Un eje de alcaldes sellado entre manzanilla y albero con Huelva como invitado

Espadas presume de pacto andaluz en el día en que la Prensa entregó sus claveles a los bomberos de Lesbos

12 abr 2016 / 21:59 h - Actualizado: 13 abr 2016 / 17:22 h.
"Ayuntamiento de Sevilla","Empresas","Bomberos","Feria de Abril 2016","Susana Díaz","Juan Espadas","Fernando Rodríguez Villalobos","Miguel Rus","José Sánchez Maldonado"

No hay distancia que no doblegue un brindis en la Feria. Ni en kilómetros ni tampoco en colores políticos. Todo sucumbe a la alegría del albero que estos días todo lo hace posible. Por eso a Juan Espadas ni siquiera los chaparrones que aguaron la fiesta a más de uno lograron tumbarle la deseada fotografía del eje de alcaldes andaluces.

Primer día de Feria y primera imagen de esas que cuentan más de lo aparente. A su lado, los alcaldes populares de Málaga, Francisco de la Torre, –que devolvía cortésmente la visita de Espadas a su Feria– y Granada, José Torres Hurtado, –abonados a Sevilla tras el fin de la era Zoido– y el de Huelva, Gabriel Cruz, que, imbuido por la magia de los farolillos, se arrimaba al eje turístico en busca de un hueco en el que acomodarse. Faltó la de Córdoba, Isabel Ambrosio, a la que un pleno extraordinario la dejó sin brindis en el Real.

Con ellos estuvo el consejero de Empleo que entre tanto buen ambiente firmó sentencia: «cuanto mejor funcione el eje, menos dinero tendrá que poner la Junta». José Sánchez Maldonado dixit. Y por si acaso al pacto de caballeros le faltaba algún detalle, la plana mayor de los empresarios se encargó de cerrar el cartel. Apareció, bautizándose en el Real de Los Remedios, el presidente de la CEOE, Juan Rossel, escoltado por el andaluz, Javier González de Lara, y el hispalense, Miguel Rus.

Espadas presumía de unidad y presentaba en sociedad a Manuel Molina, un alemán nacido en Málaga, artífice del exitoso tráfico de turistas germanos a Andalucía. Se conocieron en la ITB de Berlín y el alcalde, que es hombre de palabra, le invitó a vivir una Feria que debe ser punto de partida para convertir a Sevilla en uno de los destino preferidos para los alemanes que buscan patrimonio y cultura.

De Lesbos a Cajasol

El eje de alcaldes pasó a ser rito de recepciones con parada en la caseta de la Prensa. Allí esperaba Susana Díaz, con su gobierno casi en pleno, y el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, para apoyar la entrega del premio Clavel de la Prensa a la Asociación Proem-Aid, por el trabajo de los voluntarios con los refugiados en Lesbos.

Día de reencuentros –algunos interminables– que tuvieron como anfitrión en Pascual Márquez al presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido. Tradicional recepción con Los del Río, el cartelista Ricardo Suárez o Pérez Calero, presidente del Ateneo. Díaz y Espadas, con sus gobiernos, tampoco faltaron. Visto el chaparrón, la cosa no estaba para más que fotos y brindis.