«Tenía claro que aquello marcaba un antes y un después en el ferrocarril»

Pese a ser nieto e hijo de maquinista, Alfredo Durán asegura que siguió sus pasos por casualidad. Lo que más recuerda de aquel primer viaje Madrid-Sevilla con pasajeros es la aglomeración de gente en estaciones, pasos y vallas para ver pasar el AVE

19 abr 2017 / 06:45 h - Actualizado: 18 abr 2017 / 21:21 h.
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  • Alfredo Durán, ahora gerente de Servicios Comerciales Mercados Sur de Renfe, en Santa Justa. / El Correo
    Alfredo Durán, ahora gerente de Servicios Comerciales Mercados Sur de Renfe, en Santa Justa. / El Correo

{Alfredo Durán fue el maquinista de Renfe que realizó el primer servicio comercial del AVE Madrid-Sevilla. Actualmente es gerente de Servicios Comerciales Mercados Sur de la compañía.

¿A qué hora y qué día se subió por primera vez en un AVE?

—Fue un día por la mañana, muy temprano, del mes de octubre del año 91.

¿Fueron muchas semanas de prueba?

—Desde octubre del 91 hasta el «día D». Fueron pruebas continuas de los vehículos, los sistemas de señalización, la interacción del vehículo y la infraestructura...

¿Qué anécdotas o incidencias recuerda de su primer viaje en AVE?

—La verdad es que incidencias como tal no hubo ninguna. La anécdota más significativa fue la tremenda expectación que había a lo largo del recorrido. Ya no me refiero sólo en todas las estaciones donde fue parando el primer tren, sino a la cantidad de gente que se agolpaba en los pasos superiores a lo largo de toda la línea. Las vallas repletas de personas esperando ver el AVE. Recuerdo por ejemplo el caso de Malagón, un pueblo que hay antes de llegar a Ciudad Real, que está muy próximo a la vía. La gente aplaudía y veías en la expresión de sus caras que algo grande estaba ocurriendo.

—¿Guarda algún recuerdo físico de aquel día? (Indumentaria, folleto, fotos...)

—Conservo muchas cosas: folletos, pins conmemorativos de aquellos días... Pero son sobre todo mis familiares los que guardan una buena cantidad de fotografías de entonces.

¿Era consciente entonces del hito que estaba viviendo?

—En la dimensión que años después ha tenido quizás no. Pero personalmente sí, tenía claro que aquello marcaba un antes y un después en el ferrocarril. Desde el punto de vista técnico, sabíamos de dónde veníamos y el enorme salto que suponía la llegada del AVE. Había referentes como Japón y Francia que nos daban una guía de lo que ese hito suponía para el ferrocarril en España.

¿Cómo llegó a ser maquinista?

—Pues la verdad que un poco por casualidad... A pesar de que mi padre era maquinista y mi abuelo y otros familiares también eran ferroviarios, yo nunca me había planteado desarrollar mi carrera profesional en Renfe. Pero en un momento determinado coincidieron varias circunstancias y finalmente me formé para ser maquinista.

—¿Ha cambiado mucho su trabajo en estos 25 años?

—En mi caso, muchísimo. Tuve la suerte de ser el maquinista que hizo el primer viaje comercial del AVE. Y poco después ya pasé a desempeñar otras funciones y responsabilidades en el ámbito de la alta velocidad. Hasta llegar a ser director de operaciones, director del negocio Nordeste y ahora gerente de Servicios Comerciales Mercado Sur. La verdad es que ha sido un recorrido muy variado y enriquecedor.

¿Cómo ve el servicio actual? ¿Qué mejoraría?

—Con honestidad, creo que es fantástico. Pero sin duda siempre hay algo que mejorar. Es el único camino para evolucionar. El profesional que no esté en esa actitud de avance es preferible que deje la alta velocidad o cualquier trabajo que desempeñe. En mi actual responsabilidad profesional siempre digo que «pequeños pasos, grandes saltos».

—¿Qué es lo peor que recuerda de su servicio en el AVE? Algún incidente, retraso, avería...?

—Lo más duro sin duda fue el atentado del 11M, que aunque no afectó de manera directa a la alta velocidad sí que lo sufrimos como toda la empresa y como todo el país. Fue el peor día para los españoles a todos los niveles. Yo entonces era director de Operaciones y lo recuerdo como el día más triste de todos los que llevo trabajando en Renfe.

Y lo mejor...

—Para mi lo mejor, a nivel personal, es el contacto con la gente. Al margen de los viajes que realizo, suelo dedicar un día a trabajar desde la estación y tomar así el pulso al servicio desde el propio andén. Ahí es cuando tienes conciencia de lo que significa el AVE. No puedo evitar sentir emoción al ver trenes que salen de la estación con 300 personas a bordo, hasta 600 si va reforzado. Ese es el crisol de que algo se está haciendo bien, que tanta gente confíe en ti para viajar. ~