Cuando a los sevillanos se les pregunta cómo calificarían la situación actual de la ciudad, puntuando 1 (muy mala), 2 (mala), 3 (regular), 4 (buena) o 5 (muy buena), el resultado es un enigmático 3,14, un extraño y mágico número pi que invita a pensar en algo más que una valoración mediocre, y que propone un análisis sobre la gestión durante estos cuatro años de un equipo de gobierno que contaba con un respaldo popular espectacular. En dicho análisis, esa puntuación, ese regular, saca a la luz la tan aludida herencia alegada por los populares para justificar las promesas no cumplidas y los planteamientos no desarrollados, pero también hace lo propio con las acusaciones procedentes de la oposición municipal sobre la calidad de la gestión. Cuatro años después de aquel punto de inflexión sin precedentes que Juan Ignacio Zoido imprimía a la crónica hispalense con su victoria por K.O., los sevillanos no ven claro en qué se ha traducido eso para la ciudad.
Un 41,9 por ciento de los encuestados han puntuado precisamente con ese regular. Quienes consideran que la situación de Sevilla es ahora buena o muy buena suman el 37,3 por ciento de los consultados, algo más de un tercio del total. Y aquí, como en tantos otros asuntos, las diferencias por sexo no se han notado: los hombres dan un 3,139 y las mujeres un 3,14. Donde sí se ha notado algo más la diferencia de criterios ha sido en la edad, por encima del género. Son los ciudadanos de entre 35 y 44 años quienes hacen una lectura más positiva del estado de Sevilla, con un 3,34; menos optimistas son los del rango de edad que va de los 45 a los 54 años, para quienes este asunto no merece más nota que un 2,94.
Transporte e impuestos
Pero atención, que no acababan ahí las preguntas. La encuesta lanza la siguiente: ¿Cómo calificaría usted la labor que ha llevado a cabo durante los últimos cuatro años el Ayuntamiento en el tema de impuestos, seguridad ciudadana, transporte público, tráfico, limpieza y equipamientos municipales? Se pedía una puntuación clásica de cero a diez. Pues de entre todo lo anteriormente señalado, los consultados ponían por delante el transporte público, con una nota de 6,76, o sea un bien alto, y precisamente atribuían la peor de las calificaciones a aquello de lo que el gobierno local ha hecho bandera durante este tiempo, que ha sido la menor presión fiscal: a los impuestos les ponen los sevillanos un 3,84. Con la salvedad del tráfico, que obtiene un 4,9, todos los demás conceptos aprueban holgadamente: un 5,82 para la seguridad; un 5,59 para la limpieza; y un 5,67 para los equipamientos.
Otra cuestión más: la gestión en general del Ayuntamiento de Sevilla. Aquí se decanta la firma Deimos por plantear una puntuación entre 1 y 5, obteniendo Zoido y su equipo un 2,92. Es decir, otro regular también abierto a análisis y reflexiones.
La nota más repetida ha sido el 3 (un tercio de los interpelados en la encuesta se decantaban por este término medio), seguida por el 4, es decir, quienes consideran que la gestión ha sido buena, que componen un porcentaje del 28,8 del total de la muestra. Entre quienes sostienen que el gobierno municipal ha llevado a cabo una gestión mala o muy mala suman el 32,6 por ciento de los encuestados. Solo un 4,7 por ciento son de la opinión de que el resultado ha sido muy bueno. Aquí las mujeres sí que han puesto mejor nota que los hombres: 3,04 frente a 2,74.