«Sólo hay un ejemplar y está destrozado». Las palabras de la responsable de la biblioteca Infanta Elena de Sevilla corroboran la demanda de un libro que se ha convertido en un referente dentro y fuera del barrio que lo inspiró hace ya tres años. De hecho, universitarios de Antropología, estudiantes de Urbanismo o de Cartografía, entre otros, bucean a diario en estas páginas como «complemento» a su formación académica. Precisamente, para atender esta petición y otras que, sorprendentemente, llegan del norte del país se ha recurrido a sacar de nuevo una edición deEl Retiro Obrero. Una barriada inusual, la publicación que resume la historia y trascendencia social y antropológica de «un barrio irrepetible» del distrito Macarena, que «en la Exposición Iberoamericana de 1929 fue ejemplo urbanístico del momento».
Su autor, el incombustible Basilio Moreno (Sevilla, 1961), confiesa estar abrumado. Asegura que cuando empezó a dar forma al libro nunca pensó que llegaría a una tercera edición. «Me embarqué en esto porque me di cuenta de que los propios vecinos desconocían la historia del Retiro Obrero, que había muchas lagunas; más allá de la barriada y de la institución que la alumbró. Pero, la verdad, es que no me esperaba esta buena acogida».
Menos aún los halagos y felicitaciones que ha ido recibiendo tanto a pie de calle de vecinos anónimos, así como en los correos electrónicos que han ido llegado a la Asociación Histórica Retiro Obrero (AHRO), de la que es además presidente. «Muchos han destacado que con esta obra se ha puesto Retiro Obrero en el mapa. Además de que se trata de un libro de fácil lectura. No tiene una estructura de principio a fin, sino que se puede leer por capítulos y en cómodos pasajes. Eso me lo han dicho mucho. Pero lo que más me sorprendió fue el mensaje de una profesora de la Universidad de Cataluña, que decía: ‘Ya era hora de escribir bien de estas personas [en alusión a los promotores de la barriada]».
Es por ello que este miércoles, a las 19 horas, se presentará de nuevo en la biblioteca Infanta Elena (Avda. María Luisa, 8) El Retiro Obrero. Una barriada inusual. El acto contará con la participación del profesor de Historia Esteban Moreno; y de María José Segura, del Ayuntamiento de Sevilla, así como con la presencia de Reyes Pro, de la citada biblioteca, quien también ha colaborado activamente en este proyecto. Se pondrán de nuevo en circulación un total de 400 ejemplares gratuitos, de los que 250 se depositarán en bibliotecas municipales y públicas, y 80 unidades en colegios de la Macarena. «No es sólo el libro de un barrio sino del argumento histórico que se complementa. De sus promotores, que quedaron inmortalizados en el nomenclátor de estas calles», añade Moreno, quien destaca además que se trata de la primera obra que se ha escrito del Retiro Obrero, «no solo como entidad de barrio, sino como institución: sus orígenes, su desarrollo y sus decisiones».
Un enclave residencial que fue «modelo urbanístico» con unos principios muy definidos a principios del siglo XX. «El punto de partida fue la tesis doctoral sobre Retiro Obrero del geógrafo y profesor asociado de la Universidad Pablo de Olavide, Raúl Puente Asuero. Ahí dio con la fórmula que propició este urbanismo ideal en Sevilla. Coincidieron Antonio Ollero y Sierra, coordinador de la institución de Retiro Obrero en Sevilla; Amante Laffón, del Real Patronato de Casas Baratas; y el arquitecto José Gómez Millán, quien tenía experiencia en construcciones sociales, como el hospital de la Cruz Roja».
Todos ellos impulsaron este «barrio pionero» de Sevilla, con «calidades excelentes, de calles no menos de ocho metros de ancho»; y también en lo público, «con espacios comunes, como economato, escuela, iglesia, casa de baños y piscinas, un dispensario...». Equipamientos públicos, que «no eran habituales entonces» y que fue «lo primero» que los promotores realizaron «antes incluso» de comenzar con las viviendas unifamiliares y otras colectivas.
La configuración de Retiro Obrero alentó igualmente «un clima de convivencia plena» y «de piña entre sus vecinos», que, por entonces, «no tenían necesidad de dejar del perímetro del barrio». En este sentido, la rotulación de las calles incidía en «este homenaje a la institución de Retiro Obrero» al dedicarse a personas que habían tenido que ver con los derechos sociales de los trabajadores. «General Marvá, que no tiene que ver nada con el franquismo. De hecho, murió antes de la Guerra Civil. Fue el primer inspector de trabajo para defender el derecho de los trabajadores. O también Gumersindo Azcárate, la calle número dos, que fue un jurista krausista», aclara Moreno.
Pero su incursión en el pasado vecinal no termina aquí. De un tiempo a esta parte, Moreno ha comenzado con las labores de investigación para dar con el origen de la conocida actualmente como avenida de Miraflores. «Ya está documentado que desde el siglo XVI lleva este nombre. Antes era Camino del Arzobispo... No es hasta principios del XX cuando se transforma en zona industrial con el asentamiento de las primeras fábricas: la de seda, la de vidrio, Bazar España...»
Como ya ocurriera con la publicación de Retiro Obrero, además de los documentos, cartografía sevillana y archivos, Basilio Moreno subraya la importancia de otra fuente «verídica» para estos menesteres. «Los vecinos son una rica fuente de información, con sus déficit de formas y sus anécdotas. Muchas veces, de una anécdota se llega a descubrir datos importantes», concluye convencido.