Sin miedo: hay más y habrá más turistas

De enero a agosto subió el número de viajeros un 2,16% y el Consistorio avisa de que la ciudad tiene margen de crecimiento

28 sep 2017 / 06:55 h - Actualizado: 28 sep 2017 / 06:55 h.
"Turismo"
  • Los representantes del sector turístico en la celebración de la jornada en el centro de Marqués de Contadero. / El Correo
    Los representantes del sector turístico en la celebración de la jornada en el centro de Marqués de Contadero. / El Correo

Ni agosto es temporada baja ya ni el turismo en Sevilla ha tocado techo. El Día Internacional de Turismo se celebró ayer en la ciudad con una nueva campaña –Sevilla Flows–, y con buenos datos. Sólo un asunto lo enturbió: los pisos turísticos, si bien el Ayuntamiento pidió «prudencia» a la hora de cuantificar los efectos negativos de un fenómeno que arrasa en ciudades como Barcelona. Lo que está claro es que el sector crecerá.

Ni la turismofobia que impera en otras ciudades ni los últimos atentados terroristas han empañado la buena campaña en Sevilla, que ha superado los 1,7 millones de viajeros en septiembre (en todo 2016 fueron dos millones). Según el concejal delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo del Ayuntamiento, Antonio Muñoz, Sevilla tiene «margen de crecimiento» por su capacidad hotelera, hostelera, del aeropuerto, etcétera. Eso sí, matizó que no se puede crecer a cualquier precio, «tiene que ser controlado y dentro de la legalidad». Incluso aseguró que habría que recuperar el lema Al turista, una sonrisa.

Y para sonrisa, la de los representantes del sector presentes ayer en el acto cuando Muñoz desgranó los últimos datos: de enero a agosto Sevilla recibió a 1.720.515 viajeros, lo que supone un crecimiento del 2,16 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. En total, se registraron 3.374.373 pernoctaciones, un tres por ciento más que en los ocho primeros meses de 2016.

Además, Muñoz resaltó que el número de turistas extranjeros creció un 11 por ciento en ese periodo, mientras que advirtió de que «hay margen de crecimiento en el número de turistas nacionales en paralelo a la recuperación económica del país». Para ello, el concejal socialista recordó que en otoño se estrenan 17 nuevas rutas en el Aeropuerto de Sevilla, que se celebrará la efemérides de Murillo y que habrá «una gran noticia para Sevilla desde el punto de vista del marketing». No quiso concretar más. Habrá que esperar a los primeros días de octubre para conocer cuál es esa noticia sobre «la posición» de la ciudad en el ámbito turístico.

En cuanto a la «ruptura de la estacionalidad», Muñoz defendió que los datos revelan que los turistas viajan con y sin calor. En mayo se registraron 245.269 viajeros alojados en hoteles, mientras que en julio fueron 206.435, un 7,75 por ciento más que un año antes. Y en agosto, 229.414 personas se quedaron a dormir en hoteles sevillanos, un 7,68 por ciento más que hace un año.

Así, entre el mes de mayo y el de agosto sólo hay una diferencia de 15.855 turistas. «Es una temporada atractiva a pesar del calor», puntualizó Muñoz, quien reiteró que el sector «está bien», «reconozcámoslo».

Y está bien, pero hay amenazas en ciernes. Una de ellas, el alojamiento turístico ilegal. Manuel Cornax, presidente de la Asociación de Hoteleros de Sevilla, recordó las cifras. En la ciudad hay unas 8.000 plazas legales –o lo que es lo mismo, «más de 2.400» pisos turísticos con entre tres y cuatro camas–, frente a las 24.000 plazas hoteleras.

La proporción es de cuatro plazas hoteleras por un alojamiento turístico legal. No está mal. Si bien, las ilegales podrían triplicar esta cifra y equiparse al total de las «tradicionales», «como ocurre en otras ciudades». Pero no todas son iguales y el propio Muñoz pidió «prudencia». «Hay que objetivar. Hay que esperar a ver qué dice el informe que estamos elaborando. No sabemos si hay 10.000, 15.000 o 20.000», manifestó. Dicho informe, que determinará dónde está la oferta turística ilegal en Sevilla (la zona norte del casco histórico parece la más propensa) y qué magnitud tiene, estará listo en este último trimestre del año.

«El fenómeno es preocupante. ¿Cuánto? Vamos a estudiarlo», dijo Muñoz quien indicó que el impacto negativo de la actividad ilegal es evidente porque genera menos renta y empleo, presiona al alza el precio de la vivienda en alquiler y crea problemas de convivencia entre los residentes de los bloques de pisos.

Hay que recordar que el Ayuntamiento prevé subir de 25 a 325 euros la tasa para cambiar de piso residencial a turístico y que éstos abonen una tasa de basura como la de los hostales. Para el presidente de la Asociación Sevillana de Empresarios Turísticos (ASET), Gustavo de Medina, uno de los muchos invitados al acto, el problema es poliédrico y la regulación de los alojamientos turísticos, «un embolado».