Tiene 75 años y lleva toda la vida en el Polígono Sur, donde llegó en los años setenta, en plena Transición española, desde el término nazareno de La Corchuela. Nacido en El Pumarejo y asesor de barrio tanto para los gobiernos locales de Soledad Becerril (PP) como de Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), Rafael Pertegal conoce al milímetro cada problema de esta zona desfavorecida de Sevilla sobre la que hace años se instauró la figura de un Comisionado y se redactó un plan integral para luchar contra la marginalidad, la pobreza y la exclusión social de este «gueto».

En un paseo por la avenida Escultor Sebastián Santos, una de las arterias principales que lleva al corazón de la barriada, Pertegal repasa «los errores» en los que «se ha reincidido» y que impiden constantemente la normalización de las Tres Mil. «Las administraciones tienen que dejar a un lado los partidos políticos y pensar más en los vecinos. Nadie se toma en serio el Polígono Sur. Hay un compadreo tremendo», reconoce el que durante años ha sido además presidente de la asociación de vecinos de Martínez Montañés.

Este conocido representante vecinal explica además que «a lo mejor sin querer, por desconocimiento o falta de organización, se han cometido errores en las inversiones realizadas» en todos estos años de trabajo coordinado de Estado, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Sevilla. Sin embargo, «uno de los grandes fallos» del plan integral es que «no se han adaptado las acciones a la gente de aquí» y, en definitiva, «no se ha trabajado con las familias».

Precisamente, en esta cuestión Pertegal pone el acento en el último problema que se ha generado con las viviendas de Martínez Montañés. «La Junta quiere echar a la calle a más de 800 familias que, según dicen, están de manera irregular en los pisos y que entraron a la fuerza. No son 20 como dicen, hay muchos más casos». Critica que se trata de una medida «injusta» que no se debe aplicar de manera general. «¿Cómo se demuestra que entraron con violencia? ¿Qué hacer con la persona mayor que tiene una paga no contributiva y no tiene dónde ir? ¿Y si la familia, en cuestión, se ha normalizado e integrado cumpliendo las normas de convivencia? Otra cosa es que se obligue a pagar a quien tiene varios coches de alta gama...»

Para este respetado líder vecinal habría que cambiar el proceder, como asegura que ha hecho constar a los responsables autonómicos de Vivienda, gestores de estos pisos. «Hemos pedido que antes que nada se haga un estudio de familias. Pero un estudio rápido, no que se demore sine die. Y que se analice cada caso. Cada familia, una a una».

Pertegal, al que saludan cariñosamente los vecinos por la calle, también se muestra crítico con Jaime Bretón, el que fuera concejal del PP en los años de Becerril y que hace seis meses ha tomado el relevo del Comisionado al cambiar de signo político el gobierno andaluz. «Jaime es un hombre inteligente. Tiene capacidades, mucha experiencia y se ve con predisposición pero veo que no interviene directamente. He visto poco o más bien ningún movimiento. Tiene que meterse de ello en estos barrios. Conocer y aprovechar todo lo bueno que tenemos, que no somos todos delincuentes».

En este punto, el representante vecinal invita al Comisionado así como a otros políticos a bajar a la calle. «Hay que trabajar con las familias. Meterse con ellos y tomarse un café donde nadie se lo ha tomado, preocupándose por sus temas personales». Eso sí, con un consejo más para impulsar el ansiado cambio: «Hay que enseñar a cumplir las normas, claro que sí, pero hacerlas cumplir con imposición». Preguntado sobre si hay algún interés oculto que impide desatar estos problemas, no lo duda ni un instante: «Todo el que vive de lo que vive, no le interesa cambiar el Polígono Sur».

Pero para este líder vecinal hay «más culpables», más allá de las instituciones. «Hay asociaciones que solo buscan una subvención y no miran por recuperar el barrio». Un camino «equivocado» que, en su opinión, «no conduce a nada» y se olvida dar respuesta a un sector importante de estos barrios. «Hay que dar trabajo a los jóvenes. Darles al menos una oportunidad laboral. Aquí tenemos albañiles, pintores y muchos oficios... Si se pudieran aprovechar bien y que las empresas o los organismos públicos pensaran en ellos... No costaría tanto. Es que más que el dinero, es un tema de predisposición por parte de los políticos».

Pese a todo esto y lo vivido en estos años de lucha vecinal, Rafael Pertegal lamenta que no se atisbe ni un haz de luz al final del túnel de la normalización del Polígono Sur. «No es tan complicado ni tan costoso, pero mucho me temo que a este ritmo no lo voy a ver», concluye apesadumbrado.