En plena pandemia de la COVID-19, y a la espera de la ansiada vacuna, existe una persona que ha decidido innovar en cuanto a medidas de protección, más allá del consabido uso de la mascarilla y la distancia de seguridad. Los escasos transeúntes por las calles de Sevilla este viernes han podido comprobarlo en directo, cuando ante sus ojos apareció un hombre enfrascado en una burbuja de plástico que le recubría por completo.

Las caras de asombro entre el público dieron paso a ese gesto tan habitual en estos tiempos: el de echarse la mano de inmediato al bolsillo para grabar con su smartphone un hecho absolutamente insólito. En efecto, se trataba de un “hombre-burbuja” caminando tan tranquilamente delante de sus ojos. Un par de agentes de la Policía Local asistían a la escena completamente atónitos.

El protagonista fue recibiendo a su paso, además de fotos y vídeos, todo tipo de comentarios y ánimos: “¡Tú sí que sabes!”, le espetó una joven; “Así vamos a acabar todos”, expresó un hombre de mediana edad. Una señora, intrigada por lo que veía, no dudó en consultarle “¿Dónde se compra eso?”, quizá planteándose seguir con su ejemplo.

Tras la sorpresa colectiva, y ante las múltiples preguntas al “hombre-burbuja”, se reveló el verdadero motivo que había llevado a este ciudadano a salir a la calle ataviado de este modo. En realidad se trata de una campaña publicitaria elaborada por Travelfine, especialistas en seguros de viaje.

Con esta acción, bajo la premisa de “Ve a tu bola, pero hazlo seguro”, Travelfine pretende poner de relieve la necesidad, ahora más que nunca, de desplazarnos de una forma segura. La decisión de elegir entre hacerlo aislados en una burbuja o contratar una póliza con las coberturas adecuadas, resulta obvia. Aunque, en honor a los hechos, para pasar el día y conocer gente la opción de la bola tiene sus ventajas.