«Solo» el 0,25% de viviendas de la capital son de uso turístico legal

El sector «debe seguir creciendo», según los propietarios, que piden una norma menos restrictiva por los beneficios económicos que aportan estos alojamientos

17 oct 2017 / 15:23 h - Actualizado: 17 oct 2017 / 15:26 h.
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  • Interior del apartamento turístico de Homeaway en la sevillana calle Guadalquivir. / El Correo
    Interior del apartamento turístico de Homeaway en la sevillana calle Guadalquivir. / El Correo

Del total del parque de viviendas disponible en Sevilla, «solo» un 0,25 por ciento está destinado al fin turístico de forma legal. Este dato, bastante «bajo» en comparación con otras poblaciones similares a juicio del presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía (AVVA), Carlos Pérez-Lanzac, deja «un importante margen» para el crecimiento del sector en una ciudad que se sitúa en tercera posición dentro del ranking andaluz de viviendas registradas con este fin, por detrás de Málaga y Cádiz pero encima de Almería y Granada. Pero, para que eso sea posible, los propietarios y gestores demandan una norma «menos restrictiva» y, sobre todo, homogeneizar la existente, tal y como apuntó el tesorero de la Asociación de Viviendas Turísticas y Vacacionales de Andalucía (Apartsur), Manuel Rodríguez.

La vía libre que solicitan para que afloren estas viviendas permitirá que los datos económicos, como los más de 3.000 millones de euros que han generado en el entorno en tan solo dos años, se multipliquen. Una cifra recogida en el IV Barómetro del Alquiler Vacacional en Andalucía, presentado ayer por el director de comunicación de Homeaway, Joseba Cortázar, en uno de los apartamentos que este portal web posee en la capital, concretamente, en la calle Guadalquivir.

De este estudio se desprende que el usuario que se aloja en una vivienda turística gasta más durante su estancia en la ciudad (2.431 euros) que el usuario de un hotel (1.427 euros). De ellos, 554 euros se destinan exclusivamente el alquiler del alojamiento (un hotel cuesta una media de 378 euros), mientras que los 1.877 euros restantes se reparten a otros gastos vinculados a la estancia como alimentación y ocio, en los que los usuarios de hoteles gastan casi mil euros menos (1.049 euros).

Uno de los factores que incide directamente en este gasto es la media de pernoctaciones, de 5,7 noches en viviendas vacacionales frente a las 3,2 de los complejos hoteleros, optando los usuarios de la primera tipología por una mayor duración de la estancia. Igualmente, el número de personas que se alojan es inferior en un hotel (2,8 personas de media) que en una vivienda turística (4,2 huéspedes). Y con respecto a la convivencia, entre los usuarios de viviendas vacacionales «predomina la armonía vecinal». Un 96,3 por ciento afirma que no ha tenido «ningún problema con los vecinos, sintiéndose aún más integrados con ellos».

Pese a todo, los empresarios insisten en que la oferta de vivienda vacacional no es «excluyente» a la hotelera que ya existe, sino que es «complementaria». Para demostrarlo, el barómetro apunta que, de los residentes en España que contratan alojamientos turísticos por motivos de ocio en Andalucía, el 87 por ciento elige indistintamente vivienda turística u hotel, mientras que solo un 12 por ciento elige vivienda vacacional en exclusiva.

Los retos a los que se enfrenta el sector, en cualquier caso, no son baladíes. Mientras esperan a que se resuelvan los recursos a distintos artículos de la normativa andaluza sobre las viviendas con fines turísticos –referentes a asuntos como la multipropiedad o a la obligación de tener un aire acondicionado en cada habitación–, los propietarios piden su «armonización», a tenor de que en cada provincia hay distintos criterios a la hora de permitir la explotación con o sin licencia de ocupación. «No es normal que en Cádiz se pueda poner en funcionamiento la vivienda durante la tramitación de la licencia de ocupación y que en Sevilla, si registras la vivienda sin contar con la licencia puedas enfrentarte a cierre y a una sanción», explicaron desde AVVA y Apartsur. Así, la regulación homogénea les permitirá afrontar con garantías los desafíos de la profesionalización, de la integración total en la oferta turística, de lograr una sostenibilidad en el turismo y, cómo no, de acabar con la clandestinidad. Para ello, esperan como agua de mayo el estudio encargado por el Ayuntamiento hispalense.