Serrano alega que quiso «hacer un favor a la Guardia Civil» con la obra de Fitonovo en un cuartel

El concejal del PP en el Ayuntamiento de Sevilla admite que no era su función «ir por los cuarteles» pero asegura que no hubo «nada truculento» en su actuación

06 abr 2016 / 14:41 h - Actualizado: 06 abr 2016 / 21:17 h.
"Ayuntamiento de Sevilla","Tribunales","Caso Madeja","Gregorio Serrano"
  • Un momento de la comparecencia de Gregorio Serrano en la comisión de Fitonovo. / E.P.
    Un momento de la comparecencia de Gregorio Serrano en la comisión de Fitonovo. / E.P.

El concejal del PP en el Ayuntamiento de Sevilla Gregorio Serrano ha defendido este miércoles, ante la comisión de investigación sobre los contratos adjudicados a Fitonovo, cuyos directivos habrían repartido dádivas y comisiones a cambio de contratos públicos, que intentaba «hacer un favor a la Guardia Civil» cuando puso «en contacto» al directivo de dicha empresa José Antonio González Baró con mandos del Instituto Armado, para que Fitonovo asumiese y costease supuestamente la instalación de un parque infantil en el acuartelamiento de Montequinto.

Hablamos de los hechos investigados a partir de la operación Madeja, después rebautizada como Enredadera, sobre los contratos públicos adjudicados a la empresa Fitonovo.

La investigación, al pasar a la fase de la operación Enredadera, supuso la detención de 32 personas en 13 provincias de España, con la imputación del ex primer teniente de alcalde de Sevilla Antonio Rodrigo Torrijos (IU-CA); el entonces concejal de IU-CA José Manuel García; el exedil del PSOE Manuel Gómez Lobo; el antiguo asesor de IU-CA Antonio Miguel Ruiz Carmona; el exconcejal del PP Joaquín Peña; el exasesor socialista Domingo Enrique Castaño; el exjefe del servicio de Parques y Jardines Francisco Amores; el jefe de mantenimiento del Parque María Luisa Francisco Luis Huertas; el funcionario de la Diputación Carlos Podio; el también funcionario de la Diputación Francisco Javier Heredero; el funcionario jubilado de esta institución Elías Oliver; y diferentes directivos y empleados de Fitonovo.

Aunque la investigación arrancó desde el Juzgado de Instrucción número seis de Sevilla, entonces titular de dicha instancia, la Audiencia Nacional asumió finalmente el caso al abarcar las diligencias diferentes provincias. Dado que la investigación judicial comenzó precisamente por los contratos adjudicados por el Ayuntamiento hispalense a Fitonovo, el pleno del Consistorio acordó en septiembre crear una comisión de investigación sobre los contratos adjudicados por el Consistorio a esta empresa y su grupo.

MAS COMPARECENCIAS

Esta comisión ha celebrado este miércoles su octava sesión de comparecencias, empezando con el concejal del PP Gregorio Serrano, responsable de Economía y Empleo durante el pasado mandato del Ayuntamiento y por cierto representante del PP en la propia comisión. Su citación en el seno de la comisión de investigación, en ese sentido, deriva del testimonio del directivo de Fitonovo José Antonio González Baró, imputado en las actuaciones y quien habría relatado que Serrano le pidió que su empresa acometiese sin contraprestación alguna la instalación de un parque infantil en el acuartelamiento de la Guardia Civil de Montequinto (Dos Hermanas), accediendo a dicha solicitud «congraciarse» con el entonces gobierno municipal del PP.

Sobre este aspecto, Gregorio Serrano ha expuesto que muy poco después de que en junio de 2011 el PP desembarcase en el Gobierno municipal, González Baró solicitó una reunión con él y en aquel encuentro, el empresario le mostró diferentes «proyectos» por valor de más de 50 millones de euros que sopesaba Fitonovo para «invertir» en Sevilla, como por ejemplo dos aparcamientos y una piscina. Serrano, al respecto, ha defendido que trasladó al empresario que tales proyectos, de ser aceptados por el Ayuntamiento, habrían de «salir a concurso», comprometiéndose a entregar las memorias técnicas de las iniciativas a las delegaciones municipales competentes según la naturaleza de cada proyecto.

Pero además, y como ha detallado Serrano, relató al empresario según su testimonio que un mando de la Guardia Civil cuyo nombre ha asegurado no recordar le había «enseñado» un «terrenito» del acuartelamiento de Montequinto, en Dos Hermanas, con el propósito de que en dicho espacio fuese instalado un parque infantil. En ese sentido, ha expuesto que trasladó este extremo a González Baró al tratarse la Guardia Civil de «un potencial cliente» para Fitonovo y para «ayudar a la Guardia Civil en ese pequeño favor que habían pedido» sus mandos, porque se trata de una institución «muy digna» y con reconocimiento social.

«CERVECITA» EN EL ACUARTELAMIENTO

Y merced a dicha conversación, según ha narrado, «una tarde de julio» acompañó a González Baró a una visita al acuartelamiento de Montequinto, donde con varios mandos de la Guardia Civil inspeccionaron el «terrenito» en cuestión y después todos ellos tomaron «una cervecita en el bar del cuartel».

Gregorio Serrano, en ese sentido, ha admitido que su función como concejal del Gobierno municipal «no era ir por los cuarteles» de la Guardia Civil y que «probablemente» su actuación no fue ortodoxa, pero ha defendido que trasladó a dicho directivo de Fitonovo el «favor» solicitado por aquel mando de la Guardia Civil, porque «sentía que tenía que echar una mano» al Instituto Armado. «Se me encendió una bombillita. Quería ayudar a la Guardia Civil en ese pequeño favor y les puse en contacto uno con otro», ha dicho negando cualquier cariz «truculento» en su actuación y defendiendo su «buena intención» en aquel gesto.

Porque según sus palabras, frente a las empresas sobre las que pesaba «una dudosa reputación» según la «rumorología» municipal, Fitonovo no era en aquellos tiempos una sociedad «salpicada» por ninguna sospecha y antes de aquel asunto «no había escuchado jamás» nada relativo a dicha empresa. «Nunca me llegó rumorología sobre Fitonovo», ha dicho asegurando que en su papel como concejal, tanto en la oposición como en el gobierno, nunca supo nada de «tratos de favor» hacia Fitonovo hasta arrancar la mencionada investigación judicial.

Sobre los testimonios que atribuyen al exjefe del servicio municipal de Parques y Jardines Francisco Amores y el ex director del rea de Medio Ambiente y exedil del PP Joaquín Peña el uso de dicho servicio como «un cortijillo», Gregorio Serrano ha defendido que el Gobierno municipal del PP no «tenía nada» con Amores y que dichas versiones sobre las dinámicas del servicio municipal de Parques y Jardines y el papel de Peña deben ser «contrastadas». En ese sentido, ha opinado que Joaquín Peña es una persona «seria y honorable», si bien ha precisado que apenas había relación entre las áreas de gobierno que dirigían cada uno de ellos.