Nos desplazamos a Triana, popular barrio, donde vamos a ir a la Casa del Teatro de Triana y que se encuentra en un lugar tan mágico como es el Mercado de Triana justo encima del Castillo de San Jorge en el Altozano trianero.
El mercado hunde sus raíces a finales del siglo XVIII en este lugar donde estaba el castillo, aprovechando que no había nada allí salvo las ruinas del vestigio de la Inquisición, los comerciantes comenzaron a poner sus puestecillos en este sitio. En 1822 el Ayuntamiento decide construir el mercado de abastos y se concluyó en 1823.
Allí es donde iba a tener hueco el teatro más pequeño del mundo, se tan solo 28 localidades, para 28 espectadores, con 6 metros cuadrados y realmente toda una experiencia que vivir.
Las butacas se readaptaron a este uso cuando Fernando Rodalva las usaba para dar charlas y talleres, pero se propuso buscar un sitio más grande y poder tener un mejor uso y es cuando se gesta el nacimiento de este teatro de Triana que es tan original.
En un ambiente único, entre los puestos 11 y 12, está su ubicación, allí se puede disfrutar del teatro en miniatura y de todo lo necesario para el CasaLa, disfrutar de todo tipo de eventos, desde música, magia, teatro, danza y todo lo imaginable para el selecto grupo de espectadores que consigan tener entrada para esta edificante experiencia en uno de los lugares más desconocidos de la ciudad.
No pierda la oportunidad de pasear por el mercado, de disfrutar de la gastronomía que le ofrecen los comercios dedicados a la restauración y, si puede, baje a las ruinas y centro de interpretación del Castillo de San Jorge y su pasado vinculado a la Inquisición, es todo un viaje en el tiempo.