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Un usuario elige la opción de visionado en una de las máquinas del gimnasio. / Bernardo Ruiz
En pleno corazón del barrio de Nervión surge discreta la fachada del gimnasio Supera24h fitness, el único de la ciudad que permanece abierto las 24 horas del día durante los 365 días del año. En su interior aparecen decenas de máquinas inteligentes que responden a un perfil concreto y que nacen de la tecnología más avanzada. Su principal peculiaridad, además de su horario ininterrumpido, es la posibilidad de la que disponen los usuarios de programar sus sesiones de entrenamiento en función de su grado de agotamiento físico. Una ronda de ejercicios a la carta tutorizada por un asesor personal de 9 a 14 y de 17 a 21 horas o a través de un programa inteligente en las franjas de menor saturación.
Las máquinas controlan el tiempo de descanso entre sesión y sesión de los usuarios, que, gracias a la tecnología avanzada de la que dispone el centro, pueden fomentar el culto al cuerpo mientras disfrutan del visionado de una película, un programa de televisión o un paseo interactivo con imágenes reales de las principales ciudades del mundo. «Es gratificante poder andar en una cinta mientras paseas por París», relata Antonio Padilla, el mánager del gimnasio y un auténtico visionario del entrenamiento personal. Los socios de la instalación, que abonan desde 35 euros al mes para disfrutar de los servicios del gimnasio, pueden vigilar el desarrollo de sus sesiones a través de pantallas táctiles personalizadas o con una App que instalan en su móvil. «La tecnología está al servicio de los deportistas», asegura Padilla bajo la atenta mirada de un monitor que prepara el material de una clase colectiva.
En Supera24h fitness los detalles son fundamentales para potenciar la calidad de los entrenamientos. Los deportistas disponen de taquillas y cuartos de ducha y aseos individuales, uno de ellos adaptado para personas de movilidad reducida. La ausencia de monitores en horario nocturno no es un contratiempo para aquellos que decidan moldear sus abdominales mientras Sevilla duerme. Las pantallas de control organizan los ejercicios y el tiempo de tregua, permiten elegir la música ambiente y hasta supervisan cualquier incidencia médica. El establecimiento dispone de tres puntos de señal de alarma que conectan directamente con el servicio de emergencias. «La seguridad es clave», presume Padilla.
EXPANSIÓN
El éxito del horario ininterrumpido, que ha ganado adeptos con el transcurso de los meses, ha originado que la sociedad Supera, de origen gallego, haya decidido expandir la medida pionera, ya que en el primer semestre de 2017 inaugurará un centro de idénticas características en la zona de Los Remedios. La mejor forma de mantener el tipo en su mejor estado de revista cuando la mayoría de los sevillanos concilian el sueño.
«PODER VENIR DE MADRUGADA ME HA CAMBIADO LA VIDA»
Antonio Manuel Jiménez (Sevilla, 12-5-1973), exjugador del Caja San Fernando de fútbol sala y empresario del sector de la asesoría jurídica, es uno de los usuarios que acuden al gimnasio cuando Sevilla duerme. Jiménez es un asiduo en la medianoche.
—¿Por qué de madrugada?
—Es la única hora que puedo. Tengo una familia numerosa y un trabajo al que tengo que dedicar mucho tiempo.
—¿Cuáles son las principales ventajas de entrenar de madrugada?
—Cuando estás solo puedes elegir hasta la música. Es como hacer gimnasia en tu casa. Te da una independencia enorme.
—¿Un novato podría entrenar a horas tan tardías?
—Sí, puede encajar perfectamente porque la autonomía es total.
—¿Cuántas horas dedica al día al entrenamiento?
—Suelo hacer entre una hora y media y dos.
—¿Y después concilia fácilmente el sueño?
—Sí, porque salgo de aquí relajado. Me ducho y cuando llego a casa me pongo el pijama y me duermo sin problemas. También influye muchísimo la alimentación.
—¿Qué le diría a quien no se ejercite por sus horarios?
—Que ya no hay excusas. Aquí eliges cuándo, cómo y de qué forma realizas el entrenamiento. Ya sí se puede hacer deporte.