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Silencio en Sevilla para no olvidar a Miguel Ángel

La ciudad se suma al acto de homenaje convocado en memoria de Miguel Ángel Blanco en el XX aniversario de su asesinato

12 jul 2017 / 20:52 h - Actualizado: 12 jul 2017 / 22:53 h.
"Terrorismo","ETA","Víctimas del terrorismo"
  • Minuto de silencio a las puertas del Ayuntamiento en homenaje a Blanco. / El Correo
    Minuto de silencio a las puertas del Ayuntamiento en homenaje a Blanco. / El Correo

El silencio ensordecedor de la Plaza Nueva se impuso durante un minuto tras las campanadas que anunciaban el mediodía. Esos 60 segundos fueron el hilo conductor entre la mañana de ayer y el caluroso día de julio de 1997 en el que Miguel Ángel Blanco, concejal del PP de Ermua, fue asesinado a sangre fría tras dos días de cautiverio a manos del grupo terrorista ETA.

La efeméride, además de recordar el terrible acontecimiento, también trae a la memoria cómo los españoles abrazaron a Miguel Ángel como símbolo de unión entre todos para plantar cara de forma definitiva al terrorismo cobarde de la banda armada. Al grito de «basta ya», España quiso poner punto y aparte a la violencia.

Dos décadas después, como muchas otras localidades, Sevilla se echó a la calle junto con representantes de todos los partidos políticos a nivel local y regional e instituciones como el Movimiento contra la Intolerancia, la Fundación Alberto Jiménez Becerril, la FEMP o la Asociación Andaluza de Víctimas del Terrorismo para demostrar que, a pesar de los años, la ciudadanía no olvida. Tras un respetuoso minuto de silencio, Movimiento Contra la Intolerancia procedió a la lectura de un manifiesto que invitaba a «interpretar la singularidad de este crimen que nos unió en un dolor que nos reforzó hablando con una sola voz» y defendió que el gesto de memoria democrática «no pretende poner una víctima por encima de las demás, como si la defensa de la dignidad sobre el odio ejecutado en cada una fuera diferente».

«Con este acto se ha recordado ese espíritu de Ermua que debemos seguir manteniendo contra cualquier clase de terrorismo que afecte a la paz y libertad de todos». Eran las palabras de Carmen Castreño, la teniente de alcalde, a las que se fueron uniendo las diferentes formaciones municipales, así como el propio alcalde, quien se encontraba en Bruselas y que declaró que su corazón y cabeza estaban «a las puertas del ayuntamiento con todos los sevillanos».

Beltrán Pérez, portavoz del PP, hizo hincapié en que recordar a Blanco y a las víctimas del terrorismo era «un ejercicio de memoria que dignifica a los pueblos y que contribuye y salda el tributo con el que tuvieron que pagar con la vida en la defensa de la democracia».

Francisco Moraga de Ciudadanos, tildó el evento de «acto heroico». El portavoz adjunto, cuya formación pidió al Gobierno local que colgara un cartel en memoria de Blanco, recalcó que la lucha debe continuar estando «todos los partidos políticos de acuerdo y que no haya rivalidades porque esta es la lucha de un país en el que ningún partido debe quedar aparte».

La polémica salpica a Podemos tras la negativa de Carmena a colocar una pancarta en Cibeles recordando a Miguel Ángel Blanco, explicando que no quiere poner en valor a unas víctimas sobre otras. Desde el «respeto y homenaje a todas las víctimas» con este acto, la portavoz de la formación municipal Participa Sevilla Susana Serrano, insiste en que, además de honrarlos, quieren «exigir que se dejen ya de hacer usos partidistas de lo que es nuestra memoria y de nuestro camino por recorrer por la paz en unión con todos», subrayando la idea de que «no hay víctimas de primera o de segunda».

Daniel González Rojas de IU mostró sus respetos en el homenaje y censuró igualmente la «utilización partidista» de la figura de Blanco que algunas fuerzas políticas están haciendo con el objetivo de «buscar el enfrentamiento» y de sacar un «vergonzoso rédito político».