Pasajes de la historia de Sevilla

¿Sabes dónde está el santo con tres manos en Sevilla?

Es una de las puertas árabes del entorno de la Catedral de Sevilla y se encuentra en la calle Alemanes, desde ella se accede al Patio de los Naranjos y guarda muchos secretos que le quiero descubrir. ¿Se anima a conocerlos?

19 ago 2022 / 04:00 h - Actualizado: 19 ago 2022 / 04:00 h.
"Pasajes de la historia de Sevilla"
  • ¿Sabes dónde está el santo con tres manos en Sevilla?

La ciudad de Sevilla guardan entre sus monumentos claves ocultas y simbología sólo al alcance del iniciado, aquel que sabe interpretar los mensajes ocultos pero a la vista de todos. Les propongo visitar al “santo de tres manos” viendo antes algunas singularidades del marco donde se encuentra.

La Puerta del Perdón tiene otra curiosa simbología y en ella podemos encontrar la aldaba o los atributos simbólicos de San Pedro y San Pablo. Pero vayamos por partes... (Como decía Jack “el Destripador”).

Lo primero que se debe saber es que esta puerta data del siglo XII, del año 1196, y fue ordenada su construcción por el emir Al-Mu'minin Abu Yusuf, quién quiso ampliar la explanada de la “Gran Mezquita”, anteriormente tuvo una función militar.

Pero fue con la construcción de la Catedral de Sevilla cuando, a partir de 1407, se le conoce como la Puerta del Perdón, que es una denominación que se suele repetir en muchos otros templos españoles. Se dice que por esa puerta entraban los arrepentidos, los delincuentes y aquellos que pedían la protección de la Iglesia.

Los primero que nos llama la atención es un “llamador de bronce” en su puerta... Es un elemento interesante que remata unas puertas muy elaboradas, en madera revestidas de chapas de bronce labrado finamente con lacerías y atauriques así como los típicos versículos del Corán “el poder pertenece a Alá“ y “la eternidad para Alá“, por ello es especialmente admirada por los árabes que vienen a la ciudad al igual que por el respeto que se tiene en Sevilla a esta cultura que tanto nos legó.

La puerta, en su parte superior refleja el momento en el que Jesús de Nazaret entra en el templo y se rebela contra los mercaderes. Es obra de Miguel Perrín en 1519 a 1522 y en el Nuevo Testamento lo encontramos como la expulsión de los mercaderes del templo.

En la puerta podemos ver, además, al arcángel Gabriel, San Pedro, San Pablo y la Virgen Anunciada. El arcángel Gabriel tiene un rollo en una mano que es un mensaje divino, con la derecha parece estar señalando pero, realmente es el símbolo del diálogo. Le explica a la Virgen el mensaje de Dios. En el ala izquierda tiene una cartela que pudo haber tenido una invocación. Lo normal es que porte lirios en su mano que es la pureza y es extraño que se quisiera representar de esta forma.

La Virgen tiene una mano sobre el pecho y un libro abierto en la otra. El libro siempre va a ser el Conocimiento y la mano en el pecho son los sentimientos.

Un detalle que pasa inadvertido es que en los rosetones están las cabezas de David y Salomón, que fue el constructor del Templo de Jerusalén.

Y llegamos al santo con tres manos...

Y llegamos a San Pedro... y su atributo: las llaves. San Pablo... y su atributo: la espada, espada con la que fue ajusticiado como ciudadano romano pero que también por ser “justiciero” en su época.

San Pablo... ¿una tercera mano que lo sostiene? ¿Qué significa?

La Tercera Mano... Es la mano que sostiene al mundo encarnado ese mundo en la Cristiandad y la importancia que tuvo San Pablo en la creación de la Iglesia. Nos interesa la estatua de San Pablo, a la derecha según queda el acceso en frente.

Como si de un agarre en piedra se tratara, una mano emerge del muro de la antigua Mezquita, sin que haya réplica bajo la efigie de San Pedro.

Tal vez su autor, Miguel Florenti, optase por esculpirla de manera intencionada dejando un mensaje oculto en el siglo XVI.

Muchos guías, a los turistas, los retan a que descubran donde está la tercera mano sin mirar en la base que es donde se encuentra. Otro dicen aquello de: “Si encuentras la mano te casas antes que acabe el año, y hay quien prefiere pasar de largo”. De todo hay en la viña del señor pero no me digan que no resulta curiosa esta puerta de nuestra hermosa Catedral.