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El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, durante su conferencia en Factor US. / El Correo
El ex ministro de Educación Alfredo Pérez Rubalcaba lleva meses retirado de la primera línea política y, tras décadas en altos cargos de responsabilidad, ha vuelto a las aulas universitarias. Pero la distancia en su caso no hace ni el olvido ni la indiferencia. Rubalcaba ha sido el encargado de inaugurar Factor Universitario 2015, un foro de debate organizado por la Universidad de Sevilla con el fin de analizar el actual sistema universitario y definir mejoras en aquellos aspectos que así lo requieran. Y, precisamente, ese ha sido el punto de partida y llegada de la conferencia impartida por Rubalcaba: “La Universidad española es mejorable claro, pero mediocre no”. El que fuera Secretario de Estado de Educación y artífice de una de las mayores reformas de la Universidad en democracia ha buscado desmontar los tópicos -él los ha llamado “ideas recibidas”- que circulan sobre la enseñanza superior.
Siguiendo el orden cronológico de su exposición, el primero de esos tópicos tiene que ver con el rendimiento de los estudiantes becados. Resultaría algo así: los becarios no rinden porque tienen el dinero asegurado para seguir estudiando. Para Rubalcaba esta “insinuación maliciosa” se hace circular para así justificar una reforma como la realizada por el Gobierno del PP, en la que se recorta el presupuesto y se modifican criterios de asignación con el único fin de ahorrar. Pero el ahorro ha acarreado una consecuencia: ha dejado fuera del sistema a miles de estudiantes por motivos puramente económicos.
Siguiente tópico: “¿Cuántas veces no han escuchado que los estudiantes de ahora saben menos que los de antes?”, ha preguntado a la sala Rubalcaba. La frase, ha continuado explicando, se le atribuye a Platón. “No es posible que siga creciendo el número de alumnos y que el nivel baje. ¿No se dan cuenta que matemáticamente es imposible? Esto no quita que no haya que mejorar cosas, como la comprensión lectora, que está bajando”, ha reconocido. De esta idea preconcebida a otra: la educación superior es mala y la finlandesa es la que tenemos que emular. No ha osado Rubalcaba a cuestionar esa sí realidad de que Finlandia tiene uno de los mejores, si no el mejor, sistema educativo del mundo. Pero lo que no ha dejado de evidenciar es que la educación no es un ente aislado. Depende del nivel socioeconómico y, mientras en España manteníamos hace años una tasa de analfabetismo del 20%, en Finlandia no había analfabetos. “Este es el punto de partida. Hemos salido de muy atrás y en educación no hay atajos”.
Siguiente tópico: los informes PISA. A partir de este punto, ha salido el Rubalcaba más político. “Lamento el uso político que se hace de los informes PISA”, ha dicho. Porque, a su juicio, el análisis del PISA no puede hacerse desde el punto de vista meramente cuantitativo, como si de Eurovisión se tratase. “El PISA dice siempre que España tiene uno de los sistemas educativos más equitativos del mundo. Pero eso nunca se resalta”, se ha quejado. Y ha lanzado uno de sus ‘obuses políticos’ (que han sido varios durante la conferencia): “¿Por qué no se hacen informes PISA por comunidades autónomas?”. De hacerse y de analizarse, por ejemplo, la tasa de abandono temprana se vería que hay comunidades (de las consideradas precisamente ricas, como Baleares) en las que funciona lo que Rubalcaba ha denominado la “atracción fatal”: el turismo y el ladrillo hacen que decenas de miles de jóvenes salgan del sistema en busca de dinero fácil. Este círculo se rompió con el estallido de la crisis pero, ahondando en ello, Rubalcaba entiende que si las comunidades autónomas comparten ordenación académica y obtienen diferentes resultados, el problema no es pues de modelo sino de gestión política.
“No trato de decir que todo está bien”, ha insistido Rubalcaba. De hecho, haciendo un paréntesis, para el ex ministro de Educación socialista uno de los principales agujeros negros en el sistema educativo español es que es “magnífico formando funcionarios, pero no empresarios”. ¿Y quién es responsable? ¿La falta de consenso político y el empecinamiento de los sucesivos ministros de hacer sus reformas educativas? Otros dos tópicos, ha denunciado Rubalcaba. Sobre el consenso ha llegado a afirmar que “siempre lo ha habido. El que nunca ha estado es el PP”. Ya en el turno de preguntas, ha ahondado sobre esto y ha desvelado que el que fuera ministro con Zapatero, Ángel Gabilondo, no consiguió cerrar un pacto por la educación porque Cospedal se negó a tocar los concertados. “Nadie me va a desmentir esta tarde, aunque ya no están afortunadamente pendientes de mí todo el día”, ha dicho con sorna.
Ya había transcurrido la mitad de la conferencia cuando Rubalcaba acusó directamente al PP de “fracturar el modelo universitario”. Y puso como ejemplo otro nuevo tópico: la Selectividad no sirve para nada porque la aprueba todo el mundo, una frase literal pronunciada por el ministro Wert. “Nadie le dijo a Wert que los que van a Selectividad son aquellos alumnos que los profesores de Secundaria evalúan y ven si son o no aptos”, ha explicado. Eliminando la Selectividad como plantea Wert “hemos roto el distrito único y con ello la movilidad entre universidades. Hay comunidades que están trabajando por mantener esos distritos en sus territorios, volviendo a los distritos universitarios de antaño”. “Esto hay que derogarlo”, ha sentenciado sin titubeos.
Los tres últimos tópicos han versado sobre los ranking, la endogamia y la financiación, tres temas que serán abordados específicamente durante Factor Universitario. En relación a las clasificaciones mundiales ha ironizado sobre el hecho de que un premio Nobel cuesta más tiempo y más dinero que formar a un tenista. Sobre la endogamia ha dicho que “es como el colesterol, la hay buena y la hay mala”. “Yo soy partidario de mantener la acreditación pero sin que al final del proceso de selección se imponga la endogamia absoluta”. Y, por último, en relación al “último grito” en tópico contra la Universidad Alfredo Pérez Rubalcaba se ha referido a la sentencia que dice que la Universidad es insostenible desde el punto de vista financiero. “Hay que reflexionar sobre cuál es el mejor modelo, pero el problema no es de gasto sino de ingresos”, ha enfatizado.
Rubalcaba ha coincidido con el rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, en que el actual Gobierno no está flexibilizando el sistema sino desregularizándolo. Prueba de ello es que en 20 años se han creado decenas de universidades privadas frente a “ninguna” pública. “No soy anti privada pero existen universidades con 10.000 estudiantes y sin planes de estudios aprobados oficialmente”. “Esos chiringuitos no los podemos consentir”, ha finalizado, reivindicando la necesidad de hacer más y mejor Universidad porque con ello “no estaremos haciendo sólo una reforma sino que haremos un importante ejercicio de cohesión social”.