Un paso adelante en Polígono Sur

A pesar de los avances del Plan Integral, éstos no parecen suficientes. Por eso es esencial apostar en firme por Polígono Sur, por sus viviendas, por sus servicios, por su educación y su salud, pero, sobre todo, por su gente

27 abr 2017 / 08:19 h - Actualizado: 27 abr 2017 / 13:22 h.
"Tribuna","Polígono Sur","La realidad del Polígono Sur","Mar González"
  • Un paso adelante en Polígono Sur

Por Mar González, Comisionada para el Polígono Sur

Cualquier análisis sobre Polígono Sur que hacemos, tanto quienes tenemos un compromiso con su mejora como quienes nos ven desde fuera, suele arrojar entre sus conclusiones una que nos preocupa: a pesar de los avances del Plan Integral, el resultado nunca parece suficiente. La dureza de la exclusión y la gran cantidad de personas que la sufren hace difícil ver con satisfacción los avances conseguidos gracias al esfuerzo de administraciones, profesionales y vecindario. Porque la exclusión, si no se erradica, tiende a ampliarse. En lugares que aúnan pobreza, formas de vida al margen del sistema y violencia hacia las personas, si no se dan pasos adelante, se retrocede. Por eso no basta con apostar por Polígono Sur: hace falta una apuesta contundente, decidida, sostenida en el tiempo y con los fondos y procedimientos necesarios para atajar una situación que dura ya mucho más de lo tolerable.

Estamos a las puertas de la Comisión de Seguimiento Interadministrativa, donde las tres administraciones públicas –Ayuntamiento, Junta de Andalucía y Estado– plantearán sus compromisos con el barrio para el próximo año. Después de una etapa de cambios en las administraciones, es momento de poner sobre la mesa cómo se quiere actuar en Polígono Sur, el momento de dar un paso adelante en la apuesta por esta zona, que desde esta Oficina tendremos que seguir impulsando con energía.

Algunas medidas no pueden esperar más, como la comisaría de Policía Nacional, imprescindible para la normalización del entorno siempre que se cumpla el compromiso, reclamado por los vecinos y alcanzado entre las tres administraciones, de construirla en el barrio. El anuncio del Estado de sacarla de Polígono Sur es un ejemplo de por qué es necesario apostar en firme si no queremos quedarnos estancados: podemos construir una comisaría fuera del barrio, lo que sería positivo pero no transformador; o podemos multiplicar su efecto construyéndola dentro, como está previsto. Así, a las labores de seguridad en las que la Policía ya avanza con paso firme, se le sumaría un papel esencial para trabajar por la normalización con el resto de servicios públicos, la apuesta necesaria para erradicar de una vez la delincuencia.

Tenemos que impulsar también las políticas de Vivienda. Finalizar las rehabilitaciones y erradicar la irregularidad en la ocupación de viviendas siguen siendo cuentas pendientes que necesitan una apuesta rotunda, con fondos extraordinarios para las obras que deberían proceder de programas europeos, y con un compromiso firme para que las actuaciones sean continuadas y sistemáticas. En los últimos años no han dejado de hacerse rehabilitaciones y arreglos de edificios, y hay más previstos, pero es fundamental acelerar el ritmo y acompañarlo de un trabajo con las comunidades vecinales que favorezca nuevos hábitos de vida y haga sostenible la inversión, si queremos que en este barrio todo el mundo viva en condiciones dignas.

Lo mismo ocurre con los nuevos equipamientos: la apertura de la Factoría Cultural o el centro de mayores debe llenarse de contenido, de actividades con el empuje suficiente para modificar el entorno en el que se encuentran y cambiar la vida de los vecinos convirtiéndose en un revulsivo como el que supuso en su día el centro cívico El Esqueleto, aún uno de los centros neurálgicos del barrio. Polígono Sur necesita actividades culturales y programas de atención a los mayores, pero sobre todo centros de actividad que ofrezcan a la población disfrutar de tiempo libre constructivo, y también posibilidades de empleo, y que al tiempo atraigan al barrio a gente de fuera.

Nos hacen falta esos pasos, y también mantener lo que estamos haciendo en ámbitos como la Educación, la Salud o el Empleo. Porque debemos poner en valor la labor que a diario impide que la exclusión avance pese a las duras condiciones de vida del barrio, las dificultades de una crisis económica persistente, o el aislamiento y los prejuicios que siguen pesando sobre Polígono Sur. La herramienta fundamental es la coordinación en los servicios públicos y su alianza con entidades privadas. Sirva de ejemplo el Plan Educativo de Zona, que mantiene curso tras curso medidas especiales para mejorar los resultados, y que ha logrado reducir el absentismo y ahora avanza en que el alumnado se titule y siga estudiando tras la etapa obligatoria. Una labor en alianza con los servicios sociales municipales, las entidades que prestan apoyo en los centros y sobre todo las familias, cada vez más integradas en la educación.

Tenemos que mantener la apuesta por el Empleo, porque funciona: gracias a la alianza Ayuntamiento-Junta-Comisionada, en Polígono Sur el CODE presta todos los servicios de orientación, dinamización, acompañamiento, formación, búsqueda de empleo y derivación que en cualquier otro lugar están dispersos. La coordinación alcanza a las entidades privadas que prestan estos servicios en red, lo permite hacer un camino personalizado que puede ir desde elaborar un curriculum o inscribirse como parado hasta cursos de formación o prácticas laborales en empresas. Empresas que, por cierto, están ya colaborando con este pionero sistema de Empleo del barrio, un compromiso que necesitamos ampliar con una apuesta más firme del tejido empresarial de nuestra ciudad.

En paralelo, tenemos que seguir construyendo el trabajo con familias. Especialmente, un acompañamiento a familias excluidas, para que desarrollen mejores hábitos de salud y convivencia, y en el caso de las más jóvenes, en el cuidado de sus hijos e hijas; y un exhaustivo trabajo de calle que ya se ha iniciado. Es quizá aquí donde más falta hace ahondar en la coordinación que promueve el Plan Integral y dar un salto de calidad: junto al impulso a las políticas de vivienda, seguridad y convivencia, y en alianza con los sistemas de educación, salud o empleo, debemos inventar nuevos modelos de gestión, adaptados a las necesidades de estos barrios, que consigan que estos esfuerzos tengan resultados más visibles, que los cambios sean suficientes. Para eso necesitamos una apuesta tan firme: es la única forma de dar el paso adelante que necesita Polígono Sur.