Urbanismo

Un hotel de cuatro estrellas «obliga» a cerrar a un bar emblemático en Triana

Un auto judicial ordena al responsable del mismo a permitir «la entrada» en el local para hacer unas obras

17 nov 2020 / 18:49 h - Actualizado: 17 nov 2020 / 19:03 h.
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  • El propietario del bar La Esperanza, Jesús Noguera (i) y su abogado Germán Grima en la puerta del establecimiento. / María José López - E.P.
    El propietario del bar La Esperanza, Jesús Noguera (i) y su abogado Germán Grima en la puerta del establecimiento. / María José López - E.P.

El bar La Esperanza de Triana, enclavado en la calle San Jacinto y con varias décadas de historia a sus espaldas, prestará este miércoles su último día de servicio antes de cerrar temporalmente merced a un auto judicial que obliga al responsable del mismo a permitir "la entrada" en el local durante un plazo de dos meses, con motivo de obras "urgentes" encuadradas en el hotel de cuatro estrellas promovido en los pisos superiores del edificio.

El asunto radica en las obras promovidas en los pisos superiores del edificio del número 89 de la calle San Jacinto donde está enclavado este bar, para un nuevo hotel de cuatro estrellas, unas obras denunciadas por el responsable del establecimiento.

En su denuncia, recogida por Europa Press, el responsable de este negocio hostelero, Jesús Noguera, representado por el abogado Germán Grima, de Ateneo Abogados, detallaba que cuenta con un contrato de arrendamiento "en vigor" y con vencimiento en marzo de 2023, con relación al número 89 de la calle San Jacinto.

Según Jesús Noguera, el pasado mes de enero supo por los medios de comunicación que la propiedad del edificio regionalista donde funcione su establecimiento había acordado la instalación de un hotel de cuatro estrellas en las plantas primera y segunda del mismo. "Desde entonces", según su denuncia, las obras promovidas para adecuar las plantas primera y segunda del edificio para su uso como hotel "no han parado de molestar" y se traducen en "ruidos, golpes, polvo o cascotes" caídos al patio interior del inmueble, con las consiguientes consecuencias en materia de clientela.

Menos clientes

"Desde que comenzaron las obras en los pisos superiores, el negocio se ha visto mermado considerablemente en la afluencia de consumidores, ya que el ruido, el polvo, los continuos golpes, el olor, la suciedad y la caída de escombros en el patio interior hacen que el local se haya vuelto mucho menos acogedor, sufriendo un descenso cuantioso de la clientela y como tal de los ingresos mensuales", exponía el responsable de este "emblemático" establecimiento de Triana.

"Quieren que abandone el inmueble", avisaba además el dueño del negocio hostelero, detallando que los titulares del edificio le habían pedido que "abandone el local por un periodo de dos meses y medio" para permitir la continuidad de las obras del hotel.

En ese sentido, merced a las acciones judiciales promovidas por los dueños, el Juzgado de Primera Instancia número 19 de Sevilla ordenaba el pasado mes de julio al responsable del bar, como medida cautelar, "que permita la entrada a la propiedad en el local que tiene alquilado para la realización de las obras necesarias, durante un plazo máximo de dos meses", previa caución de 35.000 euros, al considerar acreditado que "el edificio presenta desperfectos y deficiencias que pueden comprometer la resistencia mecánica y su estabilidad, por lo que requiere obras de reparación, que en el propio informe presentado califica de urgencia".

Respecto a la citada caución, el citado autor especifica que "una suspensión de un negocio por un período de dos meses, con seis empleados, es susceptible de generar significados y notables perjuicios" al citado establecimiento, que afronta además las limitaciones de actividad implícitas en la lucha contra la pandemia.

«Lucro cesante» de 45.081

Ello, cuando la representación del responsable del bar esgrime un informe pericial que calcula en 45.081 euros el "lucro cesante" que afronta el negocio por dicho cierre temporal, según dicho informe recogido por Europa Press.

En ese contexto, el Juzgado de Primera Instancia número 19 emitía el pasado día 13 una providencia, fijando para el viernes día 20 el comienzo de las obras ya mencionadas, ante lo cual el bar La Esperanza prevé realizar este miércoles su último día de servicio antes del mencionado cierre obligatorio por un periodo de dos meses, extremo que motiva un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) sobre la plantilla.