Un cementerio dejado de la mano de Dios

Gorrillas y aparcamientos en zonas no habilitadas para ello es la túnica común en los alrededores del Camposanto de San Fernando.

Juanmi Vega @Juanmivegar /
21 nov 2020 / 09:48 h - Actualizado: 21 nov 2020 / 10:10 h.
  • Un cementerio dejado de la mano de Dios

Ir al cementerio no suele ser plato de buen gusto, aunque un paseo por el interior del camposanto sevillano es reencontrarse en alma con familiares que nos dejaron de acompañar en cuerpo. También es una cita con la historia de Sevilla, pues muchos de los ilustres sevillanos que yacen allí fueron los culpables de la transformación de la ciudad en lo que es hoy en día.

La experiencia en el interior del cementerio es totalmente diferente a la que se vive fuera de él, con un lugar plagado de gorrillas, que piden el impuesto revolucionario para poder aparcar y que no llevan mascarillas, y con aparcamientos y construcciones que afean la fachada del lugar.

Como se puede ver en la imagen que acompaña esta información, algunos vehículos aprovechan para estacionar encima de uno de los laterales de la fachada principal del camposanto.

Otros de los aspectos que chirrían son las estructuras de los vendedores de flores, que trabajan de sol a sol para ganarse su jornal, y que soportan las inclemencias meteorológicas sin que ninguna Administración haya puesto de su parte para ofrecerles un lugar digno para poder seguir realizando su labor sin que afee la entrada principal del cementerio de San Fernando.

Esas chabolas siguen estando, y estarán mientras nadie lo resuelva, en la entrada principal del hogar de muchos sevillanos, pues tarde o temprano la mayoría pasaremos por allí.