos mineros, agrícolas y vinícolas, que tuvo un rotundo éxito, recuperando la idea de la Exposición Bético-Extremeña de 1874, celebrada en el Real Alcázar, y que marcó un hito mercantil en el siglo XIX. En el certamen de 1905 obtuvo un premio convocado por la Prensa sevillana, Luis Rodríguez Caso, director de la Fábrica de Vidrios La Trinidad, hecho que le proyectó como promotor local. Luis Rodríguez Caso, comandante de Artillería, junto con otros amigos de idéntico idealismo regeneracionista cívico, organizó la fiesta patriótica titulada “España en Sevilla” para conmemorar el centenario de la Guerra de Independencia de 1808. Los promotores fueron, junto a Luis Rodríguez Caso, Francisco Pacheco y Núñez de Prado, marqués de Gandul; Manuel Rojas-Marcos, abogado y líder de la Liga Católica; Manuel Corbato García, fabricante de cerámica y adscrito al Partido Liberal; Fernando Silva, maestro de la Fundición de Cañones; Miguel Quesada Denis, administrador de la Fábrica de Tabacos; y Narciso Ciaurriz Rodríguez, empresario y del Partido Conservador [Fuente: Eduardo Rodríguez Bernal, Historia de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929, Ayuntamiento de Sevilla, 1994)].
La imagen del teatro San Fernando pertenece a la Colección Calzada (Diario 16, 1993), y recuerda el acto celebrado el día 29 de abril de 1908. El cartel de la fiesta patriótica pertenece a la portada del programa oficial municipal y fue pintado por Julio del Mazo. En el acto de apertura intervinieron Javier Lasso de la Vega y José Gestoso, entre otros. Cerró el programa desarrollado entre los días 22 de abril y 2 de mayo, una procesión cívico-religioso-militar y un multitudinario homenaje a la bandera en la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería. Participaron oficialmente todas las provincias españolas con sus representaciones folclóricas, excepto las vascas y navarra, que lo hicieron oficiosamente y representadas por asociaciones particulares.